martes, enero 27, 2009
Juicio a los responsables
LONDRES.- Amnistía Internacional (AI) exhortó aquí al nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a iniciar una investigación independiente por crímenes de guerra -torturas, vejaciones e interrogatorios- cometidos contra los prisioneros de la cárcel de Guantánamo y pidió además a Washington poner fin a su "nefasto" programa de detenciones secretas.En entrevista con Proceso, Rob Frear, investigador sobre Guantánamo para AI, indica que se deben abarcar "todos los aspectos de las llamadas políticas de detención e interrogatorios secretos de Estados Unidos, incluyendo a Guantánamo". Para Frear, esa prisión "es sólo una parte de este gran problema". Explica: "Sabemos, por ejemplo, que se han cometido crímenes internacionales de tortura y desaparición en centros secretos coordinados directamente por la CIA en Europa, Oriente Medio y el sureste Asiático. Debe emprenderse una investigación completa que revele la verdad sobre lo que pasó, y que lleve ante la justicia a cualquier oficial o exoficial que haya participado, apoyado o coordinado esas y otras violaciones a los derechos humanos".Tras el anuncio de Obama de que cerrará la cárcel de Guantánamo, Frear sostiene que tanto el nuevo gobierno como el nuevo Congreso estadunidenses deben aprobar la investigación."Esto es muy importante. No estamos hablando aquí del futuro. Se trata de lo que le ha ocurrido a seres humanos, tiene que haber un remedio para aquellos detenidos a quienes se les ha violado sus derechos y tiene que cumplirse de lleno con todas las leyes en materia de detenciones."Hay que analizar aquí todo el problema, no sólo Guantánamo. Estamos hablando de esa prisión, pero también de los crímenes y torturas cometidos en la base aérea de Bagram, en Afganistán; las vejaciones en los centros de detención en ese país y en Pakistán e Irak; el programa de detenciones secretas de la CIA, y, por sobre todas las cosas, la responsabilidad que debe tener Estados Unidos ante la ley", puntualiza.Frear elogia la decisión de Obama por el cierre de Guantánamo, pero aclara: "Esperamos ver los detalles de este anuncio, ya que nos preocupa la posibilidad de que detenidos sigan encarcelados por otro año más sin cargos. Analizaremos los detalles de esta orden y pediremos a la nueva administración resolver este asunto. Hay detenidos que han estado en un limbo legal durante demasiado tiempo. Ellos deben ser juzgados o puestos en libertad. Si son juzgados, deben serlo ante una corte federal en Estados Unidos, en juicios justos y equitativos, y no ante tribunales militares. "Aquellos detenidos que no vayan a ser acusados, deben ser liberados. Esto ya debió ocurrir hace mucho tiempo. Todos los presos deben ser enviados a sus países de origen, al menos que en sus naciones se vean amenazados."Frear destaca la carta del pasado 22 de enero enviada por una coalición de ONG, en la que se pide ayuda a los ministros de Exterior de la Unión Europea (UE, que se reunirán el 26 de enero en Bruselas) para cerrar Guantánamo y ofrecer protección humanitaria a los detenidos que enfrenten el peligro de ser torturados o perseguidos en sus países de origen. Entre los firmantes están AI, Human Right Watch, el Centro de Derechos Constitucionales, la Federation Internationale des Ligues des Droits de l'Homme (FIDH) y Reprieve. De acuerdo con estas organizaciones, de los 250 detenidos en Guantánamo, aproximadamente unos 60 podrían enfrentar el peligro de ser torturados si regresan a sus países de origen, y al menos uno de ellos no tiene nación. En la carta, Nicolas Beger, director de AI para su oficina de la UE, sostuvo que la coalición "espera que como resultado de la cumbre, Europa siga la medida del cierre de Guantánamo con acciones concretas y encuentre hogares para los detenidos que no pueden regresar a sus países". Por su parte, Emi MacLean, abogada del Centro de Derechos Constitucionales, escribió que Estados Unidos "tiene una verdadera oportunidad para dar vuelta la página y poner fin a una espantosa era de detenciones ilegales y abusos de derechos humanos". Frear confirma que en Guantánamo, por ejemplo, hay 17 chinos musulmanes detenidos desde hace siete años, que no pueden ser enviados a China por temor a ser torturados, y recuerda que el 7 octubre de 2008 el juez federal Ricardo Urbina ordenó la liberación del grupo. "Estos ciudadanos chinos deben ser liberados de inmediato, trasladados en un avión a Estados Unidos, y así cumplir con esa orden judicial", sostiene.El grupo de prisioneros chinos pertenece a la etnia Uighur y está detenido a pesar de que Estados Unidos ya no los considera "enemigos combatientes".La velocidad en todo esto es esencial, dice el vocero de AI, quien juzga que "los detenidos han sufrido la violación de sus derechos humanos desde hace demasiado tiempo".Un documento de AI refiere que Ahmed Belbacha, un ciudadano argelino residente en el Reino Unido y confinado en la prisión de Guantánamo, declaró a su abogado que su celda es "como una tumba y que, aunque parezca una locura, prefiere seguir en esas condiciones que volver a Argelia. La verdad es que le asusta mucho, muchísimo, lo que pudiera ocurrirle en ese país".Además, consigna que Estados Unidos ha devuelto ya a algunos de los detenidos a otros países, a pesar del riesgo de tortura y otras violaciones graves de derechos humanos. Por ejemplo, indica, siete detenidos en Guantánamo que fueron enviados a la Federación Rusa en 2004 "llevan sufriendo desde entonces violaciones a sus derechos humanos como hostigamiento, detención arbitraria, tortura y juicios injustos".Frear demanda que Obama vaya más lejos y modifique sus políticas. "El nefasto programa de detenciones, rendiciones e interrogatorios secretos debe terminarse. Desde ahora, tiene que haber un respeto absoluto por las leyes internacionales de derechos humanos y Estados Unidos debe respetar las leyes en general. Le damos la bienvenida al paso inicial, pero aún hay mucho por hacer. Seguiremos haciendo campaña por esos cambios, y los evaluaremos si se producen. Pero si no, presionaremos sin descanso", concluye. Amnistía Internacional -la primera organización no gubernamental que, en 2002, exigió el cierre inmediato de la prisión estadunidense de Guantánamo- lanzó el pasado 16 de enero en Londres una campaña titulada "Los 100 primeros días de Obama", que pide medidas concretas para demostrar el compromiso del nuevo presidente con las normas internacionales de derechos humanos, especialmente en lo que se refiere a la lucha contra el terrorismo.
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