Cuba sobrevivió incluso a la era de Bush, cuando el gobierno de la superpotencia estuvo totalmente en manos de la ultraderecha religiosa.
El actual gobierno estadunidense, aunque con otro estilo, sigue también una política de desestabilización contra Cuba; por ello, en contraste con la reciente decisión cubana de liberar a supuestos presos políticos, Washington ha destinado más fondos a financiar la contrarrevolución.
Con la bandera de una supuesta “defensa de los derechos humanos” en la isla, hay grupos que albergan tendencias reaccionarias, que buscan implantar un orden similar al que rige en otros países de América Latina, donde prevalecen políticas contrarias al bienestar popular y a las libertades de las personas para decidir sobre su cuerpo y su vida íntima.
Las “damas”, sus recursos y sus amigos
La cara pública de las Damas de Blanco es el de un grupo de mujeres que defienden a los “presos políticos” del régimen cubano.
Es también un grupo contrarrevolucionario, apoyado por la ultraderecha estadunidense y española, vinculado a personajes del activismo antiabortista y del terrorismo anticubano. Creado en 2003, lo encabeza Laura Pollán Toledo.
En escritos personales, esta última, se refiere a las “Damas de Blanco”, en forma santurrona, como “mujeres que realmente aman y respetan a dios, a su esposo y a su patria” (www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=2314).
Pero, más que de dios, las Damas de Blanco han recibido apoyos de Estados Unidos, en particular de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, sobre todo en la época de Bush, quien en mayo de 2008 tuvo una videoconferencia con ellas; así como también de la derecha española, del bando de Aznar y del Partido Popular, por medio de organizaciones como Solidaridad Española con Cuba, dirigida por el empresario Ricardo Carreras Lario.
A principios de junio de 2010, dos congresistas federales estadunidenses aprobaron otorgar otros 15 millones de dólares para programas de apoyo a la disidencia, según informó George Lemieux, senador republicano por Florida (http://www.elnuevoherald.com/2010/06/07/737299/eeuu-libera-fondos-para-la-democracia.html).
Otros recursos provenientes de la superpotencia incluyen 500 mil dólares para “ayudar a los presos políticos y sus familiares”, y otros 350 mil para “promover a líderes femeninas” afines a los intereses de Estados Unidos.
Uno de los principales grupos beneficiarios de esos recursos podría ser, precisamente, las Damas de Blanco.
En términos más generales, todas esas inversiones forman parte de una gran embestida de la superpotencia y de los intereses capitalistas contra un gobierno legítimo, nacido de la Revolución.
De manera hipócrita, a esa gran campaña anticubana le llaman “promover la democratización” de Cuba. Pero si realmente Estados Unidos tuviera ese interés por la democracia, haría mejor en respaldar a la disidencia que en México existe contra el gobierno derechista, ya que éste sí es de origen ilegítimo, fraudulento y de carácter antipopular, basado en la agresión sistemática contra el pueblo.
Por otra parte, en México, en estados como Veracruz, las Damas han sido respaldadas por sus homólogas Damas de Blanco, grupo que forma parte de la derecha católica y empresarial (en internet puede verse el video del acto celebrado en 2009, donde esas activistas vociferan contra la “dictadura comunista” de Cuba, www.youtube.com/watch?v=PNs9xJi1Qy0).
En Cuba, todos los domingos las Damas de Blanco asisten a misa, al templo de Santa Rita, en el barrio de Miramar, de donde prosiguen hacia el domicilio de Elizardo Sánchez, quien les canaliza recursos económicos, de acuerdo con información que se ha difundido en la isla.
Elizardo Sánchez, el Camaján, es uno de los organizadores de la llamada “disidencia cubana”, bajo las directrices estadunidenses.
Sánchez se ha relacionado con personajes de la derecha como José María Aznar, Vicente Fox y Luis Felipe Bravo Mena (Jaime Guerrero, “El Camaján”, Contralínea 20).
Posada Carriles
El pasado 23 de marzo, en Miami, Luis Posada Carriles y la cantante Gloria Stefan participaron en un acto en apoyo a las Damas de Blanco.
Posada es un terrorista confeso, prófugo de la justicia venezolana, y quien reside en Florida con permiso de las autoridades estadunidenses. Ha reconocido su responsabilidad en la voladura de un avión cubano en 1976, con 73 pasajeros a bordo, y, en 1997, en la organización de atentados con bombas en hoteles de La Habana, para lo cual reclutó a varios ciudadanos de países de Centroamérica, entre ellos el salvadoreño Francisco Chávez Abarca, recientemente detenido en Venezuela y deportado a Cuba.
En 2000, Posada Carriles fue sorprendido cuando trataba de volar el anfiteatro de la Universidad de Panamá para asesinar a Fidel Castro, durante la X Cumbre Iberoamericana.
