Washington, EU— Asociaciones de derechos humanos presionaron hoy al presidente electo de EU, Barack Obama, para que no atrase el cierre prometido de la cárcel de Guantánamo e impedir que mantenga a sus presos en detención indefinida.
Durante años, esos grupos han visto la prisión de Guantánamo, que acaba de cumplir un septenio, como un símbolo de los abusos de poder de la guerra contra el terrorismo y la victoria de Obama en las elecciones de noviembre pasado les llenó de gozo.
Fuentes del equipo del presidente electo han dicho a la prensa que uno de sus primeros actos cuando asuma el cargo será firmar una orden ejecutiva que decrete la clausura de Guantánamo, ubicada en el oriente de Cuba.
No obstante, el cierre no será inmediato y encontrar destino para los aproximadamente 250 detenidos que se encuentran en sus celdas puede llevar un año, según los expertos.
Esa perspectiva ha espantado a algunas organizaciones de derechos humanos como "Testigos contra la tortura", una asociación de base, que dijo hoy estar "alarmada" por la posibilidad de esa tardanza.
"Guantánamo debe cerrarse no sólo en el papel, sino también en la realidad", afirmó Frida Berrigan.
El grupo mantiene una presencia diaria en Lafayette Park, enfrente de la Casa Blanca, para hacer públicas sus demandas.
Además, más de 100 de sus miembros están en ayunas desde el 11 de enero y seguirán sin comer hasta el próximo martes, día 20, cuando Obama jure el cargo.
Obama ya advirtió de que cerrar Guantánamo en los primeros 100 días de su mandato sería "un desafío" y remarcó: "es más difícil que lo que creo que mucha gente imagina".
En los últimos meses, el equipo del presidente electo ha enviado mensajes contradictorios al respecto.
Poco después de las elecciones, se filtró que sus asesores contemplaban crear unos Tribunales Nacionales de Seguridad, un intento de establecer cortes especiales para los detenidos en Guantánamo.
Voces vinculadas a los demócratas también han mencionado la posibilidad de encarcelar de forma indefinida dentro de Estados Unidos, no en Guantánamo, a sospechosos de terrorismo.
El Gobierno del presidente saliente, George W. Bush, está a favor de obtener una nueva ley para permitirlo, divulgó hoy el diario The New York Times.
Aparentemente el equipo de Obama ha rechazado esa idea, según el periódico, que cita a personas que han tratado el tema con los asesores del presidente electo.
En todo caso, Obama se verá obligado a actuar de forma inmediata porque el 26 de enero se inicia el juicio en los tribunales antiterroristas de Guantánamo contra el canadiense Omar Khadr, que fue detenido en Afganistán cuando tenía 15 años y presuntamente luchaba junto con los talibanes.
Las principales asociaciones de derechos humanos han pedido esta semana a Obama que suspenda el juicio contra Khadr en unos tribunales que, en su opinión, están "desacreditados".
Esas cortes operan con reglas especiales que permiten, por ejemplo, la admisión de confesiones obtenidas bajo tortura.
Las organizaciones, entre las que están Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW), urgieron a Obama a cerrar esos tribunales y juzgar a Khadr en una corte federal o ponerlo en libertad.
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