El Bicentenario de nuestra Libertad de España, también nos debe convocar a reflexionar con mesura, “Verdad y Justicia”, sobre los hechos acaecidos hace 34 años que marcaron a los argentinos trágicamente los últimos tres decenios. La realidad y la contundencia de los efectos de ese golpe cívico militar todavía están presentes en una sociedad aturdida, desanimada y empobrecida. Por ello se debe hacer un balance histórico superador de las versiones maniqueas y simplistas de la tragedia a que fue llevada la sociedad argentina, aniquilando el último intento de llevar adelante una Argentina con pensamiento estratégico propio, distinto y superador del mundo bipolar que dominaba la década del 70.
El Golpe Cívico Militar de 1976, fue planificado y ejecutado para poner fin a la posibilidad de una Argentina no dependiente eliminado el proceso de “Reconstrucción y Liberación Nacional” que había iniciado el Presidente Juan D. Perón con el apoyo popular de mas del 62% de la población argentina, tras 18 años de exilio, proscripciones, persecuciones, y asesinatos de resistentes al régimen dictatorial iniciado con el fatídico golpe de 1955 (cívico, militar, eclesiástico) que fue fundamentalmente realizado para terminar con el programa industrializador del primer peronismo, destinado, a sacar la Argentina del modelo de factoría exportadora de materias primas agrarias que fue instrumentado por la generación del 80 y que estaba en crisis terminal al derrumbarse el imperio británico. Ese modelo en el 55, 76 y en la actualidad sigue hipnotizando a los sectores de la clase media vinculada a la renta y los negocios con el “estado”.
Por ello estos sectores identificados con la “derecha” económica formaron parte de una de las pinzas para desestabilizar el Gobierno Constitucional (apoyando el agio y la especulación, como había ocurrido en Chile cuando la derecha desabasteció al País) y el otro brazo de esa tenaza destructora fueron los grupos mesiánicos, soberbios e ignorantes de la realidad del país, que eligieron el terrorismo de la “lucha armada” desconociendo el liderazgo de Perón, iniciando una lucha irracional y sin posibilidad de éxito (contra el Estado y sus fuerzas armadas y de seguridad), el primer acto de esta acción suicida, fue el asesinato del Secretario General de los Trabajadores José I. Rucci, le siguieron toma de cuarteles, asesinato de civiles y termina con la aventura foquista de instalarse en la Provincia de Tucumán donde son militarmente derrotados, ese accionar fue totalmente funcional a los grandes grupos de poder económico concentrados del País y con vinculaciones políticas económicas con las multinacionales de origen estadounidense principalmente.
Esta “derecha” y la política de guerra fría sostenida por Estados Unidos, no podían permitir a un País como Argentina que desarrollaba una política exterior independiente de los dictados de Washington: la Argentina fue el único país suramericano que rompió el Bloqueo comercial y diplomático a Cuba (tratado Perón Castro), integrábamos y éramos actores principales del bloque de los “Países no Alineados”, junto con China e India, en lo interno la riqueza nacional tenia una distribución equitativa ya que el sector trabajador percibía el 48% del producto bruto nacional (hoy solo el 23% de PBI y eso en el sector formal porque tenemos un 40% de los trabajadores informales), que había nacionalizado los depósitos bancarios o que había nacionalizado las bocas de expendio de combustible, (intento la exploración petrolífera mar adentro, siendo hundida en extrañas circunstancia la plataforma de exploración adquirida por la estatal YPF) con lo que las empresas multinacionales petroleras abiertamente financiaban las acciones antigubernamentales. Que estaba desarrollando el mayor emprendimiento energético, de transporte, control y aprovechamientos de aguas dulce de Argentina el “Proyecto Paraná Medio” (Río Paraná desde Santa Fe hasta Corrientes) con apoyo de ingenieros rusos (expertos en diques de llanura) o el fortalecimiento y desarrollo de una industria tecnológica de punta, tanto aeroespacial o naval.
Por ello lo debemos decir con todas las letras el golpe militar llamado pomposamente “Proceso de Reorganización Nacional” se impuso para destruir lo que quedaba de industria nacional propia, solo se permitiría las empresas multinacionales establecidas en el País, se destruiría el ahorro nacional al imponerse un sistema financiero que solo permitiría y desarrollaría la especulación sobre el trabajo genuino, (se disolvieron cientos de cooperativas de trabajo que fueron obligadas a transformase en bancos o ser disueltas), se profundizaría el control de la economía nacional por los organismos internacionales por el FMI o Banco Mundial y el BID para ello se atenazo al país desde esa fecha hasta la actualidad con dos elementos: la Ley de entidades financieras (aun vigente) y la Deuda Externa (que a marzo del 76 solo era de u$s5000 millones de dólares) llevándola a u$s47000 millones cuando abandonaron el gobierno de facto en el 83. Que es acompañado con un sistema impositivo que castiga a los más humildes y favorece al capital concentrado en esos años (vigente).
La tragedia nacional que empezó el 24 de marzo de 1976 (pero que había sido fogoneada por una guerra sangrienta de derechas e izquierdas dentro del movimiento nacional) finalizo siete años después con miles de desaparecidos, miles de exiliados, una deuda externa que condiciono y condiciona a todos los gobiernos democráticos posteriores a 1983 y con una escasa participación del sector trabajador con solamente el 23% del producto bruto Interno, y también el proceso militar (con una guerra asimétrica con Inglaterra y la OTAN por Malvinas, cuya derrota también nos condiciona en la actualidad) termino con la destrucción de las propias instituciones castrenses.
Por ello en este nuevo aniversario y como aporte histórico a reflexionar en esta fecha es recordar la cita del Presidente Juan D. Perón que formulara en el año 1974 poco tiempo antes de su muerte:
"Recuerden que la historia nunca se repite exactamente igual. Lo que primero es una tragedia, vuelve a la realidad como parodia. Si alguna vez llegase a haber otro golpe el pueblo quedará tan derrotado que la vuelta constitucional servirá para garantizar con el voto popular los intereses del imperialismo y de sus cipayos nativos".
Ese es el dilema del año 2010 que debe convocarnos no solo recordar lo fatídico del Golpe Cívico Militar y Eclesiástico, sino para volver a repensar una Argentina con Pensamiento Estratégico propio y desarrollada dentro del marco de una integración real con su continente y salir de la tenaza que impuso el mismo.-
Lic. Carlos A. Pereyra Mele
http://licpereyramele.
Articulo realizado para la Strategic Culture Foundation (Rusia), quien autoriza su difusión citando la fuente
No hay comentarios.:
Publicar un comentario