lunes, septiembre 06, 2010

El gobierno federal invisibiliza la explotación sexual infantil. Sin que existan políticas públicas, datos confiables, legislación adecuada, atención a las víctimas ni programas de prevención, la cifra de niños que caen en las redes del crimen organizado con fines sexuales sigue aumentando. “Un Estado que no atiende a su infancia es un Estado que se autoaniquila”: especialistas.

En México, entre 16 mil y 20 mil niños, niñas y adolescentes son explotados sexualmente, según cifras de organizaciones no gubernamentales. El delito está entre los tres más lucrativos del crimen organizado; sin embargo, el problema es minorizado por el gobierno federal. No existen políticas públicas, un combate efectivo, legislación armonizada, atención a las víctimas y, ni siquiera, datos confiables. Los especialistas observan que la omisión refleja que los niños, niñas y adolescentes siguen sin ser considerados ciudadanos.
La explotación sexual de niños, niñas y adolescentes (ESNNA) equivale a una forma contemporánea de esclavitud. La Organización Internacional del Trabajo la define como una violación de derechos humanos y una forma de explotación que ocurre cuando se engancha o utiliza a los menores en actividades sexuales para satisfacer necesidades.
Las modalidades de la ESNNA son la prostitución y la pornografía infantil, el turismo sexual, el abuso sexual y la trata y venta de niños, niñas y adolescentes para actividades sexuales.
La asociación civil Infancia Común expone que la ESNNA ocupa el segundo lugar en generación de recursos en México, ubicados en el orden de los 24 mil millones de dólares anuales por encima de la venta de armas y sólo superada por el narcotráfico.
Mayra Rojas Rosas, directora de la asociación civil que trabaja contra la explotación sexual infantil, señala que es un problema poco visibilizado que no se atiende debidamente, pese a la gravedad del fenómeno, sus vínculos con el crimen organizado y las violaciones a los derechos de las víctimas.
“No se ha tomado con suficiente seriedad porque los niños no cuentan en el presente, cuentan como futuro. Es una verdadera desgracia porque quien no atiende a su presente, no tiene futuro. Un Estado que no ve por sus niños no tiene sentido de existir; se autoaniquila. Es absurdo que sea tan ciego a una problemática de tales dimensiones”, señala la activista.
Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), declara que la ausencia de un sistema integral de protección de los derechos de los niños, un Estado que no reconoce la voz de niños y niñas, que inhibe la denuncia, la impunidad y actuación del crimen organizado impiden saber cuál es el estado de esta situación, cómo afrontarlo, qué atacar y cómo prevenirlo.
Sin que el Estado combata un problema que crece, el especialista menciona que, puesto que los menores de edad representan al 30 por ciento de la población del país, el Estado no considera a la tercera parte de su población como ciudadanos en el ejercicio de sus derechos. “El gobierno no está colocando en el centro de sus decisiones a los niños. Pareciera que no existieran”.
Limitada información sobre explotación sexual infantil
Desde 2005, se reporta un aumento visible, pero difícil de cuantificar, de la explotación sexual en el país, apunta la Redim en su informe Infancias mexicanas, rostros de la desigualdad. La razón, atribuye la organización, es la inexistencia de políticas integrarles y de recursos públicos suficientes y específicos dirigidos a enfrentar y combatir el problema. El reporte señala que la cifra oficial de 16 mil niñas y niños envueltos en la ESNNA presenta limitaciones y se encuentra desactualizada y sin estudios comparativos recientes.
Abuso sexual en silencio
Hasta el III Congreso Mundial contra la Explotación de los Niños, las Niñas y los Adolescentes, se incluyó al abuso sexual como modalidad de la ESNNA. Infancia Común indica que, en los últimos 30 años, el abuso sexual se incrementó 200 por ciento. El 74 por ciento de las víctimas es menor de 14 años y el 81 por ciento es niña. El 93 por ciento de los casos ocurre al interior de la familia. En la mayoría, la agresión continúa por meses o hasta años.
Se considera abuso sexual a cualquier clase de placer sexual que ejerce un adulto con un niño, utilizando su posición de poder o autoridad. En México, señala la Redim, es el tipo de maltrato infantil que menos se ha documentado en los ámbitos médicos, sociales y legales a pesar de que la frecuencia de casos es cada vez mayor. Mientras no existe información estadística sobre la incidencia del delito, tampoco se conoce qué cantidad de niños, niñas y adolescentes han sido atendidos y puestos a disposición de las autoridades.


Trata con fines de explotación sexual
La Redim advierte que, pese a la falta de información, hay un incremento en la trata con fines de explotación sexual en la medida en que México es un país que a la vez es fuente, tránsito y destino de diversas formas de trata. Infancia Común calcula que, en este país, 80 mil personas de ambos sexos y de todas las edades son víctimas de trata.
“El Estado no combate la explotación sexual”
Desde que se aprobó la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas en 2007, sólo un caso de denuncia de explotación sexual infantil ha sido llevado a juicio, denuncia Infancia Común. “Los casos –refiere Mayra Rojas Rosas, directora de Infancia Común– se caen por cómo está constituida la legislación. Se anteponen los intereses económicos al bienestar de los niños. Se cosifican a las personas en aras de ganar”.
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