De acuerdo con información contenida en un par de oficios a los que tuvo acceso EL UNIVERSAL, los enviados de EU supervisan de manera directa el paso de extranjeros por territorio nacional en las terminales aéreas de la ciudad de México, de Cancún y las principales metrópolis del país.
Desde octubre pasado, agentes de Estados Unidos han incrementado su presencia en aeropuertos del país, donde dictan una serie de medidas al personal del Instituto Nacional de Migración (INM) y otras instancias gubernamentales para permitir el ingreso o no de viajeros de otras partes del mundo.
De acuerdo con información contenida en un par de oficios a los que tuvo acceso EL UNIVERSAL, los enviados de EU supervisan de manera directa el paso de extranjeros por territorio nacional en las terminales aéreas de la ciudad de México (AICM), de Cancún y las principales metrópolis del país.
El personal es asignado vía la embajada de Estados Unidos y su perfil es latino, pues son dominicanos, cubanos, mexicano-estadounidenses y únicamente hay un anglosajón.
Con base en los documentos, lo anterior forma parte del Programa Conjunto de Seguridad de Viajeros en México, coordinado por Víctor Manuel Guerra Enríquez, subdelegado regional del Distrito Federal en el AICM, dentro de la Iniciativa Mérida.
Agentes del INM entrevistados por este diario confirmaron que en los primeros días de diciembre fueron informados por Guerra Enríquez de que dicho plan se extendería hasta marzo de este año, con amplias posibilidades de quedarse de manera indefinida.
Comentaron que el funcionario adelantó que el operativo formaba parte de un programa piloto en México que en la Unión Americana es conocido como Trusted Traveler Programs.
Estos trabajos son supervisados por Matthew Suárez, estadounidense de origen puertorriqueño, jefe de grupo del US Customs Border Protection (CBP).
El equipo de Suárez viste por lo regular con ropa sport o formal, con sus identificaciones entre las ropas.
También participa personal de otros organismos estadounidenses.
El personal del CBP porta un gafete amarillo del INM, igual que el de los agentes mexicanos, pero con la leyenda “Embajada de Estados Unidos”. Fijan su interés en los vuelos procedentes de Europa, Centro y Sudamérica, cuyos pasajeros son observados a varios metros en una “inspección a distancia”.
Empleados del INM dicen que hace unas semanas arribó un avión con una familia de iraquíes nacionalizada en Bélgica, por lo que los enviados de Estados Unidos se hicieron acompañar por agentes mexicanos para interrogarlos.
Sus papeles estaban en regla, pero los representantes del CBP insistieron: cuándo adquirieron la nacionalidad belga, para qué, cuánto tiempo van a estar en México, dónde se van a hospedar, cuántos sellos tiene su pasaporte, y así, hasta tener un perfil completo. Al término del interrogatorio se les negó el ingreso a México.
En otras ocasiones algunos pasajeros exigen que se les explique por qué los cuestiona una persona que no es mexicana, pero nunca hay respuesta.
El gobierno federal prianista de México totalmente subordinado a EU
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