Vicky Peláez
La política cada vez más agresiva del gobierno de Barack Obama hacia América Latina, demuestra claramente que el presidente norteamericano no ha leído ni una página del libro de Eduardo Galeano "Las venas abiertas de América Latina" que Hugo Chávez le regaló hace un año. Fue durante la V Cumbre de Américas en Trinidad y Tobago y para que entendiera la realidad histórica de América Latina convertida por las ambiciones norteamericanas en su "patio trasero". En abril del 2009 todavía había una esperanza de cambios en la actitud de los EE.UU. hacia el continente. Pero bastaron unos meses para que el mundo se diera cuenta, que detrás de la sonrisa de Obama se afilaban viejas ambiciones imperiales.
Honduras fue su primera víctima, después siguió Colombia que con siete bases norteamericanas se convirtió en amenaza para los países del ALBA y en especial para Venezuela y Cuba, considerados por el Departamento de Estado como los países "desestabilizadores " del orden establecido por el Gran Patrón. Las viejas instituciones especialistas en golpes de Estado y en "revoluciones de colores" como la CIA, la DIA, la DEA, la USAID, la Fundación NED y decenas de ONGs, reactivaron su trabajo de desinformación contra Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, con amplio apoyo de la prensa globalizada. La violación de los derechos humanos es su tema preferido e ignoran deliberadamente que Norteamérica es uno de los países con mayor índice de violaciones y el uso de la tortura en el mundo. Para muestra un botón: a los cinco luchadores cubanos, condenados por infiltrarse en organizaciones anticastristas en Florida para evitar atentados terroristas en la isla, les niegan desde hace 11 años ver a sus familiares. Así son los derechos humanos a la norteamericana.
Pero esto es nada pensando en lo que viene, sólo basta ver la lista de asesores del Congreso norteamericano que han presentado sus iniciativas para formular "La Agenda norteamericana hacia América Latina en 2010 y el futuro". El subsecretario del Departamento de Estado Arturo Valenzuela, el profesor Riordan Roett y el presidente del Diálogo Interamericano Peter Hakim, concluyen al unísono, que Venezuela siguiendo a Cuba, constituye no solamente un "factor desestabilizador y peligroso en la región sino que es un problema irritante para los intereses nacionales de Estados Unidos".
Pero el Gran Patrón acaba de dar un nuevo golpe al continente, al invitar como asesor del Congreso y para formular la Nueva Agenda para América Latina, al promotor del terrorismo y escuadrones de la muerte, al extremista Otto Reich. Esto significa, no solamente retorno a la era Bush padre e hijo, sino a la de Reagan. Para este siniestro personaje que participó en casi todas las guerras sucias de nuestros países, "el ALBA está conformada por una banda de autócratas y déspotas". Para Otto Reich, el "gesto amistoso" de Obama confunde a México, Brasil y Argentina, con excepción de Colombia, y dice que "ya es hora de parar el plan de Chávez de poner fin al imperio norteamericano con ayuda de Rusia, Bielorrusia e Irán".
Este es el plan de Obama y América Latina debe prepararse para lo peor
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