Internacional Gonzalo Sánchez
Durante los días posteriores al golpe de estado que sacó a punta de fusil al presidente Zelaya del gobierno, Pepe Lobo, por aquel entonces líder y candidato a la presidencia por el derechista Partido Nacional calificaba esa situación como "sucesión constitucional", aunque en la Carta Magna hondureña no viniese recogido el secuestro del presidente democráticamente elegido ni la falsificación de su firma como forma de sucederlo constitucionalmente en el poder.
En las últimas semanas al líder de la dictadura del país centroamericano se le ha escapado dos veces durante unas entrevistas que en realidad lo que sucedió fue un golpe de estado. La primera vez fue en una entrevista para la CNN, en la que el entrevistador le preguntó que si lo acontecido el 28 de junio de 2009 fue un golpe de estado, a lo que Lobo respondió que "claro que sí, póngale como quiera, pero fue un golpe". La segunda vez que dictador hondureño se equivocó fue la semana pasada en una entrevista realizada por Radio televisión Española (TRVE) en la que Lobo directamente se refirió a lo sucedido como un golpe de estado.
En esta última ocasión Lobo se refiere al golpe con una connotación negativa, como distanciándose del hecho, aunque el mismo Pepe Lobo no sólo apoyó con los diputados de su partido el fraude de la firma falsificada para destituir a Zelaya y nombrar a Micheletti "presidente" apoyando todas las propuestas de éste, sino que además votó a favor de convertir a Micheletti en "senador vitalicio" otorgándole inmunidad penal.
Con estas sorprendentes declaraciones se podría poner en entredicho el mismo cargo de Lobo, ya que las elecciones en las que resultó vencedor fueron organizadas por los mismos que según Pepe Lobo dieron un golpe de estado meses antes, llegando al poder sin ser elegidos por los ciudadanos en elecciones libres, la única forma de obtener el poder ejecutivo y legislativo según la constitución hondureña.
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