LA PAZ, Bolivia, 10 de abril (EFE).- A base de mate de coca y agua, el Presidente de Bolivia, Evo Morales, sigue con su habitual ritmo acelerado de trabajo pese a la huelga de hambre que mantiene desde hace 30 horas como medida de presión a exigir al Congreso que apruebe la nueva ley electoral.El Presidente, que cumple hoy su segunda jornada de huelga junto con 14 líderes de movimientos sociales y sindicatos, está bien física y anímicamente.Está sentado en un colchón y solo toma agua, mate, caramelos y masca hoja de coca, explicó una fuente de la Presidencia. Como en sus tiempos de líder sindical, Morales no dudó el jueves en unirse a los movimientos sociales para instar a los parlamentarios a que “cumplan el mandato” que el pueblo boliviano les dio en las urnas al aprobar la nueva Constitución, que contempla la celebración de elecciones en diciembre. “Algunos quieren cansar a Evo Morales”, afirmó esta mañana el líder indígena en declaraciones a la prensa, si bien recordó que cuando era sindicalista llegó a permanecer más de 18 días en ayuno voluntario y apuntó que mantendrá la huelga hasta que se apruebe la ley.La imagen de Morales sentado en un colchón y tapado con una manta en un salón del Palacio de Gobierno de La Paz, con pancartas reivindicativas encima de espejos y cuadros, ha recorrido el mundo y ha hecho que el mandatario reciba el apoyo y la solidaridad de líderes políticos y organismos internacionales.El portavoz presidencial explicó que la huelga de hambre no impide al Mandatario seguir trabajando.
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