sábado, agosto 08, 2009

La cumbre de Asunción, un paso trascendente

Barómetro Internacional

MERCOSUR-Integración

Por Fernando Del Corro (*)

Tras un comienzo durante el cual se produjeron algunos duros cruces en el centro del ring que preanunciaban un retroceso en el marco integrador del MERCOSUR, en primer término, pero también de Suramérica y del conjunto de la América Latina, las cosas se encarrilaron en sentido opuesto y la “XXXVII Cumbre del MERCOSUR” desarrollada en la capital paraguaya significó un trascendente salto cualitativo en cuanto a resolver cuestiones concretas que hacen a las prioridades de la región.

Hubo varios responsables de dicho giro. En primer lugar hay que citar a la presidenta argentina Cristina Fernández quién con un discurso político cambió de plano la visión quasi fatalista que se había observado el día anterior. De una batalla por temas comerciales y similares entablada el día anterior en el encuentro de Consejo del Mercado Común, unificó los criterios en la cuestión política vinculada con la defensa del sistema institucional a partir del golpe de estado en Honduras mediante la necesidad de reponer en su cargo al presidente Manuel Zelaya, y en la solución a un problema como la pandemia de la Gripe A que afecta a 170 países del planeta Tierra.

Si bien hubo algunos que minimizaron los temas como los cancilleres de Colombia (sobre todo) y del Perú en la defensa de la constitucionalidad en Honduras y sus riesgos de propagación y del presidente uruguayo Tabaré Ramón Vázquez, apelando a su condición de médico oncólogo, en cuanto a que había que preocuparse más por el tabaquismo que por la Gripe A, ya que mueren muchas más personas por día por aquél que por ésta, el resto, en forma unánime aprobó las propuestas de Cristina.

Pero hubo otras intervenciones trascendentes, como la del presidente boliviano Juan Evo Morales Ayma. Este avaló la postura de la presidenta argentina y profundizó el análisis de los problemas de la región en referencia con los intereses de sectores fundamentales en el manejo del poder en los Estados Unidos de América, como el negocio de la guerra, que sobrepasan las posturas que pueda sostener el presidente Barack Hussein Obama.

Además, la gestión de Evo Morales al frente del gobierno boliviano fue ampliamente reconocida por la mayor parte de los partícipes de la Cumbre, sobre todo habida cuenta de que se trata del país de la región que más está incrementando su Producto Interno Bruto (PIB) en el marco de la crisis mundial. Para este año se espera un crecimiento de más del cuatro por ciento.

Pero no sólo fueron de gran trascendencia los documentos relacionados con los planteos argentinos, sino que, además, se dieron importantes avances en resolver algunas cuestiones bilaterales, como las que mantienen el Perú y Bolivia por la presentación del primero de una cuestión contra Chile por la soberanía marítima de la zona fronteriza entre ambos países; disputa que obstruye los avances de una negociación chileno-boliviana para dar una salida al mar al país del Altiplano.

Asimismo los cancilleres peruano y boliviano analizaron el problema planteado con el otorgamiento de asilo político por parte del Perú a prófugos de la justicia boliviana que los investiga por diversos actos ilícitos cometidos durante sus gestiones en anteriores administraciones.

La presidenta chilena Michelle Bachelet avanzó con firmeza en algunas cuestiones con su par paraguayo Fernando Armindo Lugo Méndez. Amén de una cuestión menor como un problema planteado alrededor del embajador paraguayo en Santiago de Chile, un punto central fue la venta de electricidad paraguaya a Chile en el orden de los 200 kilowatios. Algo para lo cual se hizo necesario el visto bueno argentino que ya lo había dado en su momento la presidenta Cristina Fernández, ya que se necesita un mecanismo de triangulación con la Argentina en el medio.

