No
todos creen en la palabra de Felipe Calderón, especialmente cuando se
dedica a pintar un panorama nacional color de rosa. El Departamento
Federal de Asuntos Exteriores de Suiza desconfía de las cifras
económicas divulgadas por el gobierno calderonista y alerta a los
empresarios de su país que tengan en mente invertir aquí. El organismo
suizo habla de “manipulación de datos” y sugiere que en un futuro no muy
lejano podría haber una “sorpresiva” caída de la economía mexicana.
BRUSELAS.- Mientras las naciones desarrolladas están en riesgo de
quiebra, la economía de México ya “sorteó la crisis internacional”, no
ha dejado de crecer en los últimos tres años y “avanza firme por la
senda de la competitividad, el crecimiento y la generación de empleos”,
presumió Felipe Calderón el lunes 3 en el mensaje de su sexto informe de
gobierno.
Pero un reporte de la representación diplomática de Suiza en México
matiza con datos duros las cifras alegres de Calderón y expresa varias
dudas acerca de su veracidad, al grado de sospechar que se está
“manipulando” la realidad económica de México para quedar bien con la
banca internacional.
El reporte fue elaborado en abril último y transmitido al Departamento
Federal de Asuntos Exteriores de Suiza, según confirmó a Proceso Patrick
Djizmedjian, vocero de la Oficina Suiza de Expansión Comercial,
organismo que aconseja a los empresarios suizos que buscan hacer
negocios en el extranjero y que recibió dicho reporte. “Las embajadas
suizas elaboran comúnmente ese tipo de informes económicos”, agrega.
El documento de 13 páginas exhibe tal grado de desconfianza de Suiza en
los datos mexicanos que no descarta el escenario de una “sorpresiva”
caída económica del país en los próximos meses.
Además el gobierno suizo afirma que el “potencial económico” de México
“no despega” a causa de un conjunto de obstáculos que el gobierno de
Calderón no desmontó –y que incluso reforzó– como la subsistencia de
monopolios y empresas altamente dominantes en múltiples sectores.
El pasado 18 de mayo Calderón se jactó de que México gozaba de una
“economía sólida” gracias a la fortaleza del sector financiero y de las
exportaciones, así como a la ampliación de los acuerdos de libre
comercio.
El 15 de agosto el mandatario volvió a autoelogiarse y dijo que durante
su sexenio se había creado el segundo número más alto en la historia del
país de “empleos netos formales”: 2 millones 200 mil. El 27 de agosto
aseguró que México crece “a tasas bastante positivas y reconocidas
mundialmente” desde hace más de tres años.
El 20 de agosto el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, se
había sumado a los halagos al afirmar que el país contaba con un récord
de reservas internacionales además de dar como un hecho que Calderón
entregará a su sucesor “un gobierno con buenas cifras y finanzas
públicas sanas”.
En su reporte el gobierno de Suiza explica que la supuesta fortaleza de
la economía mexicana descansa sobre bases frágiles. Señala que el monto
de las reservas ha evolucionado positivamente pero que están apoyadas
principalmente en una sola fuente: los ingresos petroleros, los cuales,
advierte, seguirán aumentando, considerando que el precio del barril
continuará al alza en los próximos años.
Consecuencia de ello –pronostica el documento– es que el gobierno
mexicano no estará tan presionado para implementar una reforma fiscal a
fondo que le permita obtener más ingresos no petroleros.
En el caso de las cifras de ocupación indica que según el gobierno
mexicano en 2011 la tasa de desempleo fue de 5.3%, “una de las más bajas
entre los países que conforman la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos”.
Suiza advierte que ese dato esconde una realidad distinta. “Esa cifra
excluye a todos los trabajadores del sector informal; es decir, según
cifras oficiales cerca de 14 millones de personas o 29.2% de las
personas ocupadas. El sector informal habría generado dos de cada tres
empleos en 2011. Tampoco se toman en cuenta los siete millones de
jóvenes entre 15 y 29 años que no estudian ni trabajan”.
En cuanto a la inseguridad que ha generado la guerra de Calderón contra
los cárteles de las drogas el reporte suizo contradice a los
funcionarios que rechazan que ésta afecte significativamente las
inversiones extranjeras.
“El impacto de la violencia ligada al narcotráfico no se ha hecho sentir
sobre el ritmo de las inversiones en el país”, admite el documento,
aunque acota que sí ha tenido un efecto “sobre la ubicación elegida por
las empresas extranjeras para establecerse”.
Puntualiza que en 2011 fueron anunciados proyectos de envergadura en el
ramo automotriz (Mazda, Volkswagen y Pirelli) y aeronáutico (Eurocopter)
en el centro del país (Estado de México, Guanajuato, Puebla o
Querétaro) donde el conflicto entre el gobierno y el narcotráfico es de
menor intensidad.
“Manipulación”
El diagnóstico suizo de la economía mexicana desnuda el manejo ilusorio
que hace el gobierno federal de las cifras y las estadísticas para
presentarlas con apariencia triunfalista.
El año pasado, apunta el reporte, México percibió 22 mil 700 millones de
dólares de remesas de trabajadores mexicanos en el extranjero,
principalmente en Estados Unidos. Lo anterior representó un alza en esos
ingresos de 6.9% respecto a 2010. Pero el análisis suizo considera que
ese aumento no está ligado a una mejoría en la calidad de vida en
Estados Unidos sino que es consecuencia de la pésima situación en la que
viven muchos mexicanos. Es decir: aumentó el flujo de personas que
dejan el país por falta de oportunidades.
