Barómetro Internacional
Dr. Leonel Flores*
Cuando se habla de democracia, todos los políticos quieren estar dentro del mismo término, es decir, se les pregunta y todos, absolutamente todos, afirman ser demócratas.
El golpe de estado cometido en Honduras, hasta ahora sin solución, hizo saltar al escenario de las relaciones diplomáticas internacionales a muchos paladines de la justicia y la democracia, queriendo inyectar a toda costa que el uso de la fuerza es justificable para instaurar algún tipo de democracia en algunos países o que la verdad esta de un solo lado. Lo que comenzó en Honduras con el mismo discurso gastado de luchar contra el comunismo, se ha convertido ya, en una guerra internacional de ideologías sin salida y donde la peor parte se la esta llevando el pueblo.
Lo que cuesta entender es la notoria participación con doble moral de muchos actores políticos, sociales, religiosos, mediáticos y hasta gobernantes.
La doble moral es un criterio moral que se aplica con más rigor en un grupo (o individuo) que en otro. La doble moral es injusta, revela la enciclopedia libre Wikipedia, porque viola el principio de justicia conocido como imparcialidad, pues toma en cuenta a las personas según diferentes criterios.
Mientras el pueblo hondureño se juega su futuro, muchos medios de comunicación también están librando una lucha ideológica, estos se convierten en cómplices de los enemigos de la paz y la reconciliación. Los medios de comunicación conservadores llaman “presidente” al golpista y “ex-presidente”, al derrocado. Arremetieron contra Chávez por su “ataque a la libertad de expresión" en el caso RCTV, arremeten contra el presidente de Ecuador por sus diferencias con los medios, pero ahora no les parece importarles los actos nefastos en contra de la prensa internacional en Honduras, donde el gobierno de facto al peor estilo dictatorial detiene a periodistas, expulsa y saca del aire a los noticieros internacionales. En esta condición de doble moral no se libra la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
En Nicaragua, Guatemala y hasta en Venezuela, la derecha ha aprovechado el golpe de estado en Honduras para traer a cuenta sus intereses políticos, olvidándose de la solidaridad que necesita el pueblo hondureño en estos momentos de crisis. En El Salvador, la derecha le exige al presidente Funes que se mantenga al margen de la situación en Honduras, pero se olvidan que ellos no pierden un minuto en inmiscuirse en la vida de los venezolanos y la de su presidente. A lo que ha sido un Golpe de Estado le llaman restitución del orden constitucional y a los tiranos les llaman héroes. Habría que recordar cuantas veces ARENA y su presidente hizo caso omiso de las observaciones del FMLN ante las constantes violaciones constitucionales.
Por si fuera poco, representantes de la iglesia católica no se quedan atrás en la doble moral, le exigen a Zelaya que no regrese para no crear confrontación, al mismo tiempo que forman un frente común en el acto de la NO condena al golpe de estado y tomando partido a favor del gobierno golpista. Al final se escucha que el secuestrado, el humillado, el derrocado a la fuerza en una forma grotesca y antipopular, podría recibir una amnistía para que lo que le hicieron quede en el olvido.
Lo que mas preocupa ahora es la pasividad con la que EEUU ha tomado los sucesos en Honduras, ¿Estará detrás el gobierno de Washington? ¿Estarán detrás los ultrarradicales del congreso? O simplemente es para Estados Unidos la tormenta perfecta y seria el gran ganador de no resolverse de una forma sensata y razonable el golpe de estado en el hermano país, retomando el control hegemónico casi perdido en la era Bush.
Cada día que pasa aumenta de intensidad el conflicto en Honduras, los actores principales no ceden, el pueblo esta en la incertidumbre, las ideologías sacan su agenda y la política de doble moral sigue convirtiéndose ya, a causa de los extremismos, en lo que Ortega y Gasset, filosofo español, definió en 1937 como: hemiplejia moral.
*El Dr. Leonel Flores es medico investigador radicado en USA
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