Según páginas web de Cuba, el contacto entre Carriles y las mencionadas Damas es Santiago Álvarez Fernández-Magriñá, “connotado terrorista con grueso prontuario contra Cuba y compinche del criminal confeso Luis Posada Carriles”.
De acuerdo con Cuba Debate, la organización de las Damas admitió que recibía 1 mil 500 dólares mensuales de la organización Rescate Jurídico, que encabeza Fernández Magriñá.
Fernández “hace años financió e introdujo a un grupo de asesinos en Villa Clara para que atentaran contra instalaciones turísticas. Él mismo se jactó de haber ametrallado, en 1971, un bohío campesino en Boca de Samá, donde dejó a una niña mutilada de por vida…” (J M Alvarez, “Las Damas de Blanco buscan padrinos que las mantengan”, www.kaosenlared.net).
Una de las Damas de Blanco es Isabel Ramos Martínez, madre de Arturo Suárez Ramos, detenido y sancionado en 1987 cuando intentó secuestrar un avión cubano y llevarlo a Estados Unidos.
La culpabilidad de Suárez Ramos en ese episodio es reconocida incluso en medios contrarios a la Revolución, como la página web Payo Libre, donde se afirma que, “el día 3 de octubre de 1987, (Arturo Suárez Ramos y otros) intentan desviar un avión que hacía ruta entre La Habana y Nueva Gerona, Isla de Pinos, pero resulta fallido…”
Biscet y Morejón: antiabortismo fanático
En Cuba, como en México, hay grupos del corte de Provida, como la Fundación Lawton, creada en 1997 y presidida por el médico Óscar Elías Biscet, la cual ha recibido un gran apoyo propagandístico por parte de personajes de la derecha internacional y de grupos anticastristas.
La diferencia es que actualmente en México esos grupos detentan el poder (en el gobierno federal y en los de algunos estados, como Guanajuato), mientras que en Cuba forman parte de la oposición.
Biscet defiende la hegemonía católica bajo el disfraz de la “libertad religiosa” y gran parte de su lucha es para castigar a las mujeres que abortan, con la bandera hipócrita de la “defensa de la vida”.
En Facebook, Elisa Morejón, esposa de Biscet e integrante de las Damas de Blanco, hace explícitas sus simpatías hacia grupos antiabortistas que desarrollan un activismo internacional contra las mujeres que interrumpen su embarazo.
Una de ellas es Human Life International (HLI), transnacional antiabortista con sede en Miami y vínculos con la ultraderecha estadunidense y el exilio anticastrista, y en la cual participa el grupo Provida, de México.
Simpatizante de HLI a la vez que de las Damas de Blanco es la congresista estadunidense Ileana Ross, quien milita en el sector que apoyó decididamente la gestión de Bush (audio de la llamada de Ross a las Damas de Blanco en 2008, www.youtube.com/watch?v=9mic_0e7zhc – more videos).
Epílogo guanajuatense
¿Qué pasaría si en Cuba las Damas de Blanco y sus amigos, personajes como Posada Carriles y como Óscar Elías Biscet, tuvieran el poder?
La respuesta, sencilla y trágica, la estamos viviendo en México: represión generalizada contra la población, destrucción de los sindicatos y de las prestaciones laborales, persecución contras las mujeres que abortan, imposiciones religiosas, etcétera.
En julio de 2010, precisamente en una de las épocas de mayor polémica sobre el conflicto del gobierno cubano con los disidentes, el periódico El Universal dio a conocer uno de los casos más dramáticos de la persecución del clero y de la derecha contra las mujeres que abortan, registrado en Guanajuato, donde gobierna la ultraderecha católica.
Éste es el testimonio de Rosario, una muchacha de 19 años, a quien su precaria situación económica la llevó a abortar en dicha entidad: “Me hicieron un legrado sin anestesia, mientras en el quirófano gritaban continuamente… ¡aguántate, puta!… ¡te vas a arrepentir por lo que hiciste!… ¡de eso nos encargamos nosotros! Luego llegó el Ministerio Público, levantó un acta, y días después hombres de una camioneta café me sacaron de mi casa a punta de pistola para llevarme esposada a la cárcel de Guanajuato”.
Situaciones como ésa son las que Elías Biscet, las Damas de Blanco, etcétera, quisieran implantar en Cuba, donde la Revolución llevó consigo el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, y donde hay programas de planificación familiar como no los hay en Guanajuato.
Como hemos aprendido en México a partir de la llegada del Partido Acción Nacional al poder, sería trágico que, valiéndose del apoyo estadunidense, capaz de fabricar corrientes de opinión, los sectores reaccionarios volvieran al poder en Cuba.
*Maestro en filosofía; estudioso de la derecha política en México
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