MÉXICO, D.F. (Proceso).- Una soterrada rebelión se gesta en el PRI luego de saberse que dirigentes de sectores como el Movimiento Territorial y el Frente Juvenil Revolucionario, legisladores con arraigo estatal y organizaciones adherentes al partido fueron marginados de las listas de aspirantes plurinominales al Senado y a la Cámara de Diputados para privilegiar al viejo corporativismo sindical, a personajes vinculados con las dos grandes televisoras y presumiblemente para incluir a “juanitas”, es decir candidatas que una vez electas renuncien para cederle su curul a un suplente varón.
Mientras el conflicto interno crece, la dirigencia nacional y el aspirante presidencial Enrique Peña Nieto hicieron las paces con el mandatario Felipe Calderón, luego de una reunión privada que con él sostuvo Pedro Joaquín Coldwell, presidente del CEN del PRI, el pasado 27 de febrero.
La “guerra declarativa” entre el PRI y el gobierno federal se suspendió. Apenas el 23 de febrero Joaquín acusó a Calderón de convertir la institución presidencial en “una encuestadora patito”, en referencia al presunto estudio demoscópico de Los Pinos que colocó a la aspirante presidencial panista Josefina Vázquez Mota sólo cuatro puntos abajo de Peña Nieto.
Y las demandas interpuestas por el PRI en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) contra María Luisa Calderón Hinojosa, hermana del presidente, no se volvieron a mencionar.
A su vez el gobierno federal dejó de “filtrar” avances de investigaciones ministeriales contra los exgobernadores priistas de Tamaulipas (Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández Flores) y contra el sobreendeudamiento en Coahuila durante el gobierno de Humberto Moreira, exdirigente nacional del PRI.
Este partido también decidió no incorporar a sus listas a la Cámara de Diputados o al Senado a los exmandatarios más señalados por presuntos casos de corrupción, como Hernández Flores, Fidel Herrera, Ulises Ruiz, Mario Marín y Moreira. El exdirigente nacional priista declinó ser considerado en las listas “por razones estrictamente personales”. Informó que haría “una maestría en historia”, afirmó Joaquín.
Otros exgobernadores sí estarán como aspirantes uninominales al Senado, como René Juárez, de Guerrero; Patricio Martínez, de Chihuahua; Félix González Canto, de Quintana Roo; Teófilo Torres, de San Luis Potosí; Enrique Burgos, de Querétaro; Ismael Hernández Deras, de Durango; y Manuel Cavazos Lerma, de Tamaulipas, a quien Peña Nieto defendió luego de que se filtrara a la prensa que la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) lo investigaba por presuntos vínculos con el crimen organizado.
No sucedió lo mismo con Mario Marín. El 10 de enero El Góber Precioso reapareció en un mitin con Peña Nieto y la estructura territorial del PRI. Dos días después el mexiquense descartó en conferencia de prensa que exista en este momento “acuerdo ni mayor relación” con el exmandatario poblano.
La semana pasada Pedro Joaquín negó cualquier negociación “secreta” entre Los Pinos y el PRI, mientras Peña Nieto festejó que Calderón se hubiera comprometido a conducirse imparcialmente. Y las coordinaciones del tricolor en la Cámara de Diputados y en el Senado suspendieron la discusión sobre la interferencia presidencial en el proceso electoral.
Joaquín negó que uno de los acuerdos fuera marginar de la contienda al candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, para concentrarse en una disputa bipartidista PRI-PAN.
“Me parece un poco paranoica la declaración (de Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD) de que el presidente nos llamó a dar una explicación y él deduce que es para armar un complot contra el PRD”, afirmó Joaquín.
Un día después de culminada la reunión de la Comisión Política Permanente del PRI para aprobar las listas plurinominales de aspirantes a diputados y senadores, se divulgó una encuesta de GEA-ISA y Milenio TV donde Peña Nieto lleva sólo siete puntos de ventaja a Josefina Vázquez Mota.
