Ebrard y los Woldenberg
Es curiosa y lo más posible hasta pletórica de conflictos de interés la relación que el precandidato presidencial Marcelo Ebrard mantiene con los hermanos Woldenberg Karakowsky.
Uno, José, suscribe desplegados periodísticos en apoyo de su posible candidatura por la Presidencia de la República.
El otro, Luis, va a levantarle una encuesta que, se adivina, resultará favorable a quien por el momento también es el jefe del gobierno del Distrito Federal.
Uno, José, es el sobrecalificado ex presidente consejero del IFE, quien junto a más de un centenar de “académicos, intelectuales, científicos, artistas y luchadores sociales”, aparece en la lista de abajofirmantes de un exhorto público intitulado Cambiemos el Rumbo de México con Marcelo Ebrard.
El otro, Luis, es prácticamente desconocido fuera de los ambientes de la demoscopia, habida cuenta de que su actividad se concentra en cuestiones comerciales.
De uno, José, hay poco nuevo qué decir. Académico, tuvo la suerte de encabezar un IFE integrado por personalidades respetadas y respetables —¡qué tiempos aquellos!, señor don Simón— a quienes se puso en charola de plata la oportunidad de ser imparciales, toda vez que la decisión de que en México hubiese una transición política –con el relevo del PAN por el PRI en la Presidencia de la República— se había decidido antes y en otros sitios, incluso del extranjero.
Del otro, Luis, poco se sabe –fuera de los ambientes de la encuestología, reitero—, por lo que es necesario recurrir a Google para saber qué onda con este individuo. Y el hallazgo es de carcajada, pues de acuerdo a la página de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado y Opinión Pública, AC, “más que experimentado (Luis Woldenberg) se hizo viejo en esta profesión, está por cumplir los 30 años como investigador de mercados, ha tenido la suerte de divertirse en más de 5,000 estudios, en estos momentos preside NODO que más que una agencia de investigación es una pandilla de amigos que trabaja y colabora para clientes que también definen como cuates. Innovadores, independientes, irreverentes y buenos pa’ el trago, los colegas de NODO son posiblemente el equipo de investigación que más tiempo lleva trabajando junto en el país, así que si algo los define es su necesidad de hacer las cosas como ellos quieren y para quienes quieren. Con muchos millones de entrevistas en su haber y decenas de miles de sesiones.”
Sintaxis aparte, el comentario descriptivo del encuestador designado por Marcelo Ebrard para sacarle adelante el ejercicio con el que medirá su popularidad frente a Andrés Manuel López Obrador, resulta divertido, sí, pero revelador al mismo tiempo: va a hacer las cosas como él quiera.
Y en ese tenor chistoso, habría que recordar que allá por el 2000 el apellido Woldenberg era confundido en éste y otros espacios con Wonderbra, por aquello que “es como una dictadura: 1) Oprime a los de adentro. 2) Engaña a los de afuera. Y 3) Levanta monumentos a los caídos”.
Nada qué ver, Luis, con la seriedad y sobriedad que caracterizan a Ana Cristina Covarrubias y a su empresa, seleccionadas por López Obrador para aplicar la encuesta con la que “las izquierdas” definirán a su candidato presidencial para el 2012.
Conflicto de interés, escribí al principio de este espacio. Sí, porque mientras José Woldenberg es abierto fan de Marcelo Ebrard, su hermano va a levantar la encuesta que –ya lo verá usted— beneficiará a quien aún se ostenta como “el mejor alcalde” del mundo y planetas circunvecinos, de acuerdo a una agrupación con sede en Londres.
Eso, claro, a menos que Ana Cristina Covarrubias también tenga una hermana que se pronuncie abiertamente en pro de López Obrador.
Pero mientras no sea así, hay disparidad en el ejercicio que está por llevarse a cabo en estos días, para conocer los resultados el martes 15 de noviembre.
Bien que José muestre públicamente sus preferencias políticas, pero ¿para qué echarle a perder la chamba a Luis?
¿Se llevarán bien?
¿O será que ambos representan, actualizada, la vieja historia bíblica de Caín y Abel?
Ebrard está muy entusiasmado con la encuesta que Luis está por bordarle a mano. También, claro, por el apoyo público de José.
Pero, vuelvo a preguntar, ¿hay o no hay conflicto de interés?
Índice Flamígero: Una vez más somos testigos de cómo “el aparato” se vuelca a favor de Marcelo Ebrard. Desde “arriba”, por ejemplo, le abrieron el circuito de entrevistas radiofónicas que habitualmente utilizan en Los Pinos para aplaudirse a sí mismos o para denostar a sus contrincantes, a quienes por cierto ven como enemigos. Al mismo tiempo, instruyeron a este otro IFE para que vetara, justo ahora, la presencia de Andrés Manuel López Obrador en los medios electrónicos, donde mantenía un programa y, con cargo al Partido del Trabajo, una serie de pegajosos spots, en donde un cómico veterano insta a que nadie se “apendeje, vote por el Peje”.
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