viernes, abril 10, 2009

¡Escucha Obama!

Barómetro Internacional

Estás entre la espada y la pared

Por Ernesto Wong Maestre

Vuelvo a dar prioridad al tema del entorno de la Venezuela bolivariana, en su realidad cambiante y en su significación histórica y política, pues la formación ideológica socialista de los millones de impulsores y transformadores sociales en el siglo XXI puede consolidarse a un mayor ritmo si se comprende profundamente que el modelo y sistema real construido por los grandes monopolios capitalistas, en donde incluyeron a los países al sur del Río Bravo, Venezuela entre ellos, está dando sus últimos suspiros y “las venas abiertas de América Latina” se están cerrando, se están normalizando y están volviendo a latir como latieron cuando el intrépido libertador Simón Bolívar guió la independencia de nuestros pueblos hace doscientos años atrás.

Por supuesto, ahora, nuestros pueblos poseen esa amplia experiencia popular de haber constatado el papel que desempeñaron los lacayos, arribistas, traidores, vendepatrias, ambiciosos y egoístas en apoyo a los monopolios y a los gobiernos estadounidenses que lanzaron en 1823 la Doctrina Monroe como pantalla “promocional” frente a las apetencias europeas capitalistas y la Doctrina Truman en 1947 como excusa disuasiva y chantajeante frente al pujante socialismo de entonces, lamentablemente preñado de contradicciones internas y externas, algunas veces inconcebibles. Esas mismas experiencias evitarán, y ya están influyendo, en una nueva base unitaria de acción mundial de orientación socialista para darle la sepultura adecuada al moribundo imperialismo, y no habrá “Cumbre” alguna que lo salve de su ocaso, y menos en este período de tránsito caracterizado por el deterioro social interno de EEUU y el potente auge del socialismo chino con una amplia red de alianzas de nuevo tipo, nunca antes lograda por alguna potencia mundial.

La V Cumbre de las Américas y su defasaje con la realidad

Cuando se acordó en noviembre del 2005 celebrar la V Cumbre en Trinidad y Tobago, los promotores estadounidenses y organizadores de este evento, “chucuto” y deformado por naturaleza, pues siempre ha faltado la presencia de la ejemplar e influyente Cuba, no tenían la menor idea del panorama social mundial, ni tampoco de la situación política global que se conformaba, donde una nueva correlación internacional de fuerzas y una nueva distribución del poder político entre las elites de Estados Unidos se estaría consolidando aceleradamente al concluir la primera década del siglo XXI.

Sólo hay que recordar el slogan propuesto en el 2005 para la V Cumbre del 2009 y podremos percatarnos de lo desfasado de la realidad y de las verdaderas intenciones con que los gobernantes estadounidenses trataron y aún tratan de navegar en el revuelto y revolucionado mundo. "Asegurar el futuro de nuestros ciudadanos mediante la promoción de la prosperidad humana, la seguridad energética y la sostenibilidad ambiental" fue el slogan propuesto. Sin dudas, es una típica frase elaborada en los laboratorios de publicidad capitalista con vistas a edulcorar una cruenta realidad de desigualdades, de injusticias y de explotación, para crear expectativas en torno al sistema social capitalista en pleno deterioro y crisis, como se ha venido constatando claramente en los últimos dos años.

Abogar porque los Jefes de Estado de las Américas centren su labor en una Cumbre aceptando que se asegura el futuro de los ciudadanos “mediante la promoción” y no mediante la transformación social para alcanzar la “prosperidad humana”, la “seguridad energética” y la “sostenibilidad ambiental”, es garantizar anticipadamente el fracaso de una Cumbre de Presidentes, de la cual los pueblos esperan acuerdos de acciones colectivas que cambien y transformen las pésimas condiciones sociales (políticas, económicas, culturales, tecnológicas) en que viven las mayorías de los ciudadanos y ciudadanas en las Américas, y no precisamente “mediante la promoción” en cualquiera de sus acepciones semánticas.

Si se recuerda, esa IV Cumbre fue precedida por los estragos del huracán Katrina en el sur de EEUU y por la propia demostración de desidia e inoperancia del gobierno estadounidense para atender a su pueblo afronorteamericano, lo cual influyó mucho en mucha población latinoamericana, pues si el gobierno estadounidense no pudo respaldar a su propio pueblo, ¿cómo lo haría con toda América Latina? Fue en esa Cumbre en Argentina cuando el Presidente de EEUU recibió cara a cara, por primera vez en la historia, una soberana lección latinoamericana. “No aceptamos que nos venga a patotear” le reclamó dignamente el entonces Presidente Nestor Kischnner a George W. Bush quien regresó a la Casa Blanca con la moral bien baja y con el ALCA entre las nalgas. Hoy parece que EEUU quiere castigar a Cristina por lo que no pudieron hacer con Nestor. Lamentable ¿no?

