Quién nos gobierna
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Argumentan que Fausto “no quiere que los medios hablen mal de él, sobre todo ahora que los grupos de narcotraficantes siguen haciendo de Coahuila un lugar para operar sin presiones, amén de que las áreas de la dependencia no trabajan como debieran”, aseguran.
Parece verdad, pues según informes de la Procuraduría General de la República, (PGR), así como los de la Procuraduría de Justicia del estado de Coahuila (PGJEC), en este estado operan al menos tres de los cárteles de las drogas más importantes de México; el del Golfo, el de Juárez, y también el de Sinaloa. Y no es todo, operan además un buen número de distribuidores de “mediano calibre” que luchan por una porción de la plaza. Y ni que decir del tráfico ilegal de armamento, en el que Coahuila está convertido en una plaza importante.
Por esto y más, el silencio comprado por Destenave es importante. Cuentan nuestros testigos que en ocasiones los articulistas llegan “apadrinados por columnistas o directivos de medios”, y aseguran que recientemente un columnista “recibió un boleto para sendo viaje a España”.
--- ¿Cómo se justifican esos gastos en estos días del “gobierno de la gente”?, se les pregunta.
--- Es fácil, no hay control en la compra de boletos de avión. Simplemente se pide facturar a nombre de la Secretaría, especificando otro destino para los vuelos. Esto es pan comido para el coordinador administrativo Luís Gerardo Velázquez Cepeda.
Abundan: “Y esto no es todo. La dependencia se hunde cada vez más en la ineficacia, los funcionarios responsables de los departamentos de la Secretaría ya mostraron falta de probidad en el pasado o simplemente nula competencia. Ahí tiene el caso de Sergio Robles Garza, titular de Protección Civil”.
20 meses sin resultados
La labor de Destenave Kuri al frente de la SSPC ha sido en realidad un teatro de representación oficial, una especie de cara de que la seguridad pública existe en Coahuila. Sin embargo, en 20 meses de gobierno de Humberto Moreira, el trabajo de Destenave ha sido deficiente, casi nulo.
Su historia hemerográfica lo corrobora, pues la mayoría de las acciones del burócrata han sido a toro pasado. En Coahuila, la prevención del delito no existe y a esto se suman los añejos problemas heredados por el corrupto exsecretario de gobierno Raúl Sifuentes Guerrero -protección a internos pudientes de los penales, proliferación de enfermedades contagiosas en los CERESOS como la hepatitis C y B, tráfico de estupefacientes-, que siguen sin atacarse.
Las hemerotecas despejan las dudas y sacan del olvido las miserables apariciones de Destenave en escenarios donde cayó la desgracia. Un caso reciente es el accidente de la mina Pasta de Conchos, donde se evidenció el nivel de conocimiento que este oficial tiene acerca de la seguridad o rescate de las víctimas. Peor aun, ignora las condiciones de trabajo en las que bregan los obreros del carbón, a pesar de ser originario de esa zona.
Y es que Destenave aseguraba al momento de la tragedia que “las condiciones para recuperar los cadáveres –de Pasta de Conchos- son satisfactorias”. De ese día a la fecha no hubo rescate de cuerpos, es decir, que el secretario solo habló por hablar; y que la ignorancia es lo que llena su cabeza.
Después del accidente de Pasta de Conchos sucedieron otros percances que ocasionaron la muerte de mineros, como el de la mina La Luz, lo que exhibe que las condiciones de explotación de la hulla siguen igual, con o sin los 65 difuntos.
¿Cuál seguridad entonces? ¿Se debe entender a la sazón que los gritos de denuncia de las condiciones laborales fue demagogia de los funcionarios? ¿Cuáles son las medidas concretas que cambiaron las condiciones de trabajo de los productores de carbón?.
La realidad dice que la seguridad en los socavones sigue igual. Que a la fecha no existen medidas, ni de ley ni operativas que mejoren las condiciones de los mineros de la Cuenca Carbonífera.
Secretario de compañía
Fausto Destenave gusta aparecer en los sitios de los siniestros como funcionario de compañía. Su ocupación ha sido sólo el hacerse cargo de las declaraciones atiborradas de buenos propósitos, pero sin eficacia. Esto podría entenderse examinando los perfiles de la gente que mantiene en las áreas de responsabilidad, burócratas de probada ineptitud, además de corruptos. Sergio Robles Garza, titular de Protección Civil es un ejemplo. Las inundaciones de Ciudad Acuña en el año 2003, las denuncias en su contra llevadas al Congreso por el partido estatal Unidad Democrática de Coahuila (UDC) por inepto; pero sobre todo, los 37 muertos, 11 desaparecidos, más los 2500 damnificados de las inundaciones de Piedras Negras en el año 2004, cuestionan a quien protege a Robles Garza para seguirse manteniendo en la misma responsabilidad.
