viernes, junio 22, 2007

Protesta de campesinos en Colombia para exigir el retiro de una base militar

Piden castigo para dos soldados que en estado de ebriedad mataron a seis civiles
Bombardea el ejército a un grupo de las FARC en Meta; asegura que les causó 50 bajas

AFP, DPA

Santa fé de Bogotá, 21 de junio. Unos mil 500 campesinos rodearon la sede de un batallón en el sur de Colombia para exigir al ejército que retire esa unidad militar, a la que pertenecían dos soldados que en estado de ebriedad mataron a seis civiles hace dos semanas.

La protesta tuvo lugar en el caserío de Balsillas, entre los departamentos de Huila y Caquetá, donde la matanza siguió a la negativa de uno de los campesinos a vender licor a los uniformados.

El diario El Tiempo aseguró que el ejército intentó frenar la protesta tras "interceptar una llamada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la que ordenaba marchar a los campesinos", una versión que no pudo ser confirmada con fuentes militares.

Olmo Liévano, director de la no gubernamental Corporación de Desarrollo y Paz del Huila (Huipaz), dijo que el propósito de los manifestantes es conseguir la "intervención de organismos internacionales para que esta y otras violaciones al derecho a la vida no queden impunes" y se dé el retiro de la base militar.

La semana pasada la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos se comprometió en un comunicado emitido en Bogotá a estar atenta a este proceso judicial y conseguir que se investigue y castigue a los responsables.

En tanto, la fuerza aérea colombiana informó que bombardeó a un grupo de las FARC en el departamento de Meta, y aseguró que les provocó unas 50 bajas.

De su lado, el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Fernando Araújo, pidió a los embajadores de su país abstenerse de dar declaraciones en torno al intercambio humanitario, mediante el cual el Ejecutivo espera liberar a las personas que están en poder de las FARC.

Araújo desautorizó al embajador colombiano en Brasilia, Mario Galofre, quien la víspera declaró que "Brasil podría ayudar probablemente facilitando algún territorio para que esos diálogos -sobre el canje de rebeldes por secuestrados- pudieran realizarse".

"En el tema el acuerdo humanitario, la voz del gobierno es la del alto comisionado para la paz", explicó Araújo en alusión a Luis Carlos Restrepo. "Solamente las palabras del funcionario comprometen al gobierno colombiano", dijo el ministro.

Mientras, el gobierno francés y el comité parisino para la liberación de la política colombo-francesa Ingrid Betancourt, en manos de las FARC desde hace cinco años, pidieron a esa guerrilla haga "un gesto fuerte" y brinde una prueba de que está con vida.

En otro orden, Colombia autorizó la extradición a Estados Unidos por narcotráfico del prófugo paramilitar Manuel Mejía Múnera, tras renunciar al proceso de paz al negarse a ir a una cárcel de máxima seguridad, según un acuerdo del gobierno con los paramilitares.

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