domingo, agosto 08, 2010

Chávez: Colombia ¡ay Colombia!


Barómetro Internacional

Papeles para el Debate

Manuel José Montañez Lanza (*)

Para algunos actores internacionales válidos, la reunión de cancilleres producida en la UNASUR terminó sin solución inmediata. Colombia –mejor dicho Uribe-, rechazó toda posibilidad de conciliar el conflicto –parido allá e internacionalizado por ellos-, que obligó la ruptura de las relaciones bilaterales. Los vientos de guerra promovidos por el Presidente saliente, primero contra Correa y ahora contra su homólogo Chávez, nos obliga suponer que si fuera por él, incluso sacrificaría la salud política y económica de su país con tal de salvar su propio pellejo. La posibilidad de futuras acciones judiciales en su contra, lo aterrorizan.

En la República Bolivariana de Venezuela (sin contar los miles de refugiados que habitan otras naciones), pudieran estar viviendo cerca de 4 millones de hermanos colombianos quienes han visto en nuestra nación no tan solo un refugio, sino un lugar donde materializar sus sueños, que bajo ningún concepto y dado el estado de inseguridad e indefensión jurídica existentes en su país, hubieren ni siquiera imaginado concretar. Entonces, ¿Quién es el enemigo?

No cabe la menor duda que habrá que esperar un nuevo gobierno en la tierra de Marulanda a ver si el que viene -que le dejan por cierto una papa caliente entre manos-, no sostiene como su antecesor la terca postura de anteponer a los caminos de autodeterminación, libertad y soberanía que se merece Suramérica, la propuesta neocolonial que significan las bases militares extranjeras sembradas en la patria de Camilo; que entre otras razones, tienen como propósito, seguro estamos, sabotear la unidad y cooperación libertaria Latinoamericana.

Nos encontramos frente a dos proyectos antagónicos de vida y existencia. Uno de ellos abiertamente identificado con la perspectiva ideológica que rige la geopolítica de los intereses vitales norteamericanos en el Continente. De allí que sostengamos que Colombia es un “Nudo Gordiano” o un “Nudo Crítico” cuyo conflicto interno, de no ser resuelto debida y oportunamente, seguirá afectando la tranquilidad y la paz en la Subregión; dándole por tanto, justificación al “Gendarme”, para asegurar su presencia.

Al respecto, consideramos que la Propuesta de Paz no sólo significa deponer las armas (la historia neogranadina está preñada de escenarios como ése desde los años 50 hasta hoy en día, violentados y desconocidos por los varios gobiernos, liberales y conservadores), por parte de las fuerzas insurgentes. Es necesario que la misma sea de otro talante y sin temores contenga, aspectos asociados: a la economía social y no elitesca; profundización de la democracia política; construcción de una política de educación y salud para las mayorías; resolución del problema de la tenencia de la tierra en pocas manos; revisión y adecentamiento del aparato de justicia; erradicación del narcotráfico como fuente principal generadora de plusvalía; erradicación del paramilitarismo, en tanto mecanismo paralelo de defensa del Estado y de la oligarquía colombiana (especialmente la cafetalera), contra el pueblo. La República Bolivariana de Venezuela y demás integrantes de la ALBA y Unasur no pueden ser meros espectadores sobre los horrores y el genocidio (crímenes de lesa humanidad), que por más de 60 años se han cometido en la tierra de Gaitán.

No se nos puede exigir, que sólo nos preocupemos –lo que no significa violación de su soberanía- de las relaciones económicas y de los acuerdos binacionales en abstracto, en términos de la visión neoliberal mientras las grandes mayorías, mueren de hambre, de inanición, de abandono o en el mejor de los caos, en el fuego cruzado que atizan desde el Estado burgués los neofascistas que con ropaje de corderos, se han apoderado de la Casa de Nariño.

monlan2001@yahoo.com

(*) Politólogo e Internacionalista Venezolano, Magister en Seguridad y Defensa

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