Las bondades del libre comercio y la globalización neoliberal
(ABN / VTV)
Las grandes empresas automotrices del mundo anunciaron el cierre de fábricas y admitieron una reducción de ventas debido a la crisis económica generada por el derrumbe de las finanzas de Estados Unidos.
Los estados mexicanos de Coahuila, San Luis Potosí y Guanajuato serán los primeros afectados ya que el consorcio norteamericano General Motors (GM) cerrará temporalmente sus tres plantas ensambladoras, informó este sábado Prensa Latina.
La medida de la transnacional forma parte de los recortes productivos emprendidos ante la negativa del Senado estadounidense de aprobar una iniciativa encaminada a su rescate financiero.
Las tres industrias en México forman parte de un cierre general de otras 14 plantas en Estados Unidos y tres más en Canadá, lo cual reducirá para principios de 2009 un 30% del caudal productivo de vehículos de GM, además de generar masivos despidos.
Por su parte, la automotriz Ford anunció que detendrá 11 fábricas en tierras mexicanas, incluida la planta de la ciudad de Hermosillo, capital del norteño estado de Sonora.
La industria automovilística en México, que incluye adicionalmente capitales europeos y asiáticos, aporta el 3,3% del producto interno bruto (PIB) local, de acuerdo con datos de la Asociación Nacional de la Industria Automotriz (ANIA).
Esta entidad informó que durante noviembre pasado la producción de la industrial de automóviles tuvo una caída general de 2,1%, en tanto decrecieron las exportaciones de equipos en 7,7%, sumado un descenso en las ventas domésticas de 19,6%.
Luego de los anuncios del cierre de plantas automotrices, todavía no se conocen las cifras exactas del desempleo que provocará en México las medidas restrictivas de GM y Ford.
Por su parte, ambas firmas aseguraron que en Brasil mantendrán sus inversiones y que buscarán renovar sus productos en 2012.
Pese a esta noticia, GM admitió que contrató asesores jurídicos y banqueros para "hacer frente a todas las emergencias posibles", incluida la quiebra de la firma.
En tanto, el presidente del constructor automotriz alemán Volkswagen, Martin Winterkorn, pronosticó durante esta jornada que la crisis en el sector producirá un drástico retroceso en las ventas mundiales de vehículos, que llegarán a un 25%.
Si bien el ejecutivo aseveró que la compañía no se verá afectada por tan drástico proceso, admitió que la caída de sus ventas será del 10 al 12%.
Mientras tanto, las compañías Renault-Nissan y Fiat coincidieron en que el mercado automovilístico se desplomará todavía más en 2009, en tanto que Toyota Motor se prepara para anunciar pérdidas por unos 100 mil millones de yenes (cerca de mil 110 millones de dólares) entre octubre y marzo.
"No veo una salida rápida a la crisis en la industria del automóvil", consideró el consejero delegado de Renault y su aliado japonés Nissan Motor, Carlos Ghosn.
Teniendo en cuenta la profundización de la crisis del sector automotor, el presidente George W. Bush y su sucesor, Barack Obama, coincidieron a favor del salvamento de la industria.
El de la Casa Blanca para salvar a las automotrices estadounidenses, por 14.000 millones de dólares, fracasó el jueves pasado en el Senado, y se especula ahora que GM, Ford y Chrysler podrían quebrar.
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