miércoles, enero 06, 2010

Columna Asimetrías. Razones de Estado Perversas





06 enero 2010
“La renuncia de Calderón no resolverá nada, los problemas de México fueron causados no por Felipe Calderón y el PAN, sino por De la Madrid, Salinas, Zedillo y el PRI”.

Francisco Reyes Morales

I

Por supuesto: el Presidente de Facto –considerado ilegítimo por millones de sus connacionales— no es el causante de la debacle, ciertamente muy peligrosa, en la que vivimos en México, pero sí el atizador sexenal extremo de ésta.

Y ese extremismo es percibido por no pocos mexicanos –por lo menos los conscientes de la brutal realidad-- como deliberado, lo cual sugiere que las políticas francamente antisociales del poder político panista/priísta del Estado no devienen de ineptitud.


¡Quiá! ¡No, de ninguna manera! Reitérese; no deviene esa hecatombe actual de la actuación inepta, desinformada, torpe y, ergo, socialmente inviable, de don Felipe, sino lo opuesto: son intencionadas, aviesas, perversas, alevosas, ventajosas. Son a propósito.

Ello nos describe que éste mandatario espurio, conocido en ciertos círculos de la oposición ideológica y política como El Breve, es un monstruo, motivado por una consigna –que ahora se nos descubre insoslayable— de golpear la economía familiar.

¿Y cuáles serían –son, al parecer— las razones que se nos muestran como de Estado de tan brutales tácticas? ¿Qué mueve a don Felipe a esas prácticas tan de espeluzno y terror que atentan contra el interés de la sociedad y, dicho sin tapujos, contra México?

II

Esas políticas contrarias a los intereses del país mismo y, no sin dramatismo, a los de los mexicanos, tienen identidad: son acciones de Estado no sólo porque los panistas en el poder político las aplican, sino porque tienen la cómplice anuencia de los priístas.

Tal es un hecho vero, factual, documentado. La vertiente priísta del poder político del Estado, representada en mayorías legislativas federal y locales y de gobernadores y alcaldes, no han movido un dedo para detener esta masacre moral de los mexicanos.

Ello equivale a premeditación alevosa: los legisladores tienen a su alcance potestades y mecanismos constitucionales para detener esa damnificación de los mexicanos causada por las políticas, diseñadas en Estados Unidos, que aplica el señor Calderón.

La parálisis legislativa es intencionada. Por ello, la vertiente priísta del poder político del Estado convierte las razones de la vertiente panista de dicho poder político en políticas de Estado. Estamos presenciando una descomunal modalidad criminal.

El poder, pues, versus el pueblo. Éste yace somnoliento, inconsciente, ajeno a su propio drama, víctima de su idiosincrasia conformada por vectores históricos devenidos de la Conquista: la religión organizada con fines de poder y riqueza habida del saqueo.

III

Nos induce ello a ignorar a la mismísima experiencia histórica, la de que la liberación de los pueblos no es decisión divina, deísta, providencial, milagrosa, sino humana. Dios no hace revoluciones ni resuelve opresiones sociales; las solapa.

¿Cuáles son los motivos de esa parálisis cómplice de la vertiente priísta del poder político ante las depredaciones causadas por la vertiente panista? Una razón puede ser, objetivamente discernida, afinidad ideológica y polílica y traición a la patria.

Dicha masacre se emblematiza en violencia económica con el propósito de agudizar la desigualdad y la injusticia, en un contexto de ejercicio inicuo del poder del dinero –consorcios trasnacionales y oligarquías locales-- y del político del Estado.

Esa desigualdad socioeconómica e injusticia social tiene secuelas espectacularmente trágicas: alto costo de la vida, desempleo rampante y progresivo, pobreza galopante y miseria sin esperanza, inseguridad societal, incertidumbre y profundo daño colectivo.

Esas tácticas responden a una estrategia trasnacional cuyo operador sexenal formal es el señor Calderón, sucesor de quienes –priístas-- hace 27 años instauraron mediante fiat el modelo económico neoliberal, que nos ha llevado al desastre ruinoso de hoy.

ffponte@gmail.com

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