El todavía director de Protección Civil violó flagrantemente la Ley de Protección Civil de Coahuila no sólo en aquellos años, se repitió ahora con la tromba que azotó Parras de la Fuente, lo que sería motivo suficiente para despedirlo.
¿Alguien conoce el Plan de Protección Civil de Coahuila para las zonas de alto riesgo del estado? ¿Existe este diagnóstico?
Y ni que decir del incompetente Segismundo Doguín, director de la Policía Preventiva, un contumaz prepotente violador de los Derechos Humanos. ¿Acaso ya se olvidaron todos los señalamientos que lo arrinconan como personaje sospechoso incrustado en la seguridad pública? ¿Ya hubo borrón y cuenta nueva de las constantes ocasiones que abusó del poder?
No hay de qué extrañarse, los perfiles de los acompañantes de Destenave en la SSPC se encuentran a la altura del oscuro pasado, suspicacias, y corrupción, los mismos que envuelven a Fausto. Al menos así lo explican reportes oficiales, complementados con documentos hemerográficos.
Y todavía faltan los burócratas que arropan a Destenave Kuri, otra pandilla que cobra en la SSPC.
Antecedentes negros
El currículo de Fausto Destenave Kuri registra meteórica carrera en la PGR, hasta que fue investigado por la propia institución, pues estuvo “inmiscuido” en el homicidio de José Francisco Ruiz Massieu en 1994.
Seis años Destenave se desempeñó como Agente del Ministerio Público de la PGR, pese a ser recién egresado de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila en 1988.
De allí brincó rápido a una subdelegación. Llegó a director de área de la Visitaduría Interna de la PGR en 1994, año del homicidio de Ruiz Massieu, entonces secretario general del PRI. En adelante, la suerte de Destenave se oscureció. La PGR empezó a investigarlo hasta que fue expulsado de esa nómina.
La averiguación terminaría por arrojarlo de la procuraduría en 1995. Entonces era delegado de la PGR en la Comarca Lagunera de Coahuila, con sede en Torreón. De ese proceso existen expedientes en la PGR y en la desaparecida SECODAM.
Con el lastre de la indagación, Destenave se esfumó dos años de la vida pública, hasta que reapareció en el área jurídica de Banamex en 1997-1999. De allí se marchó a la gerencia regional de la oficina de riesgos asegurados (OCRA), hasta 2003, luego, brincó a director de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Educación Pública de Coahuila (SEPEC, 2003-2005) donde por cierto, tuvo actuaciones turbias que ya se verán.
Fausto Destenave corrió con suerte judicial en el caso Ruiz Massieu, aunque su paso por la Delegación de la PGR en La Laguna es otra historia importante para la sociedad de Coahuila, historia que ha sido comprada con viajes todo pagado.
Viajes todo pagado
Según nuestros testigos, oficinistas de la SSPC, “los viajes todo pagado son el regalo con los que Fausto hace migas, principalmente con aquellos articulistas que considera peligrosos para su gestión”. Y dicen que los “apoyos económicos son para los reporteros menos importantes o de medios sin tanta penetración”.
Retan: “cheque los medios, en estos momentos a nadie le interesa difundir las anomalías de las dependencias, estamos a principios del sexenio y hacerlo sería cerrarse las puertas de los apoyos que provienen del gobierno”. Resumen amargos: “el asunto es de te doy, pero no hablas y no escribes, así de simple”.
Antes de terminar la plática, las fuentes entregan sobre con el nombre de la agencia que supuestamente expide los boletos con cargo al presupuesto de la SSPC, así como una lista con los nombres de algunos de los presuntos gacetilleros.
Lo cierto es que sí, al parecer, gracias a los “viajes de placer” regalados a los informadores, el autoamordazamiento ha surtido efecto. Hasta hoy, esto ha servido a Fausto para mantenerse como convincente ante el ojo público, aunque la realidad es que Coahuila dejó de ser un estado seguro, y se halla convertido en un lugar de trasiego de drogas, contrabando de armas y periodistas desaparecidos.
Vaya secretario del “gobierno de la gente”.
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