Con el panismo, sólo 19 millones 530 mil mexicanos tienen “asegurado” un bienestar económico y social; esto equivale al 18.3 por ciento de la población, considerada “no pobre” y “no vulnerable” por el gobierno federal.
Los otros 87 millones 150 mil mexicanos son pobres, admite el Informe de pobreza multidimensional en México 2008, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). De éstos, más de 47 millones son “pobres multidimensionales”.
El rezago en educación, vivienda, alimentación, salud y seguridad social afecta a 81.7 por ciento de mexicanos, reconoce la administración de Felipe Calderón Hinojosa.
“Hay desigualdad y no hay voluntad política para transformar el panorama de la sociedad”, lamenta la doctora Araceli Damián González, investigadora de El Colegio de México.
“Es un fracaso el modelo económico que se ha seguido en nuestro país durante los últimos 30 años. Menos del 20 por ciento de la población tiene un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades, y sólo 20 personas tienen una riqueza equivalente al 10 por ciento del producto interno bruto. En realidad, estamos en una situación crítica”, dice Damián González.
En entrevista con Contralínea, el doctor Gonzalo Hernández Licona –secretario Ejecutivo del Coneval– asegura que México no ha crecido económicamente porque no ha habido acuerdos políticos. “Se empantanan muchas veces elementos en las decisiones políticas que no permiten que hayan soluciones de crecimiento. De no ser por esto, tendríamos niveles de pobreza o de vulnerabilidad mucho menores; un reto bien importante”.
Pobreza multidimensional
Para matizar las cifras, los pobres ahora son denominados multidimensionales. Son 47 millones 190 mil personas identificadas en esa condición. De éstos, 30 millones 820 mil (65.3 por ciento) viven en el Estado de México, Veracruz, Puebla, Chiapas, Jalisco, Distrito Federal, Oaxaca, Guanajuato, Michoacán y Guerrero.
Hernández Licona reconoce que a esos mexicanos no les alcanza para comprar lo “mínimo necesario”. Según él, las políticas públicas de desarrollo social del Estado deben enfocarse a este sector porque es la población con más carencias sociales.
Del total de “pobres multidimensionales”, 23.73 por ciento padece pobreza extrema (11 millones 200 mil) y 76.27 (36 millones), moderada. Chiapas tiene más de 1 millón 500 mil en extrema pobreza; el Distrito Federal y Jalisco superan, cada uno, los 2 millones de pobres moderados; y el Estado de México, Puebla y Veracruz están en ambas clasificaciones.
Araceli Damián, especialista en economía urbana, asegura que el dato de “pobres multidimensionales” se duplicaría si se considera la vulnerabilidad del resto de la población. “La pobreza es de 81.7 por ciento; pero como es una cantidad que políticamente no se puede manejar, decidieron tomar otro criterio. Vamos a tener cifras maquilladas, como siempre hace el gobierno, mientras la desigualdad es cada día más lacerante”.
De los 35 millones 180 mil “vulnerables por carencia social”, más de la tercera parte habita en el Estado de México, Distrito Federal, Jalisco y Veracruz. En contraste, de los 4 millones 780 mil “vulnerables por ingreso”, cerca de 2 millones residen en el Estado de México, Distrito Federal, Jalisco, Coahuila y Nuevo León.
Para Hernández Licona, quienes se encuentran en la categorización de “vulnerabilidad por ingreso” o “carencia” están en riesgo de convertirse en “pobres multidimensionales”. “No todos ellos van a caer en pobreza. Algunos podrían caer, otros no, pero siguen siendo vulnerables”.
Indígenas, los más pobres
La pobreza multidimensional afecta a tres de cada cuatro indígenas. De este 75.7 por ciento, más de la mitad está en pobreza extrema. El Informe de pobreza multidimensional en México 2008 enumera la diferencia de carencias sociales entre la población indígena y la nacional: seguridad social, 85.8 y 64.7; educación, 49.9 y 21.7; acceso a los servicios de salud, 52.7 y 40.7; y alimentación 42.1 y 21.6, respectivamente.
“‘Pobres multidimensionales’ hay en toda la República, aunque se hace más evidente en los estados con mayor número de indígenas. Han sido sistemáticamente marginados del desarrollo; fueron sometidos y despojados de sus tierras, obligados a migrar a las zonas áridas y poco productivas. Es una cuestión histórica y ancestral; un problema que no se resolvió con la Independencia ni la Revolución”, comenta la investigadora Damián González.
Hernández Licona explica que Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Michoacán, la Tarahumara y El Nayar son lugares de acceso complicado, por lo que llevar servicios lo es aún más. Muchos indígenas viven en esas zonas y sufren esa problemática. Además, “el Banco Mundial habla de elementos que generan desigualdad y discriminación hacia los indígenas en relación con los apoyos que reciben”.
David Jiménez Rumbo, presidente de la Comisión de Desarrollo Social del Senado de la República, pone como ejemplos Cochoapa El Grande, considerado el municipio más pobre de México y uno de los más pobres de América Latina, y Metlatónoc, en Guerrero: “Dos de los municipios más necesitados de este mundo, donde hay hombres y mujeres que han perdido el brillo de la inteligencia en los ojos”.
“No podemos decir que las cosas están marchando bien. Las políticas neoliberales que vienen aplicándose de manera moderada desde la época de Miguel de la Madrid, luego de manera más contundente y con más profundidad con Carlos Salinas de Gortari, y llevadas al extremo del antipatriotismo en los gobiernos panistas, han venido acentuando el fenómeno de la pobreza en el Sur del país, básicamente en las regiones indígenas”, asegura Jiménez Rumbo.
Carencias sociales
Alrededor del 10 por ciento de los residentes de cada entidad federativa no cuenta con educación básica. Significa que 23 millones a nivel nacional tienen esta carencia. El Estado de México encabeza los resultados, con 2 millones 720 mil personas; le sigue Jalisco, con 2 millones 40 mil; Chiapas y Puebla, con 3 millones 110 mil cada uno.
En materia de salud, 43 millones 380 mil personas (40.7 por ciento de la población total del país) carecen de este derecho social. El 45 por ciento del Estado de México no tiene acceso a la salud (6 millones 600 mil mexiquenses), al igual que el 40.1 por ciento del Distrito Federal (3 millones 530 mil). Más de 2 millones de poblanos y veracruzanos pasan por la misma situación.
La seguridad social es un derecho, no obstante 68 millones 990 mil mexicanos no lo tienen. En ocho estados, 38 millones 340 mil personas están excluidas de este bien: Estado de México (9 millones 970 mil), Veracruz (5 millones 190 mil), Distrito Federal (4 millones 650 mil), Puebla (4 millones 340 mil), Jalisco (4 millones 10 mil), Chiapas (3 millones 810 mil), Guanajuato (3 millones 320 mil) y Michoacán (3 millones 50 mil personas). El contar con un empleo formal no es garantía, pues 62.3 por ciento no tuvo acceso a la seguridad social.
Veracruz, el Estado de México, Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Puebla tienen, en conjunto, cerca de 10 millones de personas que presentan carencia por calidad y espacios de la vivienda. En México, 18 millones 620 mil (17.5 por ciento) padecen esta circunstancia.
Los servicios básicos de vivienda son otro problema que deben enfrentar los mexicanos (20 millones 130 mil, es decir 18.9 por ciento). Veracruz, el Estado de México, Puebla, Oaxaca, Chiapas y Guerrero son las entidades con mayor incidencia y número de personas con carencia de techo, muros y pisos; además del “hacinamiento” o ubicación amontonada de los objetos dentro del hogar, según los elementos que consideró el Coneval.
El 37.9 por ciento de los individuos con carencia en los servicios básicos de la vivienda no cuenta con acceso al agua; 34.7 por ciento, al drenaje, y 0.5 por ciento, a la electricidad. Más de 3 millones de mexicanos no tienen acceso a ninguno de los tres servicios, agrega el Informe de pobreza multidimensional en México 2008.
A nivel nacional, más de 23 millones de personas no tienen acceso a la alimentación. Los estados que se repiten en esta carencia social son el Estado de México, Veracruz, Puebla, Distrito Federal, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Chiapas, Guerrero y Oaxaca, con 14 millones 930 mil personas en total.
Finalmente, el Informe menciona el ingreso corriente per cápita en cada sistematización poblacional: 973 pesos, los “pobres multidimensionales; 4 mil 26, los “vulnerables por carencia social”; 1 mil 366, los “vulnerables por ingreso”; y 5 mil 576, los “no pobres” y “no vulnerables”. Las tres entidades con menor ingreso fueron Chiapas, Guerrero y Oaxaca, dependiendo de la condición de género.
No obstante los resultados, el economista y representante del Coneval, Gonzalo Hernández, alardea de esta nueva metodología de pobreza multidimensional. “Hoy, cada estado sabe en dónde flaquea respecto de sus dimensiones sociales. Estamos muy orgullosos en México de tener esta metodología; somos el primer país que la tenemos, que cumplimos con la Ley General de Desarrollo Social. Queremos mostrar la realidad tal como es, y creo que así se ha entendido”.
Carlos Flores Rico, integrante de la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputados, revela que hay 56.5 millones de pobres en México, más de 10 millones que al inicio de sexenio. “Tan sólo en dos años, aumentaron 6 millones de pobres (2006-2008). Es decir, en este momento la suma de pobreza es de 56.5 millones de pobres. En la Comisión, estamos creando una propuesta alternativa para lograr que entre 33 y 37 millones de personas, en unos 10 o 15 años más o menos”, puedan mejorar sus condiciones de vida.
Niños y adolescentes, indefensos ante la crisis económica
La “pobreza multidimensional” abarca a 53.3 por ciento de niños y adolescentes en nuestro país, es decir 20 millones 800 mil, establece el informe La niñez y la adolescencia en el contexto de la crisis económica global: el caso de México, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
De 39 millones de jóvenes que se contemplaron para este estudio, más de la mitad se encuentra en “pobreza multidimensional”; 28.8 por ciento (11 millones 200 mil) es “vulnerable por carencia social”; 4.6 por ciento (1 millón 800 mil), “vulnerable por ingreso”, y 13.3 por ciento (5 millones 200 mil), “no pobres y no vulnerables”.
Ante la crisis económica del año pasado, la reducción del ingreso fue inminente. “En términos generales, 54 por ciento de la población declaró que en 2009 se encontraba en una situación económica peor, o mucho peor, que en 2008”. Por falta de recursos, los padres de familia tuvieron dificultades para llevar a sus hijos al doctor, comprarles el medicamento para su atención, mandarlos a la escuela, comprar artículos de uso diario e invertir en actividades de entretenimiento.
Indígenas, condenados a la marginación
En 2005, la mayoría de la población de 2 mil 32 municipios era indígena. El Informe sobre desarrollo humano de los pueblos indígenas de México, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), evidenció que algunos municipios están por debajo del índice de desarrollo humano (IDH) de los países más pobres del mundo; por ejemplo, Batopilas, Chihuahua, con 0.3010, respecto del Níger (África), que tiene 0.3300.
En 2008 se contabilizaron 11 millones 300 mil indígenas, de los cuales 4 millones 300 mil pertenecía a “pobreza extrema por ingreso” y 3 millones 600 mil, en situación de “pobreza multidimensional extrema”. Este dato se ve reflejado en los estados con menor IDH: Guerrero, Chihuahua, Oaxaca y Veracruz.
Al analizar la distribución del gasto entre grupos, se observa que la población indígena se beneficia del 9.34 por ciento del gasto público total de desarrollo humano, mientras la población no indígena tiene el 90.7 por ciento. Para la atención de la población indígena por ramo ?20 “Desarrollo social”?, en 2009 se destinaron 10 mil 474 millones 500 mil pesos, según el Informe.
Los 20 municipios con IDH menor a 0.5 son Batopilas, Carichí, Morelos, Balleza, Urique, Uruachi, San Francisco de Borja y Nonoava (Chihuahua); Cochoapa El Grande (Guerrero); Guadalupe y Calvo, Guazapares (Chiapas); Tehuipango y Mixtla de Altamirano (Veracruz); Mezquitic (Jalisco); Coicoyán de las Flores y San Sebastián Coatlán (Oaxaca); Chilchotla (Puebla); Del Nayar (Nayarit); Topia (Durango); y Candelaria (Campeche).
Ana del Toro, asistente de Comunicación del PNUD en México, proporcionó un listado de otros 36 municipios que también están por debajo del 0.5 y tienen un IDH medio: San Martín de las Peras, San Simón Zahuatlán, Santa María la Asunción, Santo Domingo Tepuxtepec, Santiago Ixtlayuca, Santa Lucía Miahuatlán, Santiago Yaitepec, Santa María Tepantlali, San Juan Petlapa, San Miguel Ahuehuetitlán, Huautepec, Santiago Amoltepec y San José Tenango (Oaxaca); Metlatónoc, José Joaquín de Herrera, Alcozahuca de Guerrero, Atlixtac, Acatepec y Xochistlahuaca (Guerrero); Santiago el Pinar, Mitontic, Sitalá, Chamela, Aldama, San Juan Cancuc, Chalchihuitán, Chenalhó, Zinacantán y Pantelhó (Chiapas); Texcatepec, Filomeno Mata, Soledad Atzompa y Ilamatlán (Veracruz); Tahdziú (Yucatán); Guachochi (Chihuahua); y Tepetzintla (Puebla).
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