Juan R. Menéndez Rodríguez
Entorno y contexto
"El espíritu cree naturalmente y la voluntad naturalmente ama; de modo que, a falta de objetos
verdaderos, es preciso apegarse a los falsos".- Blaise Pascal
Ahora sabemos con certeza que el 2009 no se presenta como un año fácil, las cosas serán más graves de lo que parecían. Las empresas lucharán por el control de los costos, lo cual disminuye el empleo; los créditos bancarios resultarán casi inexistentes y el consumo bajará por falta de ingresos o temor a perderlos.
Las reglas del juego de pronto han cambiado, cayendo así los velos que oscurecían las percepciones. Se desnudaron los rituales y el consumismo resultó ser el promotor y causa de la manipulación del sistema, las acciones de las grandes compañías y los fondos de inversión perdieron su encanto y mostraron un sinfín de rostros, asombrados e incrédulos, que perdían la fortuna imaginaria en la ruleta económica de la especulación.
A la luz de este panorama aparecerán inversionistas para arriesgar, una vez más, su futuro en busca de las oportunidades que brindará la crisis. Lo que será un hecho es el cambio de la mirada sobre la "realidad": hombres y mujeres descubiertos ante un mundo distinto que ha ido desconfiando de sus certezas, una vez más desencantados por la magia del engaño de la fortuna y la súbita riqueza que ha desaparecido para unos cuantos, pues la gran mayoría no la ha conocido.
En medio del torbellino, Forbes, en su portada, anuncia el desmoronamiento de México ("Mexican Meltdown"), mientras el espurio Felipe Calderón Hinojosa y el Secretario de Hacienda siguen sosteniendo que el país no tiene nada que temer ante la crisis. Inmediatamente se recuerda al subnormal Calderón Hinojosa de hace algunos meses, cuando recién se rumoraba la posibilidad de la debacle, decir que le emocionaba la situación, pues consideraba estar listo para afrontar el reto, ya que las finanzas de México eran fuertes aun cuando Estados Unidos tuviera su grave problema económico. Cuán lejos estaba de dimensionar su impacto y con cuánta ignorancia lo valoraba.
El texto sobre el desmoronamiento de México se titula "El próximo desastre"; al fondo aparece la imagen de una bandera del país desgarrada y, como subtítulo, "La narcoviolencia está explotando al mismo tiempo que los precios del petróleo caen y México está siendo arrollado por la profunda recesión de Estados Unidos". El solo encuentro con esta página es dramático, como lo es el contenido.
El artículo, firmado por cuatro investigadores, señala la crisis de confianza que padecen los mexicanos debido a la corrupción en todos los niveles políticos y policíacos, en los que el crimen organizado y la droga se han infiltrado. Ejemplos de ello: la poca credibilidad que tuvieron las declaraciones en torno al desplome del avión donde murió el Secretario de Gobernación; las más de 4 mil 300 muertes relacionadas con el narcotráfico, comparadas a las 2 mil 500 del 2007, y los asesinatos de funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública, así como su posible complicidad con los secuestros.
Las voces de políticos y analistas estadounidenses han alertado acerca de que la excesiva atención que pone el Gobierno en la vigilancia a Irak y Afganistán ha debilitado la seguridad en su frontera sur, sin prever el riesgo del tráfico de droga en su territorio. Los narcotraficantes han encontrado oportunidades en ciudades como Atlanta, convertida en el centro distribuidor de cocaína y mariguana en la costa este, y desde ahí, los cárteles, en especial el del Golfo, mueven sus fondos hacia México.
Otra región que se reporta es el noroeste del Estado de Georgia, con bodegas para almacenar la droga y casas de cambio establecidas en residencias totalmente acondicionadas ad hoc, desde donde llevan la cocaína hacia Nueva York, Pittsburgh, Chicago, Washington y Miami. Cada vez resulta más difícil, para los estadounidenses, negar la presencia de los cárteles y mafias mexicanas, los cuales se organizan en células de distribución y transportación desde Atlanta.
Forbes no visualiza que el desmoronamiento de México es también, de alguna forma, el de Estados Unidos, aunque el nuestro no está referido sólo al problema de la corrupción, el crimen y los cárteles, sino también a la economía: caída en la exportación de los productos, disminución de las remesas debido a que una cantidad considerable de trabajadores mexicanos están perdiendo sus empleos (se calcula que 150 mil de ellos estarán desempleados en junio), la posición de Pemex que no es muy favorable, entre otros.
Al final del artículo, se cuestiona el Plan Mérida, a lo que el senador republicano Edward Poe comenta: "Con la infiltración de tantos oficiales corruptos en México, no queremos que esos recursos vayan a emplearse en nuestra contra".
El futuro se revela sombrío, amable y estimado lector; el mundo que percibimos tiene ahora una significación completamente distinta, tal vez estemos inmersos en nuevas acciones revolucionarias y la vida nos acaba de cambiar de manera imprevista. Hoy transitamos a través de otros tiempos que obligan a construir diferentes realidades; hoy, las reglas del juego se han transformado.
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