jueves, diciembre 28, 2006

La revolución de la conciencia. 5. Igualdad y justicia

Sique

Según el diccionario de la lengua española igualdad significa:

1. f. Conformidad de algo con otra cosa en naturaleza, forma, calidad o cantidad.
2. f. Correspondencia y proporción que resulta de muchas partes que uniformemente componen un todo.

Como observamos en la parte 4. y de acuerdo con estas definiciones existe igualdad entre los seres humanos. ¿Por qué entonces no habríamos de tener derechos y obligaciones iguales?

La igualdad forma parte de las nuevas ideas liberales expuestas por Voltaire, Rousseau y Montesquieu que surgieron en el periodo de "La Ilustración" durante la revolución francesa ante el régimen de injusticia y ante la pobreza que sufrían las clases bajas como consecuencia de un sistema monárquico. Constituye uno de los principios establecidos en la Asamblea Nacional que representaba al pueblo, y es parte de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano: libertad, igualdad y fraternidad. Esta declaración estableció una serie de principios más que una constitución con efectos legales a través de la cual se bosquejaba el camino hacia la democracia junto a la noción del sufragio universal en la que todo ciudadano tenía el derecho a votar. Así se luchó en contra de una sociedad dividida y por la separación de poderes para instaurar la república. La igualdad ante el impuesto, ante penas y en el acceso a cargos públicos fueron preceptos instaurados en las leyes hace más de dos siglos.

De principio observamos que en nuestro país no todos pagan los impuestos que debieran, no a todos se les aplican las penas que debieran cumplir por sus delitos y no todos tienen acceso a los cargos públicos de acuerdo a sus merecimientos.

La igualdad relaja al espíritu humano y las desigualdades lo tensan. Si dos niños adquieren cosas distintas dándole a uno más y mejor que al otro desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo surgen más problemas en sus relaciones que si a ambos se les da lo mismo. La igualdad en el trato introyecta una actitud de justicia en el infante para su vida futura. Las desigualdades crean percepciones falsas de que no todos los humanos somos iguales en tanto unos tienen acceso a cosas que otros no tienen; se tiende a buscar una justificación y de ahí emerge un concepto mental falso de que unos son inferiores a otros que se va fortaleciendo con el tiempo.

La idea de igualdad está asociada a la justicia sin embargo según el diccionario de la lengua española encontramos:

1. f. Una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece.
2. f. Derecho, razón, equidad.
3. f. Conjunto de todas las virtudes, por el que es bueno quien las tiene.
4. f. Aquello que debe hacerse según derecho o razón. Pido justicia.
5. f. Pena o castigo público.
6. f. Poder judicial.
7. f. Rel. Atributo de Dios por el cual ordena todas las cosas en número, peso o medida. Ordinariamente se entiende por la divina disposición con que castiga o premia, según merece cada uno.
8. f. desus. Ministro o tribunal que ejerce justicia.
9. f. coloq. desus. Castigo de muerte. En este mes ha habido dos justicias.

Vayamos reflexionando una a una como en las partes anteriores.

1. f. Una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece.

Las cuatro virtudes cardinales están contempladas como nociones religiosas y son: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

Es interesante que el Diccionario de la Lengua Española exponga como primera definición una que atañe a nociones religiosas, ello significa que nuestro lenguaje está permeado por preceptos religiosos aun en los signos lingúisticos a los que hace referencia nuestro concepto mental. También llama la atención la ambigüedad que existe en "dar a uno lo que le corresponde o pertenece" pues tal aseveración en términos económicos implica necesariamente una premisa que está en función del régimen que impere: en la monarquía sería "dar a cada quien según su jerarquía nobiliaria", en el capitalismo, "a cada quien según su capital", en el socialismo, "a cada quien según su trabajo" y en el comunismo, "a cada quien según sus necesidades" ¿cuál de éstas es justicia?

En nuestro país impera el capitalismo, el que tiene un capital que invertir recibe los beneficios del trabajo de muchos, en ese sentido es justo que haya ricos y pobres. Por eso el panismo y los multimillonarios no sienten que haya injusticia. Puede tenerse la conciencia de la justicia como valor moral y sentirse acorde con éste sin que haya discrepancia cuando se tienen cientos de miles de millones aunque otros no tengan ni lo indispensable para vivir.

2. f. Derecho, razón, equidad.