En relación con el monto histórico que en 2011 registró México en su
cartera de inversiones (41 mil 600 millones de dólares), Suiza lo
atribuye a “un deterioro de las expectativas de crecimiento de los
países desarrollados, así como un agravamiento de la crisis de la deuda
europea”, lo que “favoreció un movimiento de capitales hacia las
economías emergentes”.
Del mencionado monto de inversiones se remarca que México ha registrado
los flujos de capitales más importantes en el mercado de la deuda
gubernamental: 31 mil 700 millones de dólares, lo que significó un
crecimiento de 36.9% respecto a 2010. Pero ello fue, insiste el reporte,
por “las tasas de interés atrayentes (de México) frente a los niveles
históricamente bajos que alcanzaron esas mismas tasas en los países
desarrollados”.
El colmo: las estadísticas comerciales de uno y otro país arrojan
tendencias totalmente opuestas. Mientras que las autoridades de México
reportaron en 2011 un crecimiento de 39% en las exportaciones a Suiza en
relación con 2010, y un aumento de 5.3% en las importaciones
provenientes de ese país, las aduanas suizas registraron un crecimiento
de sólo 11.3% en el primer apartado y una caída de 2.1% en el segundo.
“A pesar de un panorama económico mundial más bien gris –observa el
análisis– el país (México) muestra unas finanzas públicas sanas con un
déficit de 2.8% y una deuda bajo control que equivale a 38.7% de su
producto interno bruto.
“Sin embargo –agrega– existe el riesgo de que esas cifras no reflejen
para nada la realidad y que estén siendo manipuladas por el gobierno
para no afectar su imagen, sobre todo ante las organizaciones
financieras internacionales”, motivo por el cual, alerta, “podrían
presentarse sorpresas, sobre todo en el caso de que haya un cambio de
gobierno a nivel federal” (el informe se realizó antes de las elecciones
del 1 de julio pasado).
En el texto se plantea que “el caso de la deuda de los estados es aun
más preocupante y podría representar un peligro real para el equilibrio
de las finanzas públicas”. Explica que en México los estados federales
poseen la facultad para solicitar préstamos en los mercados
internacionales, los cuales sirven para poder “paliar la falta crónica
de recursos, ya que dependen casi únicamente de las transferencias
federales”.
Los suizos estiman que el peligro de estos créditos radica en el hecho
de que “el control sobre (las finanzas de) los estados (mexicanos) es
más laxo, los gobiernos locales carecen totalmente de transparencia y el
desvío de fondos públicos es una práctica común”.
Suiza reconoce que México ha sostenido una disciplina fiscal “ejemplar”
en los últimos 15 años, por lo que, indica, la economía mexicana
“muestra fundamentos de orden macroeconómico sólidos”. Añade que “en
principio tales bases deberían generar condiciones favorables para el
crecimiento y representar una cierta protección natural contra eventos
exteriores adversos”.
Pero una vez más las autoridades helvéticas advierten que no es así
porque “persiste una serie de problemas que frenan considerablemente el
potencial de la expansión de la economía mexicana”, tal es el caso de
“la rigidez estructural, la falta de competencia en diversos sectores,
un marco institucional obsoleto en varios mercados, una tasa elevada de
participación del sector informal y una fuerte dependencia de los
ingresos petroleros”.
Por tal razón matizan el optimismo del gobierno panista cuando apuntan
que “aunque la economía mexicana es resistente a un ambiente global poco
favorable, es a la vez vulnerable a las afectaciones serias del
crecimiento económico mundial, especialmente del proveniente de Estados
Unidos, en tanto que el mercado financiero mexicano es igualmente
sensible a las condiciones financieras globales”.
Acuerdos desperdiciados
La embajada suiza destaca que México ha firmado 13 acuerdos de libre
comercio que implican mercados de 47 naciones. Sin embargo refiere que
ese proceso de apertura se ha desacelerado por las reticencias de la
opinión pública mexicana, pero también de los propios empresarios. Por
ese hecho, dice el análisis suizo, el Senado no pudo ratificar el
acuerdo comercial con Perú apenas hasta diciembre pasado, mientras que
no ha sido posible abrir las negociaciones para concretar uno con
Brasil.
En todo caso la diplomacia suiza constata que la firma del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte “realzó la dependencia económica de
México hacia Estados Unidos”; advierte que las condiciones
preferenciales que suponía para los mexicanos tal acuerdo “se están
agotando” ya que Washington ha negociado nuevos tratados y cuenta con
otros socios comerciales.
En contraste critica que el mercado latinoamericano sea “un terreno
todavía poco explotado por México” a pesar del importante “potencial de
crecimiento que supone para las exportaciones mexicanas”. Y aporta
algunos ejemplos: aunque pequeñas respecto al total, las exportaciones
de nuestro país a Colombia crecieron 49.8% entre 2010 y 2011, y a Brasil
y Chile, 29.2% y 11.1%, respectivamente, en el mismo periodo.
El reporte lamenta que el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea
–que entró en vigor el 1 de julio de 2000– no haya cumplido con el
objetivo de aminorar la dependencia del país hacia Estados Unidos. Sólo
5.4% de las exportaciones mexicanas son actualmente destinadas a ese
bloque comercial de 27 naciones, indica el análisis, y precisa que el
socio europeo más importante de México es Alemania, a donde envía apenas
1.2% de todo lo que exporta.
El mismo análisis presenta el documento del acuerdo que firmó México con
la Asociación Europea de Libre Comercio –integrada por Noruega,
Islandia, Liechtenstein y Suiza– y que entró en vigor el 1 de julio de
2001. Suiza considera que sus intercambios comerciales con México “no
parecen haber sabido aprovechar el margen de maniobra que ofrece el
acuerdo” y que, “en consecuencia, los intercambios (bilaterales) no han
aumentado de manera significativa”.
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