El Justo Reclamo

Denuncia Eduardo Carvajal persecución política; pide la intervención de la CNDH

JUAN CARLOS G. PARTIDA

Eduardo Carvajal Avila, maestro de profesión, agremiado en la Sección 16 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) pero militante del disidente Movimiento de Bases Magisteriales (MBM); para más señas, encarcelado el 28 de mayo de 2004 por supuesta participación en los disturbios en el centro de la ciudad donde fueron detenidas poco más de 100 personas, pidió la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) porque dice haber sufrido, desde que salió de Puente Grande, una persecución política que se ha reflejado en amenazas contra su integridad física, secuestro y hostigamiento laboral.Carvajal Avila pide la intervención de la CNDH porque su similar estatal, la CEDHJ, no ha hecho caso a su solicitud para que se atiendan los casos de tortura acreditados en el informe especial de la propia CNDH del 16 de agosto de 2004 y de Amnistía Internacional el 2 de diciembre también de ese año.“Suplico a la CNDH copia del documento remitido por la CEDHJ del día 29 de mayo de 2004, en la que se acredita por dicho organismo autónomo que su servidor no presentaba ningún tipo de lesión física”, pide el maestro, como ya se le conoce entre los altermundistas que estuvieron encerrados luego de la furiosa respuesta con razzias que hizo el gobierno de Francisco Ramírez Acuña a los disturbios causados por infiltrados en la marcha y cubiertos de la cara durante la jornada del 28 de mayo de ese año aquí.De acuerdo con su testimonio, el 23 de enero de 2005, ya fuera de la cárcel, secuestraron durante tres horas a Patricia Barragán Reyes (cercana al maestro) “únicamente para darle un sustito al profesor Eduardo Carvajal Avila, que me lo dijera, que me callara, que ya le parara” (averiguación previa en la PGJE 001505/2005/039-P24), lo que, dice, los obligó a presentar queja ante la propia CEDHJ.“El día 9 de febrero (de 2005) dos sujetos a bordo de una camioneta roja pick up me alcanzaron al salir a mi trabajo sólo para decirme que no habían terminado, que me cuidara”, narra en una parte de la petición que, dice, finalmente decidió enviar a la CNDH tras la nula respuesta que ha tenido en la CEDHJ, organismo que parece ajeno al compromiso de que se abra una investigación que castigue a los responsables de la represión, tortura y encarcelamiento de jóvenes o activistas que participaron en la marcha de protesta contra las políticas neoliberales que se discutían en el marco de la Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea.Las amenazas, afirma Carvajal Avila, han incluido correos electrónicos, amén de hostigamiento laboral que liga a su pertenencia al MBM.“Agradeceré profundamente su intervención ante las instancias correspondientes para terminar con las recurrentes amenazas a mi seguridad física y psicológica a mi persona, y suplico encarecidamente se me puedan realizar por dicho organismo los análisis y estudios médicos necesarios para ubicar y dictaminar consecuencias postortura, pues he resentido dolor muscular intenso, así como cefalea intensa, temor permanente por mi persona y la inseguridad laboral”, culmina la petición enviada al ombudsman del país, José Luis Soberanes, con copia para la Segunda Visitaduría, donde se investigaron de origen los hechos del 28 de mayo que devinieron en el informe especial posterior.