MÉXICO, D.F., 12 de enero (apro).- Apenas iniciado el año, durante la primera semana de 2011 había ya 57 muertos vinculados con el crimen organizado.
En diez años, el país ha sufrido su peor crisis de violencia, con más de mil enfrentamientos (uno diario), cerca de 40 mil muertos (9 mil con Vicente Fox y el resto con Felipe Calderón), 62 periodistas asesinados y 11 desaparecidos.
Ello sin contar que la Comisión Nacional de Derechos Humanos tiene registradas 5 mil 397 personas desaparecidas en sólo siete estados, más de 8 mil muertos sin identificar, más de 10 mil huérfanos y 3 mil 326 menores que han perdido la vida en la llamada guerra contra el crimen organizado.
La cuota de sangre que el país ha pagado sin deberla ha sido muy alta. De acuerdo con estimaciones de historiadores, en esta última década la guerra contra el narcotráfico ha costado más vidas que en las guerras de Independencia, de la Reforma y la invasión de Estados Unidos en 1847.
Los efectos sociales del desangramiento aún están por verse en el tiempo, porque si aún no cierra la herida social de la matanza de Tlatelolco en 1968, la de Aguas Blancas en 1996 y la de Acteal en 1997, la provocada por los miles de inocentes que han muerto en esta guerra contra el narcotráfico tardará mucho más, dejando secuelas en la sociedad mexicana.
Durante estos años ha habido expresiones de inconformidad social, entre ellas un par de marchas en las que miles de personas exigieron al gobierno federal mayor seguridad. Sin embargo, en ninguna de ellas se expresó el grito de inconformidad y de demanda para detener las matanzas que hoy vivimos, y la violencia cotidiana que se expande imparable por todo el país.
Leer mas...AQUIEn diez años, el país ha sufrido su peor crisis de violencia, con más de mil enfrentamientos (uno diario), cerca de 40 mil muertos (9 mil con Vicente Fox y el resto con Felipe Calderón), 62 periodistas asesinados y 11 desaparecidos.
Ello sin contar que la Comisión Nacional de Derechos Humanos tiene registradas 5 mil 397 personas desaparecidas en sólo siete estados, más de 8 mil muertos sin identificar, más de 10 mil huérfanos y 3 mil 326 menores que han perdido la vida en la llamada guerra contra el crimen organizado.
La cuota de sangre que el país ha pagado sin deberla ha sido muy alta. De acuerdo con estimaciones de historiadores, en esta última década la guerra contra el narcotráfico ha costado más vidas que en las guerras de Independencia, de la Reforma y la invasión de Estados Unidos en 1847.
Los efectos sociales del desangramiento aún están por verse en el tiempo, porque si aún no cierra la herida social de la matanza de Tlatelolco en 1968, la de Aguas Blancas en 1996 y la de Acteal en 1997, la provocada por los miles de inocentes que han muerto en esta guerra contra el narcotráfico tardará mucho más, dejando secuelas en la sociedad mexicana.
Durante estos años ha habido expresiones de inconformidad social, entre ellas un par de marchas en las que miles de personas exigieron al gobierno federal mayor seguridad. Sin embargo, en ninguna de ellas se expresó el grito de inconformidad y de demanda para detener las matanzas que hoy vivimos, y la violencia cotidiana que se expande imparable por todo el país.
Como parte de una iniciativa generada de intelectuales de izquierda de la talla de Eduardo del Río (Rius) y Julio Scherer (Semanario Proceso) se ha dado todo un serial de respuesta en redes sociales como facebook al clamor de NO MÁS SANGRE.
Dicha iniciativa es una franca oposición social a la fallida guerra de Felipe Calderón, misma que no ha redituado en beneficios palpables para la sociedad en general en lo que toca a combate al crimen organizado, antes bien ya estamos por llegar a los 40,000 civiles caídos. Si a esto le agregamos los últimos datos proporcionados por Anabel Hernández en su libro Los Señores del Narco, dicho derramamiento de sangre no solo es inútil, sino también condenable y señalable como un delito de lesa-humanidad.
A continuación dejo un serial de imágenes que se han compartido, difundido y circulado de diversos compañeros que ya tengo identificados como pertenecientes a las diversas luchas sociales que gestamos todos por igual.
Por supuesto, la mayor parte de los llamados 'moneros' se han sumado a este grito (Naranjo, El Fisgón, Helguera, en fin...), cuyos cartones creados por ellos mismos pueden ser consultados en diarios como La Jornada y Proceso. Yo, aquí, en estos espacios, doy cabida a la difusión que han hecho los ciudadanos de a pie, algunas imágenes son difusión directa que han hecho mis camaradas tomando los cartones de los mismos moneros, otros son ya creación 'original' de esos compañeros tomando siempre, como base, la iniciativa generada por los conocidos personajes mencionados al inicio de esta nota.
De antemano pido una disculpa si no tengo conocimiento pleno de la imagen original, me apego a darle crédito a todo aquel que me compartió en mi perfil estas imágenes:
Imagen compartida en facebook por A LeXandro Guerrero (Maestro Rius)...
Imagen compartida por Ana Elena Contreras...
Imagen compartida por Daniel Olivares (El Fisgón para portada de El Chamuco)...
Imagen que tomé del perfil de Telsa Delf...
Imagen compartida por Jesús Miguel Cervantes...
Imagen compartida por Mario Sinaí...
Imagen compartida por Vivy González (Monero Hernández)...
Imagen que tomé del perfil de Luis Martín Angeles (firma al calce de esta imagen Erasmo Lord Lupus)...
Dos magníficos fotomontajes relativos al tema del compañero Julio de la Huerta...
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* El colofón: ¿Hasta cuándo lo vamos a permitir? ¿?
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