Año 8, número 3151
Miércoles 28, octubre del año 2009
Como ya desde hace cuando menos tres años lo habíamos anticipado en este mismo espacio, y lo remachamos en las inundaciones de Tabasco del 2008, la actitud del Gobierno federal, con relación a la generación de la Energía Eléctrica, va mucho más allá de las buenas intenciones expresadas por Felipe Calderón, las que más bien se pueden calificar como abiertamente perversas.
El que vaya a venderles luz barata a los hermanos guatemaltecos, está muy bien, toda vez que ciertamente a nosotros nos sobra, como quedó demostrado con las citadas inundaciones que fueron ocasionadas por la sobre producción de energía y en consecuencia el llene inmoderado de las presas que finalmente se derramaron.
Toda vez que el compromiso con empresas extranjeras (españolas) que bajo la forma de Contratos de Servicios Múltiples (violatorios a la Constitución) hacían innecesario que la CFE generara el fluido por comprárselo a las citadas empresas.
El Gobierno federal ha impedido el crecimiento de quienes generan la energía eléctrica, al impedirles que su red de fibra óptica sea utilizada con otros fines, como son la TV por cable, la telefonía y por supuesto el acceso a la Internet…
Negocio verdaderamente de fábula (miles de millones mensuales) que encima de todo pretendían grabar todavía más con impuestos. Encareciendo de esa manera el acceso a la información que brinda la Red y de paso fomentando el oscurantismo…
Sin soslayar que muchas naciones en el mundo prestan el servicio de Internet de manera totalmente gratuita. Y que la tendencia a fomentar la ignorancia de nuestro Pueblo, claramente se refleja en la intención de disminuir el presupuesto a las Universidades, lo que es, en una palabra: patético…
Y eso no es todo; pues las hidroeléctricas tienen por norma regresar el agua que mueve sus turbinas, perfectamente potable. Y aún así, no les permiten competir en uno de los negocios más rentables de la actualidad, el embotellar el agua y venderla a los particulares.
Como sí se lo permiten principalmente a la Coca-Cola y a tantas otras empresas que ni siquiera pagan el vital líquido que embotellan (como se le llama al agua sin entender el verdadero alcance de la frase) privando de esa manera a las empresas nacionales el hacer negocios y capitalizarse.
De haberlo hecho, aunque el hubiera no existe (pero todavía se podría hacer) la situación de la Cia. de Luz y Fuerza del Centro sería totalmente distinta.
Solo que el poner tan precipitadamente a la venta la inmensa red de fibra óptica que tiene (o tenía) la citada Cia. de Luz y Fuerza del Centro (muy superior a la que tiene la CFE) ha hecho que salga el peine y se ponga en evidencia la desmedida ambición de nuestros gobernantes, que seguramente ya la tiene comprometida con alguna otra empresa, indudablemente extranjera.
http://www.diariolibertad.org.mx/diario/index.php
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