jueves, agosto 24, 2006

La locura del presidente


Sique

En nota de Milenio del 24 de agosto se recogen las palabras de Fox en Cuernavaca: “Quien se niega al diálogo abre la ventana para que se cuele la violencia. El diálogo y la negociación son elementos esenciales de la democracia. La negación del diálogo es la negación de nuestro ser racional. Quien no dialoga niega la existencia del otro.” Uno podría creer que su locura radica en que se está hablando a sí mismo en sus declaraciones públicas ya que él fue quien se negó sistemáticamente a dialogar con López Obrador quien hasta por escrito se lo solicitó; ahora parece que le atacó, como si fuera poca la incapacidad mental que ya tiene, el Alzheimer, o bien, se ratifica la desvergüenza que le atribuye Porfirio Muñoz Ledo. ¿Con qué cara puede decir semejante cosa cuando él cerró todo diálogo con López Obrador desde el desafuero?


Pero por otra parte, todos sabemos a quien alude, quien lo tiene obsesionado, quien es el destinatario de este mensaje, y de casi todos los que emite al menos durante los tres últimos años: AMLO. Entonces podría ser que su locura consiste en que se siente perseguido por López Obrador y alucina que éste está en todo momento junto a él, por ello ni siquiera pronuncia su nombre, le habla directamente.

Y en efecto, lo que dice es cierto, aunque el sujeto y las implicaciones de sus palabras cambian los significados: Fox ha abierto la ventana para que se cuele la violencia, ha enviado tanquetas a San Lázaro a dos semanas de su presentación; el diálogo y la negociación son elementos esenciales de la democracia, pero esto no equivale a tener acuerdos a espaldas y en contra del pueblo traicionando su voluntad; él ha negado su propio ser racional y se ha convertido en psicótico, él niega la existencia de millones y la reduce a un puñado de “renegados”, a dos millones los calcula en ciento veinte mil y a la crisis de Oaxaca y a sus muertos de plano ni los ve (síndrome Salinas de Gortari).

Pregunto: ¿Hay algún artículo en nuestra Constitución que prevea lo que se debe hacer cuando un presidente pierde la razón? ¿Qué pasa cuando un presidente se vuelve loco? ¿Acaso no hay forma de que el Congreso pida una valoración profesional sobre la salud mental del presidente? Si existe debería empezarse un procedimiento al respecto y si no, pues más vale que el Congreso comience a trabajar en ello porque ya vemos que puede ocurrir.

No hay comentarios.: