La derecha mexicana, aliada a los empresarios extranjeros para sostenerse en el poder decide, en medio de la crisis de seguridad mas impactante de la historia reciente, abrir las puertas al exterminio de nuestra riqueza alimentaria. Entregando así el control a los extranjeros del maíz, alimento básico de la alimentación del pueblo mexicano. Las porquerías de Monsanto, relacionadas con daños a la salud, y que obligan a los campesinos a comprar indefinidamente sus semillas "Terminator", obligándolos al mismo tiempo a conseguir créditos para volver a sembrar, llegan para quedarse, la permisiva legislación mexicana, corrupta de origen, nada puede hacer para evitar la contaminación de cultivos, que provocara que los abogados de Monsanto luego demanden a los campesinos cercanos a la zona contaminada por usar sus porquerías. Monsanto logra un nuevo hito en su invasión al pais, de la mano de un PRIAN que desesperado busca apoyos empresariales para mantenerse en el poder a toda costa.
Da México 'luz verde' a maíz transgénico.
El Gobierno decidió que no era necesario hacer un régimen especial de maíz transgénico y sólo se debía reformar el reglamento original de 2008.
Ante el anuncio, la industria biotecnológica instalada en México contempla invertir 372 millones de dólares en los próximos 3 años, según Agrobio
Verónica Martínez
Ciudad de México (7 marzo 2009).- Después de 4 años, el Gobierno mexicano decretó que sí se puede sembrar maíz transgénico en territorio nacional y se comprometió a promover la conservación de variedades criollas, informó la Secretaría de Agricultura a través del Diario Oficial."Las actividades relacionadas con el maíz genéticamente modificado se sujetarán al Decreto que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones del reglamento de la Ley de Bioseguridad."Las Secretarías de Agricultura y Medio Ambiente promoverán la conservación de razas y variedades de maíces criollos y sus parientes silvestres, a través de programas de subsidio u otros para la conservación de la biodiversidad, sin que implique cambio del uso de suelo de forestal a agrícola", detalla la dependencia.Con este anuncio, que entra en vigor hoy, la industria biotecnológica instalada en México, como Monsanto, Pioneer, Dupont, entre otras, invertirán 372 millones de dólares en los próximos 3 años, según datos de Agrobio, organismo que agrupa a las empresas transnacionales de biotecnología.Andrés Félix, director jurídico y de asuntos corporativos de Monsanto México y América Latina Norte, detalló que sólo esta compañía destinará 200 millones de dólares en inversión 2009-2012 y para este año aumentará 40 por ciento sus inversiones en investigación en México, lo que significa 14 millones de dólares."Las reglas publicadas para el maíz complementan el marco regulatorio y nos dan certidumbre; significa que podemos dar el primer paso que determina la Ley de Bioseguridad, que es iniciar la etapa experimental que haremos con instituciones académicas en superficies pequeñas para paulatinamente llegar a la etapa comercial, que llevará tiempo", dijo Félix.Desde 2005, México cuenta con una Ley de Bioseguridad, pero pudo aplicarse de manera parcial hasta 2008, cuando el Gobierno emitió el reglamento de la Ley donde se determinaron tres etapas en la siembra de cualquier cultivo transgénico: experimental (pequeñas superficies para ver el comportamiento), piloto (niveles precomerciales de tierra y cosecha) y comercial, pero de todo esto exceptuó al maíz.En ese entonces, se argumentó que para el maíz habría un régimen especial, que protegiera las variedades criollas de la nación y no se perdiera la diversidad que ha caracterizado al País para ser catalogado como centro de origen de este grano.Un año después, el Gobierno decidió que no era necesario hacer el régimen especial de maíz transgénico y sólo se debía reformar el reglamento original de 2008, añadiéndole las variables que regulen esta actividad.
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