Del Diario Libertad. Columna Asimetrías
El Cadáver
Por Fausto Fernández Ponte
I
A propósito del despliegue mediático acerca del tema de la rampante y aguda inseguridad pública cuyas zarpas asfixian al pueblo de México tráense a un primer plano de interés y atención las propuestas presentadas por gobernantes y gobernados.
En aras de la precisión, señálese que esas propuestas son las del Presidente de Facto, del Jefe de Gobierno de la capital, la Conferencia Nacional de Gobernadores, partidos políticos y estamentos societales e instancias de la sociedad civil.
No dúdase un ápice de las buenas intenciones de las propuestas presentadas, pero todas tienen un denominador común: identifican la inseguridad pública como una causal y soslayan, por contrapartida, su muy evidente laya de síntoma.
Y cierto es. El fenómeno de la inseguridad pública exhibe las peculiaridades propias de síntoma o, por mejor decirlo, de síndrome de una patología compleja y multicausal que, en su turno, origina otras enfermedades del cuerpo nacional.
¿Y quién está enfermo?, podría inquirrse el caro leyente. ¿Está enfermo el país, es decir, México? ¿O la sociedad mexicana, el pueblo? ¿O el Estado y sus instituciones? ¿El gobierno? ¿Los que imparten justicia?
II
¿O los gobernadores? ¿Los diputados locales? ¿Los jueces y magistrados en los 31 estados mexicanos y el Distrito Federal?¿Los presidentes municipales, corregidores y síndicos e incluso la burocracia local y federal?
Antojaríase de sentido común modificar la metáfora de la patología --la de un cuerpo enfermo-- para discernir con objetividad quién es el mórbido realmente. Y todo apunta a que el enfermo es, por sus síntomas, el Estado mexicano mismo.
Pero, ¿es realmente una enfermedad en desarrollo terminal? Los síntomas también describen una necrosis --tejidos muertos--, de allí la descomposición rápida y al parecer imparable, por inevitable, de éstos. ¿Estamos, pues, ante un cadáver?
Y si éste es el caso, ese cadáver que hállase en franca descomposición --sus tejidos desintegrándose con rapidez-- no es el de México en toda la amplia extensión de su significado ni del pueblo mexicano, sino del Estado, en sus definiciones política, social, cultural incluso, y desde luego taxonómico-cientìfica.
El Estado mexicano, al mostrar necrosis en enormes extensiones superficiales y profundas de sus tejidos, se nos muestra caducado y cesado. Se agotó y, al agotarse, falleció; por esa razón no funciona. No ha funcionado desde hace sexenios.
Ese atributo vegetativo del Estado mexicano --un Estado movido desde los sesenta por impulsos reactivos de un sistema nervioso degenerado fisiológicamente-- nos plantea la urgencia de su sepultura. Sepultemos, pues, el cadáver. Y cuanto antes, mejor.
Sí, pero ¿cómo? Crear un nuevo Estado mexicano.
III
Mas hay quienes no disciernen la necrosis putrefacta o, lisa y llanamente, se niegan a aceptarla por las razones que fueren, casi todas de carácter crematístico e interesado. Se benefician de la existencia de ese cadáver.
Esos beneficiarios son los que conforman el grupo de poder, de empresarios --los 39 clanes familiares que se ostentan amos de México--, de políticos y de tecnócratas, personeros todos de una plutocracia corrupta, apátrida, parásita e inepta.
Definamos lo que es el Estado y acúdase a César Cansino: "En su acepción moderna, por Estado se entiende el cuerpo político caracterizado por ser la organización dotada de capacidad para ejercer y controlar el uso de la fuerza sobre un pueblo determinado y en un territorio dado".
Y más: "(...) El uso correcto de la palabra Estado debe ver en éste una forma política históricamente determinada y no un concepto universal válido para todo tiempo y lugar. En ese sentido suele hablarse de "Estado moderno", entendiendo por ello una forma de ordenamiento político".
La dialéctica de éstas aserciones nos lleva al Estado mexicano, cuya descomposición ocurrente y secuencial descomposición tiene manifestaciones espectaculares, dramáticas y muy conturbadoras. Pero de ello se tratará en la entrega de mañana.
ffponte@gmail.com
Glosario:
Necrosis: degeneración de un tejido por muerte de sus células.
Plutocracia: gobierno de los ricos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario