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Conoce…EL DESAFÍO DE SLIM
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Hasta ahora, las pláticas en torno a este acuerdo se han realizado a puerta cerrada, en secrecía, sin transparencia. Sobre la mesa solo están los argumentos e intereses de una de las partes involucradas. La voz de los usuarios/consumidores ha sido relegada.
¿Qué es ACTA?
En 2007, presionados por la industria de los derechos de autor, Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Suiza y Japón dieron a conocer en forma conjunta el inicio de las negociaciones del Acuerdo Comercial Antifalsificación, conocido como ACTA por sus siglas en inglés.
Según un documento que dio a conocer la UE, el objetivo del ACTA (Anti-Counterfeiting Trade Agreement) es “establecer normas internacionales para la aplicación de los derechos de propiedad intelectual a fin de combatir más eficazmente el creciente problema de la falsificación y la piratería”.
El convenio comprende la “cooperación internacional”, nuevas “prácticas de control” y un “marco legal” para combatir la proliferación de infracciones a la propiedad intelectual.
A esta serie de negociaciones se han sumado Australia, Canadá, Corea, Marruecos, Nueva Zelanda, Singapur y México, país sede de la Séptima Ronda de Negociaciones que se llevará a cabo del 26 al 29 de enero en Guadalajara.
El ACTA se compone de seis capítulos, pero el que ha causado más controversia y debate es el referente a la "Ejecución de los derechos de la propiedad intelectual en los medios digitales". Y esto tiene que ver con la creación de un "Marco legal sobre la observancia de los derechos de propiedad intelectual" en Internet.
El problema
La comercialización de productos piratas o falsificados es una amenaza permanente para la propiedad intelectual.
Esfuerzos bilaterales y multilaterales para erradicar la piratería se han negociado como parte de acuerdos comerciales y de seguridad entre países.
El esfuerzo multilateral más reciente es el ACTA, y los gobiernos involucrados están siendo presionados por los grandes corporativos de la industria del copyright para combatir la falsificación y venta de sus productos, que incluyen desde cosméticos hasta música y películas.
Según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el comercio internacional de productos pirata genera 215 mil millones de dólares anuales. Tan solo en la UE, en 2007 fueron incautados 79 millones de artículos pirata en las fronteras de los países miembros.
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La tierra comenzó a sacudirse a las 4 con 53 minutos de la tarde, hora de Haití. Era el martes 12 de enero. El epicentro del terremoto de 7 grados en la Escala Richter se ubicó a tan solo 25 kilómetros de Puerto Príncipe, la capital.
La ciudad de Léogâne prácticamente quedó bajo los escombros con 80 ó 90 por ciento de destrucción. En Jacmel, la devastación fue de 50 ó 60 por ciento, y en Gressier y Carrefour de 50 por ciento.
El último gran desastre natural que sacudió a la isla se registró en 1946, cuando un sismo de 8.1 grados en República Dominicana provocó un tsunami que mató a casi 2 mil personas. Pero lo que ocurrió la semana pasada no tiene comparación.
La explicación geológica es que el sismo ocurrió a lo largo de la falla Enriquillo, que va desde la Bahía de Montego, en Jamaica, hasta la parte sur de la isla, que es compartida por Haití y República Dominicana.
La falla había permanecido más de 250 años en una extraña estabilidad, pero se esperaba que ocurriera un temblor en cualquier momento. Lo que no podían prever los geólogos era si la energía se liberaría en intervalos, poco a poco, o en un terremoto intenso, como el que dejó a Haití en estado de desolación.
Y conforme pasan los días, la magnitud del desastre crece por el número de muertos. Ahora se estima que 200 mil personas perdieron la vida, cifra que ubica a este terremoto muy cerca del tsunami asiático que mató a 226 mil personas en 2004.
Por ahora, y si la cantidad oficial de decesos no aumenta, el sismo de Haití es el tercero más devastador de la historia en todo el mundo.
En 1976, murieron en China 242 mil personas debido a un sismo. En 2004, el tsunami asiático mató a 226 mil. En 2010, se estiman 200 mil víctimas mortales en Haití.
En 2008, China sufrió otro terremoto. Ese año, la cifra fue de 88 mil muertos. Y en 2005, Pakistán, India y Afganistán sumaron 75 mil muertes provocadas por un sismo.
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