Un seguimiento de cada una de las definiciones de estos términos que explican el significado de la justicia nos lleva por el mismo camino: depende de la ideología, la justicia tiene distintos rostros y hasta opuestos.

3. f. Conjunto de todas las virtudes, por el que es bueno quien las tiene.

Volvemos a la connotación religiosa, sin embargo podemos observar que sin ésta virtud significa: actividad o fuerza de las cosas para producir o causar sus efectos. Lo cual nos deja en la misma situación ambigua. Pero después encontramos estas definiciones: 5. f. Integridad de ánimo y bondad de vida. 6. f. Disposición constante del alma para las acciones conformes a la ley moral.

La ética o la moral son una rama de la filosofía cuyo objeto es el juicio de apreciación del bien y del mal. Pero resulta que la ética o moral (o sea el juicio sobre el bien y el mal) son una serie de prescripciones admitidas en una época o por una sociedad determinada. Esto significa que en tiempos de la esclavitud era moral tener esclavos como ocurría en Grecia.

4. f. Aquello que debe hacerse según derecho o razón. Pido justicia.

Según el derecho de cuál época. En cuanto a razón como la facultad de discurrir o el acto de discurrir el entendimiento depende también de el autor de dicho acto.

5. f. Pena o castigo público.

Este concepto no aplica en relación con nuestras reflexiones sobre nuestra revolución de la conciencia.

6. f. Poder judicial.

Peor.

7. f. Rel. Atributo de Dios por el cual ordena todas las cosas en número, peso o medida. Ordinariamente se entiende por la divina disposición con que castiga o premia, según merece cada uno.

En la revolución de la conciencia se trata de nuestra disposición y no implica una entidad divina.

8. f. desus. Ministro o tribunal que ejerce justicia.

¿Como el tribunal electoral?

9. f. coloq. desus. Castigo de muerte. En este mes ha habido dos justicias.

Este es el mejor ejemplo de que desde el diccionario nuestro concepto mental de justicia varía y estaría divorciado, por ejemplo, de quienes piensan que la pena de muerte es una inmoralidad.

Si bien este ejercicio no es de gran utilidad para la revolución de la conciencia sí siembra un inicio y nos sirve para darnos cuenta de que la justicia por su ambigüedad semántica no es un valor absoluto.

Vayamos a algunas teorías sobre la justicia:

Platón: La Justicia Aristocrática como armonía social. Propone que los puestos de mando lo lleven los mejores de la sociedad, es decir, los más sabios.

Aristóteles: La Justicia como igualdad proporcional: Dar a cada uno lo que es suyo, o lo que le corresponde. Dice que lo que le corresponde a cada ciudadano tiene que estar en proporción con su rango social y sus méritos personales.

Santo Tomás de Aquino: La Ley Natural. Dice que los ciudadanos han de tener los derechos naturales, que son los que Dios les da. Estos derechos son más tarde llamados Los Derechos Humanos.

Para los utilitaristas las instituciones públicas se componen de una forma justa cuando consiguen maximizar la utilidad (en el sentido de felicidad) agregada. Según esta teoría, lo justo es lo que beneficia al mayor número de personas a la vez.

Hans Kelsen la define así:

"La Justicia es para mí aquello cuya protección puede florecer la ciencia, y junto con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la Justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia."

Según la forma de pensar de cada quien se tendrá que reflexionar si se está comportando con justicia cuando le toca determinar que le corresponde a uno y que a otro y sugeriríamos que tal discernimiento incorporara el concepto de igualdad que sí es un valor absoluto.

Vamos ahora a concentrarnos en el concepto de justicia social, la demanda del pueblo mexicano.

Entendida en términos generales, la justicia social es el conjunto de decisiones, normas y principios que se consideran razonables por una sociedad determinada. La justicia sería aquello que se considera más razonable para una situación dada. Razonable significa que determinada acción es defendible ante los demás con independencia de sus intereses u opiniones personales, esto es, desde una perspectiva imparcial; así, para justificar algo hay que dar razones convincentes que los demás puedan compartir. La defensa de un principio de justicia se debe hacer por la vía de la argumentación racional, con base a cuatro tipos de argumento: práctico, por analogía, ético y de identidad.

Las decisiones que se han tomado en nuestro país como por ejemplo, el que todos los mexicanos tengamos que pagar una deuda bancaria no es razonable para nuestra sociedad. Ni defendible como lo han argumentado el gobierno y por supuesto los banqueros porque ello no es independiente de sus intereses personales por tanto de imparcial no tiene nada. Prácticamente es imposible cubrir esa deuda en tanto por una parte crece aceleradamente y por la otra nuestro pueblo tiene necesidades apremiantes que cubrir. Instituciones educativas se encuentran en una enorme necesidad de ser rescatadas y sin embargo el rezago en materia de educación es alto y nadie en el gobierno ha pensado en rescatarlo. Resulta un atentado a la ética el haber premiado la ineptitud de la agrupación bancaria otorgándole grandes beneficios a costa de las carencias y el sufrimiento del pueblo. Hoy, la voz del pueblo clama seguridad, respeto, orden que quiere ser tolerante sin verse maltratado. Estos son vestigios inconfundibles de una identidad que no quiere verse asfixiada y que quiere superar la desagradable idea de que el otro, por ser otro, sea el enemigo.

Un acto de justicia es unívoco. Si es justo para uno es justo para otro. Es decir, si a uno le dan más que a otro para éste también resulta injusto.

El tratamiento del término justicia social por la Filosofía o la Teología es relativamente reciente, aunque está presente en la producción de filósofos de la Edad Moderna: Hobbes, Rousseau, Locke, Kant, Malthus, Thomas Hill Green, Friederich Hayek, John Rawls y Robert Nozick; es especial y profusamente tratada en la Doctrina Social Católica, el movimiento sindical, los partidos socialistas democráticos y los movimientos de Derechos Humanos.

La idea de justicia social late en el 'estado de naturaleza' del que tratan Rousseau y algunos de los clásicos, así como en el 'equilibrio reflexivo' de los principios de justicia de Rawls: libertades básicas, principio de diferencia y acción afirmativa como discriminación positiva, basada en la justicia entendida como equidad, resultado del principio de igualdad de oportunidades, pero no ha sido desarrollada hasta las acciones y consecuentes legislaciones de los movimientos humanistas en torno a la discriminación, la libertad y las Encíclicas Sociales: la distribución de los frutos del desarrollo y la dignidad humana.

La lucha contra la distribución desigual de bienes que son de todos, la solicitud o preocupación por el bien común, la idea de que justicia equivale a paz y la conciencia de ello en los individuos son todos componentes de un sistema social justo. El balance de las desigualdades sociales en beneficio de los menos favorecidos, dando a la justicia la categoría de equidad, como preocupación social para el desarrollo humano y de la sociedad, ya define la nueva situación de estas cuestiones en la humanidad.

Este tipo de problemas favorece la tentación del uso de la violencia que ya ejerce nuestro gobierno espurio para combatir situaciones socialmente injustas; tenemos problemas de vivienda, educación, salud y desempleo y cuestiones internacionales preocupantes, que tendrán que resolverse tras una fundamentación empírica y racional, desarrollando una justicia social basada en: desarrollo, solidaridad, dignidad humana e identidad de cada comunidad.

La demanda de justicia social ha sido reprimida con la injusticia de aprehender, torturar, encarcelar o asesinar a integrantes del pueblo oaxaqueño ya que son inocentes de los delitos que los incriminan, lo cual está fuera de toda razón y derecho según las leyes de nuestro sistema.

En la teología moral 'los bienes de este mundo están originalmente destinados a todos', hay un conjunto de principios, criterios de juicio y directrices de acción, que son un modelo de filosofía moral para la sociedad civil y se ha incorporado a la estructura social a través de las Ciencias Sociales, es decir, con aportaciones y puntos de vista de técnicas multidisciplinarias.

Pero todos estos principios no forman realmente parte de nuestra conciencia de la justicia como un valor moral si nos comportamos injustamente con nuestros semejantes, con nuestros hijos, con nuestra familia y con nosotros mismos. Si tratamos injustamente a nuestros subalternos, si no atendemos las necesidades de nuestros hijos con quienes tenemos ese compromiso moral por haberlos traído a este mundo, si no cumplimos con nuestras obligaciones y si no luchamos por nuestros derechos.

Al no reclamar nuestros derechos estamos siendo injustos con nosotros mismos y desde ahí no podemos esperar que los demás lo sean con uno ni que se ejerza la justicia.

La revolución de la conciencia implica una reflexión de que tan justos somos en nuestras vidas y rectificar nuestras acciones de tal manera que nuestros juicios apelen a la igualdad y la justicia. Eso nos da la autoridad moral de exigirla.

Próximamente la parte 6. Fraternidad y solidaridad.

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