Los viejos rostros
El rostro del “PRI del cambio” no se ve en las listas de candidatos plurinominales, donde reviven personajes como los dirigentes petroleros Carlos Romero Deschamps y Ricardo Aldana –protagonistas del escándalo Pemexgate que le costó una multa al tricolor de mil millones de pesos– o cuotas para la CTM, como el senador Carlos Aceves del Olmo, o el veterano dirigente cetemista del Estado de México Armando Neyra Chávez, quien ocupa el tercer lugar en la lista al Senado.
Las plurinominales incorporan a excandidatos priistas perdedores como Manuel Añorve Baños, de Guerrero, y Javier López Zavala, de Puebla; y personajes polémicos como Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, dirigente de los pepenadores del Distrito Federal, o el líder de Antorcha Campesina, Brasil Acosta Peña.
El PRI también garantiza posiciones seguras a personajes vinculados a las dos grandes televisoras: Tristán Canales y Jorge Mendoza, exdirectivos de TV Azteca. Canales va en el lugar 13 de la lista plurinominal al Senado y Mendoza, actual senador, está en el tercer lugar de la circunscripción 2 para la Cámara de Diputados.
También aparecen Arely Gómez González Blanco, hermana del vicedirector de Noticias de Televisa, Leopoldo Gómez, a quien el PRI impulsó infructuosamente como consejera general del IFE y se coló al octavo lugar de la lista al Senado; o Hanna de la Madrid Téllez, hermana de Jessica de la Madrid, exnovia de Enrique Peña Nieto y artífice del primer contrato millonario de Televisa con el exgobernador. Hanna de la Madrid va por vía doble: como candidata a diputada federal uninominal y plurinominal, en el octavo lugar de la cuarta circunscripción.
Con tal de cumplir la llamada “cuota de género” (50% varones y 50% mujeres) existen tres candidatas al Senado que aparecen tanto en las fórmulas de mayoría como en las plurinominales. Son Guadalupe Flores Valdez, exdirigente agraria de Tamaulipas que aparece como compañera de fórmula de Cavazos Lerma y en el lugar 12 de la lista plurinominal; Hilda Flores Escalera, en el décimo lugar de la lista al Senado y compañera de fórmula del exalcalde de Torreón Braulio Manuel Fernández Aguirre; y María Isabel Aguilar Morales, en el lugar 14 de la lista plurinominal y compañera de fórmula de Enrique Burgos.
También se incorporó a la esposa de Jorge Hank Rhon, María Elvia Amaya Araujo, en el octavo lugar de la primera circunscripción; a Elsa Patricia Araujo de la Torre, hermana de Hugo Andrés Araujo, en el cuarto lugar de la circunscripción 2, y a María Elena Barrera, alcaldesa con licencia de Toluca, que va a la Cámara de Diputados tanto por la vía uninominal como en el segundo lugar de la lista plurinominal de la quinta circunscripción.
Nueve de los 33 actuales senadores del PRI quedaron en las plurinominales para San Lázaro. Por ejemplo el actual coordinador Manlio Fabio Beltrones, que encabeza la lista de la primera circunscripción; Jesús Murillo Karam, exgobernador de Hidalgo; el bajacaliforniano Fernando José Castro Trenti; Francisco Agustín Arroyo Vieyra, exaspirante al gobierno de Guanajuato; Jorge Mendoza Garza, exdirector de TV Azteca; Eloy Cantú Segovia, empresario regiomontano, y Carlos Aceves del Olmo, de la CTM.
El retorno de Gamboa Patrón
A la cabeza de la lista de aspirantes al Senado aparece Emilio Gamboa Patrón, actual dirigente de la CNOP y coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados en la anterior legislatura. Aspira a coordinar a los senadores priistas.
Políticos marginados de estas listas, consultados por Proceso, le atribuyen a Gamboa ser el artífice principal de los “amarres” y las negociaciones para incorporar a figuras vinculadas con la telebancada, a los sindicatos más desprestigiados y a representantes de grupos de interés.
Fuera de las listas al Senado quedaron figuras como Francisco Rojas, actual coordinador de los diputados federales del PRI; el exgobernador mexiquense Emilio Chuayfett, quien también perdió en la fórmula de mayoría por la entidad que gobernó Peña Nieto; Canek Vázquez, dirigente del Frente Juvenil Revolucionario y exsecretario privado del senador Beltrones; Carlos Flores Rico, dirigente nacional del Movimiento Territorial, y la senadora María de los Ángeles Moreno, exdirigente nacional del partido.
A hurtadillas
Los integrantes de la Comisión Política Permanente del PRI se reunieron en la hacienda hidalguense Mineral de la Reforma el pasado 29 de febrero para definir las listas a diputados federales y senadores por la vía plurinominal. La dirigencia priista decidió salir de la Ciudad de México a fin de evitar las protestas que ya habían empezado afuera del PRI capitalino.
En menos de dos horas se discutieron y aprobaron las listas. Gamboa Patrón fue uno de los cabilderos más activos antes y durante ese cónclave, según confirmaron varios priistas consultados.
Pedro Joaquín Coldwell admitió que hubo dos inconformidades durante la sesión.
Una encabezada por priistas de Yucatán que querían modificar la lista. El senador Cleominio Zoreda, exaspirante a la gubernatura de esa entidad, quedó fuera de la lista de la tercera circunscripción. En la sesión dijo que había un acuerdo previo con la actual gobernadora yucateca, Ivonne Ortega Pacheco, para incluirlo.
Los yucatecos fueron marginados de los primeros lugares de la tercera circunscripción, donde aparecen personajes como Simón Valanci Buzali, concesionario de Radio Chapultepec; Jorge del Ángel Acosta, dirigente de la sección 30 del sindicato petrolero, o el líder azucarero Arnoldo Ochoa González; y los oaxaqueños Martín J. Vázquez Villanueva y María de las Nieves García Fernández, que negociaron aceptar su derrota en las fórmulas para el Senado a cambio de que los incorporaran en las listas plurinominales.
Otra protesta fue la de cinco consejeros del Frente Juvenil Revolucionario que votaron contra el dictamen de la lista plurinominal al Senado. Su dirigente, Canek Vázquez, declaró ante la prensa que el actual Comité Ejecutivo Nacional “enterró” las propuestas de esta organización.
Carlos Flores Rico, dirigente nacional del Movimiento Territorial, no aceptó quedar en el sitio 15 de la lista plurinominal al Senado. Criticó que se hubiera marginado a este organismo de la mayoría de las listas. Mientras al sindicato petrolero le dieron más de cuatro posiciones, al movimiento sólo una en la lista de la Cámara de Diputados.
Al respecto Joaquín argumentó que este gremio “representa aproximadamente 200 mil trabajadores, entre gente de base, eventuales y jubilados. Es decir, más de 1 millón de personas, tomando en cuenta a sus familias. De cada peso que se invierte, que se gasta del presupuesto de egresos del país, de la federación, 40 centavos, por lo menos, vienen del petróleo.
“Por eso el partido ha considerado que debe dar una oportunidad de representación senatorial, y en otros cargos de diputados, a los representantes del gremio petrolero.”
El jueves 1, en entrevista con Carmen Aristegui en MVS Radio, Gamboa hizo una encendida defensa de los protagonistas del Pemexgate en 2000, cuando él fungió como coordinador de la campaña de Francisco Labastida, perdedor ante Vicente Fox.
“Se les buscó, se les analizó, se les investigó y gozan de absoluta libertad… Fueron acusados 16 miembros de la campaña del candidato Labastida y ninguno fue a la cárcel”, indicó.
Cinco años después el Pemexgate derivó en una multa de unos 100 millones de dólares al PRI y de 258.3 millones de dólares a exdirectivos de Pemex, entre ellos a Rogelio Montemayor, acusados de presunto desvío de fondos de la paraestatal para la campaña presidencial priista.
Gamboa también negó que existiera una telebancada o pago de favores a las dos televisoras dominantes con la incorporación de sus exfuncionarios a las listas. El actual dirigente de la CNOP fue uno de los principales impulsores de la Ley Televisa en el Senado, en marzo de 2006, y como secretario de Comunicaciones y Transportes en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari fue el artífice de la privatización de Imevisión concretada en 1993 –de la que fue beneficiario Ricardo Salinas Pliego– y de la entrega de 62 concesiones más a Televisa para que concretara su tercera cadena nacional.
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