Los políticos occidentales adoran verter masas de lágrimas de cocodrilo sobre “el pueblo sirio” y felicitarse en el marco de los “Amigos de Siria” para defenderlo contra la “tiranía”.
Bueno, el pueblo sirio ha hablado.
Aproximadamente un 70 por ciento apoya al gobierno de Bashar al-Assad.
Otro 20 por ciento es neutral. Y sólo un 10 por ciento está alineado con
los “rebeldes” apoyados por Occidente, los secuestradores, tragapulmones, decapitadores del tipo yihadista.
Los datos fueron suministrados sobre
todo por organizaciones independientes de ayuda que trabajan en Siria.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) recibió un
informe detallado a finales de mayo pasado pero, predeciblemente, no
mostró demasiado interés por publicarlo.
Como el diario Asia Times Online
ha estado subrayando durante meses, las clases empresariales suníes en
Damasco y Alepo son neutrales o favorables a al-Assad. Y la mayoría de
los sunitas consideran ahora que las bandas de mercenarios extranjeros
armados por Catar y la Casa de Saud son mucho más repelentes que
al-Assad.
Mientras tanto en Gran Bretaña, donde David de Arabia Cameron
mantiene su entusiasmo por una zona de exclusión aérea para proteger al
“pueblo sirio”, sólo un 24 por ciento de los británicos está a favor de
armar aún más a los “rebeldes” (aunque el 58 por ciento apoya la ayuda
humanitaria).
Y en un mitin en Doha, la perenne estrella
de Al Jazeera e icono de la Hermandad Musulmana, el jeque Yusuf
al-Qaradawi –pontificando ahora en Al-Azhar en El Cairo– ha llamado a
una yihad de todos los musulmanes suníes contra Damasco. También
calificó a Hezbollah de “partido de Satanás” y condenó a Irán por
“enviar armas y hombres para respaldar el régimen ‘sirio’”. En los
hechos ha apoyado una yihad de musulmanes contra musulmanes, aunque insistió en que su llamado a combatir contra Hezbollah “no es contra todos los chiítas”.
Además al-Qaradawi también cuestionó:
“¿Cómo podrían 100 millones de chiítas derrotar a 1 mil 700 millones de
sunítas? Sólo porque los musulmanes [sunitas] son débiles”. Esto dio más
que por entendido que los chiítas son el enemigo.
¿Quién, entonces, se preocupa de lo que pueda pensar el “pueblo sirio”?
Los “Amigos de Siria” occidentales no podrían haber encontrado a un chivo expiatorio
más dispuesto para promover su acostumbrada jugada autorrealizable
“divide y vencerás”, la división sunita-chiíta (es como decir entre
católicos y protestantes). Siempre es útil tener a disfuncionales
petromonarquías del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCG)
presentándose como “liberadoras” para que Occidente pueda volver a
librar una guerra por encargo “dirigiendo desde atrás”.
En otras noticias, ¿dónde está Evelyn Waugh cuando lo necesitamos?
Es Scoop de nuevo [el nombre Scoop
hace referencia al título de la novela escrita por Evelyn Waugh,
publicado en 1938; en dicha novela el escritor denuncia las desviaciones
del periodismo y los métodos de desinformación de la prensa comercial
en su época], con Siria que reemplaza una guerra “promisoria” en la
República Africana de Ismaelia y cada chapucero en el mundo occidental haciendo un remix de Daily Beast, proclamando la inminente caída de al-Assad porque, bueno, estamos a favor de los rebeldes y hemos decidido que van a ganar.
Misiles infieles
Tal como están las cosas, las negociaciones Ginebra II promovidas por Washington y Moscú parecen prácticamente enterradas.
La Unión Europea ha levantado su embargo de armas contra Siria, acción que fue en esencia un delirio
franco-británico que no tomó en cuenta a miembros renuentes de la Unión
Europea. Por cierto, tuvieron que ser Gran Bretaña y Francia, dos
antiguas potencias imperiales que hace casi 1 siglo trazaron una línea
en la arena dividiendo el Levante y ahora quieren rediseñarlo.
Eso significaría, en la práctica, que
la Unión Europea ha declarado la guerra a Damasco. Según el acuerdo de
la Unión Europea, las entregas de armas tendrán lugar antes del otoño. Y
el beligerante dúo franco-británico tiene que asegurar que las armas se
utilizarán sólo para proteger a los civiles.
¿Quién supervisará esto?, ¿un montón
de burócratas de Bruselas en uniforme de faena? Siempre pueden volver a
la solución predeterminada, pedir ayuda a Estados Unidos. Cada grano de arena del Levante sabe que la Agncia Central de Inteligencia “ayuda” a Catar y a Arabia Saudita a armar a los “rebeldes”.
Y luego existe la clara posibilidad de que Gran Bretaña puede haber actuado, una vez más, como una Quinta Columna
estadunidense dentro de la Unión Europea, allanando el camino a una
posible intervención al estilo de “todas las opciones están sobre la
mesa” del gobierno de Barack Obama.
El presidente ruso Vladimir Putin dio –de inmediato– jaque mate
a la Unión Europea, y a Estados Unidos. Sí, esos famosos sistemas de
misiles S-300 irán a Damasco y pronto. El ministro adjunto de Exteriores
ruso, Sergey Ryabkov, dijo que los misiles serán un factor
estabilizador en Siria, que ayudará a disuadir a los “fanáticos”.
También subrayó –correctamente– que tal vez la Unión Europea ya haya
saboteado las conversaciones planeadas en Ginebra.
El exgeneral de la Fuerza Aérea rusa, Anatoliy Kornukov, dijo a Interfax-AVN Online
que Damasco necesitará por lo menos 10 batallones de sistemas de
misiles de defensa antiaérea S-300 para proteger integralmente su
territorio de un posible ataque de la OTAN. En este caso, sería
imposible imponer una zona de exclusión aérea, un sueño húmedo franco-británico.
Cada sistema de misiles tierra-aire
S-300 consiste en un puesto de comando equipado con radar y hasta seis
misiles 5Zh15. Sería suficiente 1 mes de entrenamiento para que los
sirios los manejaran. Korbukov dijo: “Nuestros sistemas pueden
desplegarse dentro de 5 minutos. Y es casi imposible interferir con
ellos”.
¿Qué van a hacer al respecto los
“Amigos de Siria”? ¿Convocar a otra reunión? Es hora de que al-Qaradawi
aparezca en al-Jazeera para actualizar su yihad para que incluya misiles
rusos (después de todo son misiles infieles). ¿Por qué no establece un
ejemplo y se presenta de voluntario en el frente?
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