José Agustín Ortiz Pinchetti
La mayoría de los medios sigue las consignas de Calderón con igual disciplina que en la época de Díaz Ordaz. Pero el pueblo ha cambiado: los niveles de información y la exigencia de transparencia son infinitamente mayores que hace 40 años. Si Calderón quiere validar su propuesta, tendrá que “abrir” los medios electrónicos. Un “debate” en el Congreso que termine en mayoriteo no sería creíble y provocaría un desastre. Calderón está atrapado, tiene buenas razones para eludir una discusión abierta; déjenme darles algunas:
1. Su propuesta es vergonzante; a nadie, ni siquiera a sus más acérrimos defensores, se oculta que tiene una intención privatizadora que él intenta ocultar para no exacerbar el nacionalismo. Una discusión abierta haría patente su hipocresía y evidente la violación de la Constitución. Los juristas más respetables, e incluso la conservadora revista The Economist, coinciden en este punto.
2. No puede permitirse que se examine el origen de la quiebra técnica de Pemex. La opinión pública escudriñaría el despilfarro, la corrupción, la mala administración y el saqueo. La mayoría de los responsables impunes son miembros destacados del PAN o del PRI. Le sería peligroso que se hablara del sacrificio fiscal de Pemex. Este se debe a que el gobierno no quiere hacer una verdadera reforma fiscal. Tenemos una de las tasas tributarias más bajas del mundo (9% sin la renta petrolera). Los más ricos no pagan impuestos en México. Los 50 grupos más grandes son monopolios feudales que eluden los impuestos con una merma para el Estado de casi 500 mil millones de pesos al año.
3. Serían demasiados temas expuestos al interés público: la utilización de los excedentes petroleros, 35 mil millones de dólares con Fox, 20 mil millones con Calderón. No ha habido rendición de cuentas. No se ha dicho cómo se ha usado el fondo de estabilización. ¿Por qué no se ha invertido en 25 años en refinerías? ¿Por qué, siendo una potencia petrolera, tenemos que importar más de 30% de las gasolinas que consumimos? ¿Por qué se manipula la deuda pública y se disfraza en deuda de Pemex?
4. ¿Y la corrupción de Pemex? ¿Calderón está preparado para discutirla? No creo que le sea conveniente que se escarbe en los negocios de los Mouriños, de senadores y funcionarios involucrados en los contratos. De los crímenes, prevendas y poderes del sindicato petrolero encubiertos por Fox y Calderón.
Dedicado al Mtro. Rafael Torres Rocha
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