Parafraseando a una lectora: Si ahora el IFE nos va a multar cada vez que le digamos a AMLO 'presidente legítimo', sería bueno indagar si les podremos seguir diciendo 'hijos de su puta madre', sin que nos multen, a los líderes panistas, a los consejeros del IFE y a los priístas y perredistas que hicieron posible la llegada de Lenoardo Valdés al Instituto Federal Electoral. Porque si nos van a quitar dinero por decirles sus verdades, entonces sí que nos la van a poner muy difícil. Pero, ni modo, pagaremos lo que sea. Porque no sería decente callarnos.
En México ninguna institución cuenta con mayor autoridad moral que la Presidencia Legítima de López Obrador. Este movimiento de resistencia, a pesar de las agresiones –de las burlas, de las críticas injustificadas, de las campañas de desprestigio–, se ha convertido no sólo en la conciencia de la nación, sino también en un muro poderoso contra el que, por fortuna, cotidianamente se estrellan numerosas tentativas de corrupción, como la de Mouriño y la representada por la reforma energética que, sin lugar a dudas, fue diseñada con la única intención de brindar una oportunidad de enriquecimiento a los funcionarios y a sus socios.
Lo que el IFE pretende, la destrucción de la Presidencia Legítima, no lo debemos permitir. Así que, expresémoslo todavía con más fuerza: el presidente es López Obrador, y punto.
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