Pero lo más significativo en estos acuerdos bilaterales fue el logrado entre el anfitrión Lugo y el presidente brasilero Luiz Inácio Lula Da Silva alrededor de la reformulación de la explotación de la mayor represa hidroeléctrica del mundo, la de Itaipú. Los gobiernos paraguayos venían bregando por ello desde hace varios lustros sin éxito, al punto de que un acuerdo establecido en 2005 debió ser dejado de lado cuando no lo habilitó el parlamento en Brasilia.

Si bien esta vez también está de por medio el Congreso brasilero las expectativas son mucho más favorables. Lula, según la información reservada a la que tuvo acceso MERCOSUR Noticias, se comprometió con Lugo en que, llegado el caso, podía emitir una MP (Medida Provisoria, similar a los decretos de necesidad y urgencia -dnu- de la Argentina) para acelerar los plazos, aunque luego la misma debiera ser considerada por los legisladores.

Mediante este acuerdo el Paraguay obtuvo claras mejoras en la explotación de Itaipú ya que, como arranque, percibirá 360 millones de dólares estadounidenses anuales, en lugar de los actuales u$s 120 millones actuales como bonificación especial por la energía no utilizada y que si aprovecha el Brasil. Pero además se encontrará con dos puentes que se harán con cargo al Brasil, al igual que un canal de navegación de Itaipú, el trascendental ferrocarril que cierra el recorrido bioceánico entre Paranaguá (Brasil) y Antofagasta de la Sierra (Chile) y otra serie de beneficios, entre los cuales adquiere trascendencia la revisión de la deuda paraguaya con el Brasil por Itaipú que hará la gestión Lugo y revisará la gestión Lula.

En cuanto a los problemas a solucionar en el marco comercial regional, por último, tras los directos y ganchos iniciales, hubo avances, como el acuerdo argentino-brasilero para revisar el comercio bilateral que lleva 72 meses favorable para el gigante suramericano; o el compromiso brasilero, en el marco del acuerdo de Itaipú, de favorecer la importación de bienes paraguayos con mayor valor agregado. Del mismo modo hubo coincidencias en cuanto al comercio zonal en monedas locales, tal como ya hacen la Argentina y el Brasil, aunque ahora tendrán que instrumentarse los mecanismos vía los respectivos bancos centrales.

Lo que quedó sin resolver, a pesar de los acuerdos que se habían logrado en la capital uruguaya, sede del Parlasur, fue avanzar en el sistema de proporcionalidad. En la actualidad el Parlasur está integrado por 72 diputados, 18 de cada país miembro pleno (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), más otros 18, con voz pero sin voto, de Venezuela.

El acuerdo fijaba pasar a 37 para el Brasil, 26 para la Argentina y los mismos 18 para el Paraguay y el Uruguay, con un cambio también previsto para cuando se produzca la incorporación plena de Venezuela. Sin embargo el Uruguay impidió que se concretase la propuesta a raíz de que rechaza la creación de un Tribunal Arbitral del MERCOSUR, la cual estaba ligada a la reestructuración del Parlasur. De todas maneras dentro de un mes habrá nuevas conversaciones sobre el particular, aunque se descuenta que poco se podrá hacer en la materia hasta que no se realicen las elecciones presidenciales uruguayas, en las que en el marco del MERCOSUR se apuesta a una victoria del frenteamplista José “Pepe” Mujica, habida cuenta de que el opositor Luis Lacalle, ex presidente postulado por el Partido Nacional (Blanco) ya ha puesto de manifiesto su postura contraria a este proceso regional.

(*) Periodista, historiador graduado en la Facultad de Filosofía y Letras (FyL) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), docente en la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la UBA en "Historia Económica Argentina" y subdirector de la carrera de "Periodismo económico" y colaborador de la cátedra de grado y de la maestría en "Deuda Externa", de la Facultad de Derecho de la UBA. Asesor de la Comisión Bicameral del Congreso Nacional para la Conmemoración del Bicentenario 1810-2010.

No hay comentarios.: