Indicó que “gas va a haber en el país y en suficiencia, y sería imperdonable posponer su explotación porque implica que México pueda cerrar el paso a importaciones, cancelar plantas de generación de electricidad con base en combustóleo, generar empleos, detonar clusters de servicios para 15 ó 20 pozos por héctarea o construir 2 ó 3 plantas petroquímicas, como Etileno XXI en la zona norte, cuyo monto de inversión ronda los 2 mil 500 millones de dólares”.
Aseguró que la explotación de los yacimientos de gas “shale” (que es el gas contenido en arcillas) permitiría al país crecer en un punto porcentual del Producto Interno Bruto (PIB).
Información de Pemex Exploración y Producción (PEP) revela que las reservas de gas podrían elevarse entre 4 y 5 veces a las que se tienen certificadas en Burgos, que es la principal cuenca gasífera del país, es decir, pasar de 4 billones de pies cúbicos a 20 billones.
Cada pozo, 25 mdd
Actualmente la paraestatal invierte 25 millones de dólares en cada pozo exploratorio que perfora para obtener gas natural de las lutitas (arcillas) y tiene activos 3 pozos en esa zona que se extiende en los estados de Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas: Emergente-1, Nómada-1 y Montañez-1.
La paraestatal tiene previsto perforar al menos 10 pozos evaluatorios en el área donde podría haber tanto crudo como gas y condensados.
La caracterización obtenida de las áreas prospectivas indica que podrían existir condiciones favorables en cinco provincias geológicas: Sabinas-Burro Picachos, donde se perforó el pozo Emergente 1; Chihuahua, Burgos, Tampico-Misantla y Veracruz, en donde los estudios exploratorios han identificado lutitas gasíferas potenciales.
El director de PEP, Carlos Morales Gil, confirmó el hallazgo de gas shale y aseguró que el potencial en la zona que va de Matamoros a Piedras Negras, pegado a la frontera con Estados Unidos, en la zona conocida como Eagle Pass, ubicará a México en un lugar preponderante en el mundo como productor de gas natural.
Apenas en junio de este año, la Energy Information Administration (EIA) del Departamento de Energía de Estados Unidos publicó su análisis World Shale Gas Resources, an initial assessment of 14 region outside the United States (Recursos mundiales del gas Shale, una evaluación inicial en 14 regiones fuera de Estados Unidos), en donde destaca la estimación de reservas de shale gas hecha para México, territorio en el que contabilizó 681 billones de pies cúbicos, lo que contrasta con 12 billones de pies cúbicos de reservas probadas de gas natural que reporta para México en el mismo documento y lo coloca en el cuarto lugar de reservas de este hidrocarburo no convencional, arriba están China con mil 275 billones de pies cúbicos, EU con 862 billones y Argentina con 774 billones.
Jordy Herrera sostuvo que el tiempo de retorno de la inversión en la explotación de estos yacimientos en el norte del país será de 2 a 3 años y no de 10 ó 12, como es en la actualidad, considerando que el recurso ya fue detectado y sólo es cuestión de extraerlo del subsuelo, algo similar a lo que ocurrió en la Cuenca de Burgos, cuando se otorgaron los controvertidos contratos de Servicios Múltiples.
Es necesario, añadió, aumentar la infraestructura de transporte en la zona norte de México, a través de nuevos gasoductos y almacenadoras que permitirán transportar el energético.
Anunció que tanto Comisión Federal de Electricidad (CFE) como Pemex licitarán cada uno la construcción de tres gasoductos, lo que permitirá aumentar la red en 40%, al tiempo que “se están poniendo los incentivos necesarios para que el gas que se produzca en el norte del país pueda ser llevado a los tres principales centros de consumo nacionales: las ciudades de México, Guadalajara y Monterrey”.
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