1. Los partidos políticos electorales en México (PRI, PAN, PRD, etcétera) siempre han sufrido divisiones en sus filas pero en los días y semanas que se reparten “los huesos”, es decir, las presidencias municipales, las diputaciones, senadurías, gubernaturas, todos los militantes y simpatizantes se acercan presurosos. ¿Puedes imaginarte la felicidad que siente el político de cualquier partido que asegura una diputación de 150 mil pesos al mes, más compensaciones, viajes, hoteles, vinos, mientras un trabajador tiene como salario 1,500 pesos?. La diferencia sólo es de dos ceros: cinco mil pesos diarios contra 50 pesos (3.8 dólares) al día. Entre los políticos y no políticos, con excepción de los anarquistas, difícilmente haya alguien que no lo acepte. El PRI y el PAN han luchado siempre por cargos como único objetivo, pero ahora la centroizquierda le entra con el argumento de que “la lucha hay que darla dentro”… pero del presupuesto.
2. En el gobierno dictatorial de Díaz (1876/1911) a los políticos, a los intelectuales, a los personajes que presionaban se les daba mucho “maicito” para que se entretuvieran picoteando. Desde 1929, cuando surgió el partido oficial, dejó de decirse: “dale maíz a ese animal para que esté contento” y comenzó a oírse: “dale un hueso a ese animal para que se entretenga”. Desde entonces la política electoral en México, aunque no se crea, es un problema de huesos. Huesos grandes, chicos, con pellejos o con carne. Cualquier hueso es bueno para entretener a la mayoría de políticos, aunque los más experimentados sólo aceptan hueso grande o con carne. Un hueso grande es la gubernatura, la senaduría o una secretaría de Estado; huesos chicos son las presidencias municipales y el de diputado local. Los huesos con pellejo se les tira a los diputados federales cada tres años y los huesos con carne los roen los dirigentes de partido, los jefes de bancadas, los legisladores con cargo.
3. En México, para beneficio de los políticos, debería construirse un gran monumento al hueso, con todo y su oratorio, en el centro del Zócalo, en el lugar que ocupa la bandera nacional. Desde 1982 los políticos y los pequeños y mediados empresarios han peregrinado a las sedes de los partidos, a las cámaras legislativas, a la secretaría de Gobernación y a Los Pinos en busca de candidaturas y cargos. Muchos empresarios, a pesar de tener altos ingresos en sus negocios y en otras ocupaciones no quisieran quedarse sin una chamba de diputado, senador, presidente, por los altísimos ingresos que representan y por los mil y un negocios que se hacen a la sombra del cargo. Sólo habría que preguntar a los bufetes de abogados panistas y priístas como los de Fernández Cevallos, Gómez Mont, Lozano, y asociados, y a los líderes de organizaciones sociales como la CTM y otras organizaciones corporativas. Si algún día la política fue para servir, desde hace siglos es para servirse.
4. Los políticos electoreros en vez de estar pensando en qué planteamientos hacer, qué programa presentar para que la población solucione sus problemas económicos y salga de la terrible miseria que vive, los partidos y políticos sólo buscan apoyos y alianzas para obtener votos que los legitimen y reconfirmen en el poder. Buscan poder y más poder para ellos y su partido, no para la población. No se sabe, por ejemplo, cómo logrará Esther Gordillo hacer más grande su poder en las próximas elecciones. Cuenta esta líder corrupta del sindicato magisterial con un partido (el Alianza Social) de su exclusiva propiedad, en el que hace y deshace a su antojo; cuenta además con íntimos amigos y aliados entre los gobernadores y legisladores del PRI que pueden garantizarle alianzas; pero su más fuerte poder está en el apoyo del presidente ilegítimo Calderón dispuesto a abrirle el PAN a sus candidaturas. ¿Con esta habilidad de la líder corrupta podrá caer después de 20 años como cacique del SNTE?
5. En el PAN las confrontaciones nunca han sido por principios políticos o filosóficos, mucho menos entre los más de cincuenta altos empresarios que los representan en el legislativo. La leve división entre grupos foxistas y calderonistas es por problemas de poder y de forma sobre cómo atacar los problemas. Si tras Fox hay mayor número de militantes del Yunque y tras Calderón están los intereses de empresarios que controlaba el funcionario petrolero Mouriño (muerto en un avionzazo), estas diferencias son pequeñas porque los yunquistas sólo exigen a Calderón que sea más radical en enfrentar a sus enemigos, por el contrario el calderonismo, ya en el poder, se ve obligado a gobernar a partir de las presiones que recibe. Pero en estas nuevas elecciones los panistas de las dos corrientes se verán compensados con cargos electorales y todos saldrán contentos para los siguientes tres años. Esa unidad a toda costa de los panista se debe a la disciplina y a la obediencia.
6. Pero lo más vergonzoso es lo que sucede en el PRD. De la derecha panista y priísta no se puede esperar más que explotación, corrupción y opresión siendo obvio que nuestra tarea es combatirlos a fondo; pero no puede dejar de denunciarse que el PRD, el partido que nació en 1989 con un discurso antipriísta, antipanista, nacionalista, progresista, de centro izquierda, al que se sumó una parte de la izquierda social, ahora camina rápidamente a ser un partido como el PRI y el PAN, está desesperado buscando argumentos para recocer a Calderón y también busca la mejor forma para deshacerse de López Obrador y los luchadores sociales más radicalizados. Entre tanto la adoración al hueso, a los futuros cargos electivos se manifiesta en el PRD de la misma forma en que se registra en el PRI y el PAN. Muchos miembros del PRD que se habían alejado o que se habían opuesto a López Obrador ahora, con el ascenso de Ortega y la cosa electoral se han acercado a pedir chiche.
7. La realidad es que no hay argumentos de la gente honesta para salir a votar. ¿Qué han hecho los partidos para apoyar las luchas de los campesinos miserables por falta de ingresos que ahora se expresan en Chihuahua bloqueando carreteras? ¿Qué apoyo le han dado los partidos a los profesores oaxaqueños y a la APPO en las batallas que están librando por los derechos de los trabajadores y contra el funesto de gobierno de Ulises Ruiz? ¿Qué han hecho los partidos ante la nefasta política privatizadora, de desempleo, de producción cero que ha puesto en práctica Calderón?.
Si en las elecciones de 2006 aún existían algunas esperanzas en los procesos electorales en las que se realizarán este año no hay argumentos válidos o convincentes para votar. El PRD marcha más rápidamente hacia el centro y la derecha, sobre todo porque todo aquellos que en el PRD se opusieron al lópezobradorismo ahora regresan para conquistar cargos. De todas maneras hay que seguir observando.
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