Julio Hernández López
¡Oh, no: es un peligro para México: populista y demagogo! ¿Es un avión? ¡No! ¿Es Supermán? ¡No! ¡Es Calderón!
El secretario de Hacienda desliza su redonda figura en la primera caseta telefónica cuadrada a su alcance para cambiar su camiseta de Chicago Boy por la de Peje Fan desvelado por ver las transmisiones trasnochadas de Televisión Azteca, que tuvieron sospechosos altibajos de sonido en los momentos tropicalmente estelares, a pesar del millón de dólares al año que Las Glorias del Chiquihuite cobrará por la dicha inicua de decir la verdad que en sus noticiarios tranquilamente escamotea (birlar la información del Peje en la programación diaria también es facturable, aunque el cobro se realiza en la ventanilla de gobierno opuesta a la que se denomina legítima). El hombre de los 10 carros disparatadamente expresados en plural (car ten, pero con eses finales) hubo de salir ante diputados federales conque siempre sí habrá subsidios para la pobredad nacional escandalizada porque le subieron un tostoncillo a cada litro de leche especialmente formulada para gente de bolsillos casi vacíos (o sin bolsillos).
Veloz practicante de los ritos compensatorios que como candidato criticaba y prometía no ejecutar, el populista subsidiario debe haberse ido ayer muy tranquilo a la camita, a la camita, luego que se topó con la noticia de que sus fuerzas justicieras habían clausurado ¡dos tortillerías!, porque peligrosos capos del taco organizado habían osado vender pacas de a kilo a mayor precio del autorizado, sin ser miembros de Maseca, Cargill, Minsa esos traficantes de la vitamina T (¡ah, jijos del etanol!).
Con 500 millones de pesos de subsidio a la leche llamada "popular" y dos tortillerías tomadas, el avión/Supermán/Calderón pudo convertirse en Clark Kent e ir a El Salvador para pronunciarse contra los regímenes autoritarios o dictatoriales que según eso no deben regresar (no consta a esta columna si estallaron en aplausos las fuerzas militares de la Policía Federal Preventiva, la caravana nacional verde oliva o el gobernador de Oaxaca y sus escuadrones de la muerte). Poseído de un extraño espíritu transformista, el presidente general de México dijo sin ardor facial que lo relevante no es la orientación ideológica de un gobierno, sino "que el pueblo pueda decidir quiénes son sus gobernantes". Flor exótica en el vivero latinoamericano cargado a la izquierda, el fiscal constitucional de los Estados Unidos Mecsicanos quiso así aparentar que no se siente fuera de lugar ni marginado enmedio de Hugos, Evos, Lulas, Danieles, Bachelets y Correas.
Demagogia internacional pero también nacional, pues el propio secretario federal del trabajo, Javier Lozano especialista en asuntos de telecomunicaciones ha dicho que la idea esa de ofrecer exenciones fiscales por 3 mil millones de pesos a los empresarios que creen empleos "es un programa que por naturaleza tiene un alcance limitado" y que "los empleos que vamos a necesitar en nuestra economía en los próximos años, de ninguna manera podrán venir, tanto por el monto limitado de 3 mil millones de pesos que están destinados para el programa, como por la naturaleza misma de los empleos que queremos generar en el país".
Y, ya para cerrar el cuadro, que renuncia al PAN la señorita (aunque les cueste más trabajo) Ana Rosa Payán, indignada porque sus compañeros de partido resultaron aplicados ejecutantes de las suertes electorales de adulteración que el priísmo realizaba desde el poder (Yucatán produjo un gran maestro en esos juegos de mapachería: Víctor Cervera Pacheco, resurrecto ahora, aunque en versión chafa, pues los trucos se le ven, en el gobernador Patricio Patrón).
Astillas:
Un empresario mexicano, Remigio Angel González y González, acaba de comprar 80 por ciento de las acciones del canal 9 de televisión abierta de Argentina, que está en tercer lugar de audiencia nacional. ¿Pero quién es ese nada remiso ángel de la información y los negocios? En www.saladeprensa.org, página web "para profesionales de la comunicación iberoamericanos", se publicó en febrero de 1999 un artículo de Hans Koberstein (tomado de la Revista Latina de Comunicación Social) en el que se menciona que Remigio Angel se convirtió en los años 90 en el hombre fuerte de la televisión guatemalteca, pues "controlaba todos los canales de televisión de cobertura nacional, incluyendo noticieros", y "se adueñó de 22 frecuencias de radio, entre ellas la única radio puramente informativa del país, Radio Sonora". El mexicano González y González se empeñaba en "mantener buenas relaciones con el gobierno en turno", ordenando "en los telenoticieros un trato favorable a los candidatos presidenciales con más posibilidades de ganar y ofreciéndoles condiciones especiales para la propaganda política, de forma que ninguna campaña electoral pudiera funcionar sin el apoyo de González. Si el presidente de turno se mostraba descontento por la emisión de informaciones perjudiciales para el gobierno, González se encargaba de suprimir estas informaciones. Este mecanismo se ha vuelto casi rutinario en algunas redacciones". ¡Uf: estilo mexicano de negocios y poder con calidad de exportación! Cualquier semejanza con la realidad (guatemalteca) será una coincidencia de plata, es decir, argentina... Atención, habitantes de Torreón y anexas: un astillado hijo de La Laguna estará este sábado por la tarde por allí de las 18 horas en el auditorio del sindicato de telefonistas, Comonfort 419 sur, para hablar en un Encuentro Regional de la Sociedad Civil que organiza el Movimiento Cívico Lagunero José Santos Valdés (Mocila)... Y, aparte de aquel encendido discurso de oportunidad que Leonel Cota pronunció en la Plaza de la Danza en Oaxaca, y del par de mítines a un lado del capitalino Hemiciclo a Juárez que encabezó López Obrador, ¿qué más han hecho el PRD y el presidente legítimo para defender a los oaxaqueños cada vez más golpeados? ¡Hasta mañana, en esta columna que sin deliberación de jurado alguno le da, por sus puras pistolas marítimas, la Astilla de Oro a Alfonso Cuarón por Children of Men!
miércoles, enero 17, 2007
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