Mérida 2.0
debate.com.mx | Raymundo Riva Palacio | Actualizado: 24/03/2010 8:21:00
El viernes 12 de marzo, el director de la
La revelación sobre la visita del director de la
Los encuentros se dieron en dos momentos. En el primero, Panetta habló con los militares; posteriormente con el civil. La parte crítica de esos encuentros, según la información obtenida, fue con el general Galván y el almirante Saynez, con quienes Panetta tuvo un encuentro muy fuerte, pero no de antagonismos. El jefe de la
Panetta no es el único preocupado en Washington. Desde hace algún tiempo, el gabinete de seguridad del presidente Barack Obama está observando con creciente alarma cómo el gobierno de Calderón, consideran, no está pudiendo con los cárteles de las drogas. Hace un año exactamente, en su primera visita a México como jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el cargo militar más alto en Estados Unidos, el almirante Mike Mullen, advirtió que los cárteles de la droga mexicanos comparten rasgos con los grupos terroristas. Ambos funcionan de manera amorfa. "Inteligencia confiable es una característica fundamental para eliminar a ambos", precisó.
No lo escucharon bien en México, pero Mullen anticipó lo que es la nueva arquitectura de la Iniciativa Mérida, que se empieza a conocer en Washington como "Mérida 0.2", que es una colaboración reforzada en el ámbito de la inteligencia. Este marco renovado sólo podría haber sido viable en un entorno de debilidad mexicana. Las pugnas dentro del gabinete de seguridad de Calderón crearon las condiciones, que Panetta subrayó a los jefes militares mexicanos del día 12: la principal guerra que tienen no es con los cárteles, sino entre ustedes mismos.
inteligencia estadounidenses en unidades policiales mexicanas, para ayudar en la búsqueda de líderes de cárteles y sus sicarios".
El principal diario político de ese país ubicó la información en el contexto de Ciudad Juárez, y añadió que el nuevo acuerdo negociándose entre los dos países permitiría a agentes de inteligencia estadounidenses, principalmente de la DEA, operar desde los centros de operaciones en territorio mexicano con policías federales mexicanos que estén verificados por ellos y que hayan sido entrenados por la
La semana pasada, vino un mensaje adicional, directamente de la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, durante una entrevista en el programa "O´Reilly Factor", que siempre ha tenido un cariz profundamente antimexicano, en la cadena Fox News, que tiene más audiencia en Estados Unidos que CNN, ABC, CBS y NBC juntos.
Bill O´Reilly, su reaccionario conductor, dijo: "La otra noche transmitimos un segemento sobre la guerra de las drogas en México. Yo creo que el presidente Calderón debería aceptar la ayuda de agentes federales de Estados Unidos y quizás de militares. ¿Está de acuerdo?".
Napolitano respondió: "Sí, y él (Calderón) también".
Una vez más, las voces mexicanas que salieran al paso de esa afirmación, que de concretarse significaría un vuelco radical en las relaciones bilaterales entre los dos países en tiempos de paz, estuvieron ausentes. En cambio, comenzaron a aparecer otras sensibilizando a la opinión pública, como la del senador panista Ricardo García Cervantes, quien le dijo a Óscar Mario Beteta en su noticiero matutino en Radio Fórmula, que habría que modificar el concepto de soberanía para permitir una mayor colaboración en el campo de la inteligencia entre los dos países.
La idea quedó sembrada para que crezca. Eso es lo que quiere Estados Unidos. Eso es lo que el presidente Calderón parece estar dispuesto a aceptar. Pero para que eso funcione no pueden estar peleándose los militares, que fue lo que vino a arreglar Panetta. ¿Qué está pasando? Que discretamente, el control de la guerra contra las drogas se está transfiriendo a Washington, se acepte o no públicamente. Esto es un pésimo cierre para Calderón en su guerra contra las drogas, pero quién le mandó meterse a jugar grandes ligas cuando es amateur.
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