Hoy impera la democracia de los capitalistas

Rómulo Pardo Silva
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Son demócratas los que gobiernan los países dominantes y a los subordinados en desarrollo. Para conocer el significado real de la palabra democracia hay que observar lo que hacen. Cuatro quintos de la humanidad viven en una economía, política, defensa, estructura social, cultura, religión, educación, información, salubridad democráticas.

La economía democrática origina pocos ricos y 1400 millones de pobres; recalienta la atmósfera; agota los combustibles fósiles; destruye la biodiversidad, las selvas, las masas de hielos; depreda los océanos; contamina el aire, las aguas, los campos; despilfarra las reservas de materias primas; traspasa riqueza pública a los empresarios de las finanzas y la industria; lava miles de millones de dinero obtenido mediante delitos; evade impuestos en paraísos fiscales; expulsa millones de campesinos de sus parcelas; cambia el cultivo de alimentos por el de agrocombustibles; mantiene a millones en la cesantía; usa la guerra para superar sus crisis…

La política democrática reserva el gobierno y manejo del estado a los capitalistas por intermedio de sus partidos; reduce la participación de los ciudadanos a votar por candidatos impuestos que una vez elegidos ejercen a su discreción la soberanía; emplea la fuerza militar para apoderarse de riquezas nacionales o extrajeras; adopta el fascismo-golpismo para impedir el acceso al poder de socialistas y conseguido regresa a la forma liberal.
Políticos demócratas impulsaron la primera guerra mundial, maniobraron en la segunda y ordenaron lanzar dos bombas atómicas contra ciudades civiles. Chomsky dice que en Estados Unidos el año 2005 cuando un estudio mostró que la opinión ciudadana quería disminuir el presupuesto de defensa y que se aumentara los de educación y apoyo a los veteranos, los políticos elegidos resolvieron todo lo contrario.

Las fuerzas armadas democráticas del sistema garantizan la permanencia de la propiedad privada; reprimen alternativas socialistas en ascenso; amenazan o atacan a los países que poseen o les disputan recursos materiales, petróleo, gas, agua, coltan, diamantes…
Los militares democráticos de los países ricos se preparan para estar en condiciones de destruir sin posibilidad de respuesta cualquier punto de la Tierra con armas nucleares o convencionales. Recientemente el presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, dijo que si a los gobiernos de España, Portugal y Grecia una oposición les impedía aplicar el plan de ajuste del FMI podrían tener golpes militares. Un objetivo de la OTAN es resguardar el estilo de vida de sus nacionales. Washington considera que una limitación a su acceso a materias primas es un ataque a su seguridad nacional.

Las sociedades democráticas capitalistas presentan castas de hecho con desigual acceso a los bienes y servicios, al trato y a la distribución espacial. La delincuencia, la trata de blancas, las mafias, el trabajo infantil son hechos normales en la población.
En su historia la democracia practicó legalmente la esclavitud y la segregación legal.

La cultura democrática dominante inculca el consumismo, la aceptación del sistema como natural; difunde contenidos vulgares y elementales. Temas reiterados de sus medios son la explotación del sexo, los asesinatos, las teleseries simplonas prácticamente iguales, la vida privada de personas de esa subcultura, el deporte profesional. Excluye casi por completo lo científico, histórico, tecnológico, artístico, intelectual.

La religión y la democracia real están integradas. Los jerarcas la legitiman en miles de millones de fieles y utilizan su capitalismo.

La educación de los países democráticos niega el acceso libre a miles de millones de niños y jóvenes, censura sus contenidos a favor del sistema, enfatiza la capacitación para el trabajo debilitando la formación social.
El 20% de los norteamericanos ignora de qué metrópoli se independizó su país y un alto porcentaje cree que la Tierra tiene 6 ó 10 mil años. En Europa occidental su cine artístico fue desplazado por el comercial que importan de Estados Unidos.

La información democrática depende de los dueños de los medios que ordenan a sus periodistas qué se difunde, con qué interpretación y qué no se publica. Su instrumento de mayor impacto es la televisión que manipulan con censuras y narraciones e imágenes carentes de contexto explicativo. La información libre se limita a vías alternativas de baja audiencia. En sus períodos de dictadura la democracia restringe férreamente la información.

La sanidad democrática dominante deja morir millones de personas por desnutrición, enfermedades curables, ingestión de agua contaminada; falta de atención médica y de medicamentos gratuitos, de redes de alcantarillado.

Los hechos de la democracia mundial corresponden a decisiones conscientes de los capitalistas que sus agentes expresan como voluntad política. Lo comprueba la experiencia cubana.

Cuba socialista bloqueada y con limitados recursos económicos se fijó objetivos no alcanzados por la democracia imperante: poner fin al hambre, dar salud y educación gratuitas de calidad, desarrollar la cultura, dar trabajo, limitar la delincuencia para vivir en seguridad, realizar una solidaridad interna e internacional. Y lo realizó.

La democracia alabada por los medias, políticos, religiosos, intelectuales, es objetivamente un engaño que los pueblos deben conocer.

La democracia del capitalismo es contraria a la solidaridad y sustentabilidad humana. El verdadero ideal de democracia se cumple en el socialismo.

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