1,5 millón y de muertos, 4,5 millones de desplazados, entre 1 y 2 millones de viudas, 5 millones de huérfanos
John Tirman
The Nation
Traducido por Manuel Talens
Hoy ya podemos estimar el número de iraquíes muertos en la guerra instigada por el gobierno de Bush. El análisis de las pruebas empíricas del legado de la guerra de Bush pondrá en entredicho sus pretensiones de victoria. Por supuesto, incluso según su vara de medir –la estabilidad– el veredicto es negativo. Casi seis años después de la invasión, el país permanece dividido por el sectarismo y por importantes problemas sin resolver, como el estatuto de Kirkuk.
Ahora conocemos mejor el costo humano de la guerra. Por ejemplo, Naciones Unidas estima que hay alrededor de 4,5 millones de iraquíes desplazados –más de la mitad de los cuales son refugiados–, lo cual equivale a uno de cada seis ciudadanos. Sólo el 5% han escogido regresar a sus hogares durante el último año, un período de menor violencia con respecto al grado que ésta alcanzó entre 2005 y 2007. La disponibilidad de servicios médicos, agua potable, escuelas en funcionamiento, trabajo, etc. sigue siendo aleatoria. Según la Unicef, muchas provincias advierten que menos del 40% de los hogares tienen acceso a agua potable. Más del 40% de los niños en Basora y más del 70% en Bagdad no pueden ir a la escuela.
La mortalidad provocada por la guerra es también alta. Entre 2004 y 2007 se realizaron varias encuestas entre las familias iraquíes. Aunque existen diferencias entre ellas, la amplitud estadística de los datos sugiere la congruencia de sus estimaciones [1]. Durante los últimos 18 meses no ha habido encuestas y las dos más fiables se realizaron a mediados de 2006. De éstas, la que arrojó cifras más elevadas contabilizó 650.000 "muertes en exceso" (es decir, la mortalidad atribuible a la guerra); la otra contabilizó 400.000. La guerra continuó en toda su ferocidad durante 12 a 15 meses más después de tales encuestas y luego empezó a aminorar.
Los datos provenientes de Iraq Body Count, una ONG con sede en Londres que utiliza los informes de los medios en lengua inglesa provenientes de Iraq para contabilizar las muertes entre la población civil, permiten actualizar las estimaciones de 2006. Aunque es bien sabido que el recuento está por debajo de la realidad, ya que los informes de la prensa son incompletos y bagdadicéntricos, Iraq Body Count permite señalar tendencias estadísticas muy valiosas y sorprendentes. Sus estimaciones se acercan a 100.000 más, que incrementan la cifra de 45.000 publicada en junio de 2006 (no se contabilizan las muertes no violentas en exceso, por emergencias sanitarias, por ejemplo, ni las muertes entre la resistencia). Si consideramos estas cifras como un marcador estadístico aceptable, podremos calcular con bastante precisión las muertes totales duplicando el total de las encuestas familiares de 2006, que utilizaron para sus estimaciones un método mucho más fiable, sofisticado y de larga experiencia en epidemiología. De manera que, en la actualidad, en vísperas del sexto aniversario de la guerra, estaríamos entre 800.000 y 1,3 millones de "muertes en exceso".
Esta cifra horripilante adquiere sentido si se compara con el cálculo de los dirigentes iraquíes, según el cual hay en el país entre 1 y 2 millones de viudas de guerra y 5 millones de huérfanos, lo que constituye un indicio empírico directo –y también indirecto– del total de la mortalidad en exceso que confirma la realidad de los desplazados, de los hogares destruidos por el luto y de la inseguridad general. Las cifras son contundentes: 4,5 millones de desplazados, 1-2 millones de viudas, 5 millones de huérfanos, alrededor de 1 millón de muertos de una manera o de otra. Casi uno de cada dos iraquíes se ha visto afectado por la guerra.
Sea cual sea el método que se utilice, parece difícil describir esto como una victoria, dice mucho sobre la reparación que les debemos a los iraquíes y debería ponernos en guardia contra las guerras salvajes a que somos tan propensos. Ahora que Bush se fue, quizá Usamérica pueda hacer frente con honradez al daño que ha infligido y aceptar la responsabilidad de su autoría.
[1] En estadística, la amplitud (range) es la diferencia entre el valor máximo y mínimo de los valores de una variable se encuentran comprendidos el 100% de los valores muestrales. (N. del T.)
Los responsables en Estados Unidos, impunes, disfrutando sus millones.
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