viernes, noviembre 13, 2009

“Llamé al cielo y no me oyó”.

Año 8, número 3167
Viernes 13, noviembre del año 2009

Ante la solicitud que la IP de Ciudad Juárez hiciera a la ONU para que los “cascos azules” intervengan y pongan fin a las matanzas y vejaciones que a diario sufren y tienen literalmente aterrorizados a los ciudadanos.

Cabe mencionar, que ni los “cascos azules” ni los “boinas verdes” (que son el cuerpo de elite del ejército norteamericano) ni los hijos de la madre Matiana han podido, pueden o podrán con la delincuencia urbana. Ciertamente no es su especialidad.

Los militares piensan como estrategas, como militares que enfrentan una fuerza, superior o inferior, pero que saben dónde está. Con ventaja o desventaja pero las dos fuerzas beligerantes juegan el mismo juego.

Lo que no sucede con la delincuencia urbana, donde los juegos son diferentes. Y en consecuencia, así como para enfrentarse a un ejército se necesita un General, para combatir a la delincuencia se requiere de alguien que píense como delincuente y se pueda anticipar a las jugadas.

Pero suponiendo por lógicas razones que la ONU no va a enviar a sus “cascos azules” todo parece indicar que, emulando las palabras de don Juan Tenorio cuando dijo “Llamé al cielo y no me oyó; y ya que sus puertas me cierra, de mis pasos en la Tierra, responsa el cielo, no yo”.

El siguiente paso es emular al Alcalde incómodo, Mauricio Fernández Garza, y contratar los servicios de matones a sueldo para acabar con la violencia en la fronteriza Ciudad, que en este año lleva ya contabilizados más de 2 mil asesinatos.

Solo se sugeriría esperar un poco antes de llevar a cabo semejante contratación, cuando menos hasta ver los resultados que se obtienen en $an Pedro Garza García, donde al parecer no fue una contratación de matones a sueldo lo que se llevó a cabo, sino un acuerdo cupular entre los dueños de la Plaza y las Autoridades.

http://www.diariolibertad.org.mx/diario/index.php

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