Obama ante una situación cualitativamente diferente

El peso político de las actuales decisiones de los pueblos latinoamericanos y caribeños, motivadas por sus necesidades, ungidas por los nuevos valores en formación y las conductas claramente emancipadoras de millones de seres humanos, en condiciones tecnológicas comunicativas de muchas posibilidades masivas y libres de viejos obstáculos, pero sobre todo, liderados por voluntades emancipadoras de amplio respeto y respaldo mundial, como son los líderes latinoamericanos enfocados a la construcción socialista, entre los cuales se destaca el incansable y victorioso Hugo Chávez, alentado profundamente por el batallador pueblo venezolano, y por las experiencias e intuiciones de Fidel, constituyen factores imprescindibles para vencer los retos y las amenazas imperiales, y los propios retos del desarrollo integral.

Esas permanentes amenazas toman ahora –ante la coyuntura antes referida- sus propias formas y quedan delineadas en el proceder del nuevo gobierno estadounidense quien, al parecer, pretende continuar los pasos agresivos de la dinastía Bush.

En efecto, mientras Obama cumple su agenda con aquellos Presidentes que consideran “priorizados” o “fundamentales”, su Vicepresidente el pro-israelí Biden y la frustrada excandidata, ahora Secretaria de Estado Hilary Clinton, han sido los encargados de andar por el mundo contactando a los aliados oficiales de menor importancia para EEUU y a sus secuaces agazapados tras las bambalinas del poder, para explicarles la estrategia y los próximos pasos del “primer presidente negro” de EEUU encaminados a salvar a la primera potencia mundial, lo que les garantizaría continuar alcanzando sus objetivos. Resulta obvio que el caso de América Latina debe merecer nuestra mayor atención y comentario.

Entre las declaraciones iniciales del propio presidente Obama y el estilo de alta demagogia frente a auditorios de jóvenes en países aliados (uno de sus puntos fuertes para llegar a la Presidencia), las visitas a países y gobiernos estrictamente seleccionados en nuestra región por parte de Biden y la Clintos, y los resultados públicos de las mismas, así como el tipo de interlocutores contactados y las herramientas melladas tratadas de repotenciar (instituciones financieras internacionales) y tratadas de hacer revivir, nos pueden dar los indicadores principales para caracterizar la ambigüedad con que actuará el Presidente de EEUU, Barack Obama –si es que asiste- en la V Cumbre de las Américas.

Obama no podrá entorpecer la amplia voluntad de la mayoría latinoamericana pero tratará de condicionarla en relación con Cuba. Podría ser su táctica pues -ni desea ni podrá aún distanciarse de su predecesor si lo quisiera- en lo que respecta a abrir libremente los cauces a la presencia de Cuba, eliminar el bloqueo, lo cual ha sido solicitado por el 99% de la Comunidad Internacional y comerciar libremente con Cuba, incluso como lo ha pedido reiteradamente la Cámara de Comercio de EEUU.

Es precisamente ello, una expresión palpable de las contradicciones de la elite estadounidense, las cuales están autoerosionando aceleradamente su poderío global y facilitando consecuentemente el ascenso de otros actores al primer plano mundial. Las contradicciones internas que le impiden a Obama armar una estrategia conjunta con todos los países latinoamericanos y caribeños, actuales socios comerciales principales de la República Popular China, son las mismas contradicciones que harán estallar el actual sistema de poder de las elites estadounidenses, tan bien diagnosticado por Charles Wright Mills en su investigación y famosa obra literaria.

¡Escucha Obama!

Fue Mills el primer estadounidense que desde una posición privilegiada de lectores alertó de lo importante que era para EEUU comprender la naturaleza y la realidad de la Revolución Cubana. Su libro “Escucha Yanqui” fue un boom literario, absorbido lógicamente por la atención mayoritaria del pueblo estadounidense, e incluso por algunos de sus líderes, pero las estructuras del poder federal y global, dedicados ciegamente al anticomunismo, cerraron los cauces naturales a la inteligencia popular y con medidas represoras, chantajes mayameros, sobornos sindicales, espionaje comunicacional y amenazas terroristas convirtieron la posibilidad del diálogo en una realidad de enfrentamiento que ya ha durado más de cincuenta años y ha ocasionado pérdidas al pueblo cubano de más de cien mil millones de dólares e incluso otros miles de millones a sus propios ganaderos y agricultores que no pueden comerciar con Cuba.

Sin embargo, hay que decir como dijo Galileo: “a pesar de todo se mueve”. Ahí está Cuba demostrando su razón histórica, su derecho a ser soberana y su ímpetu libertador alcanzando un respaldo de las naciones en el marco de la ONU, de casi del ciento por ciento, mientras los Estados Unidos han quedado aislados y cosechan fracaso tras fracaso. ¿Qué ha dicho Obama al respecto? ¿Le interesa lo que piensa la comunidad internacional o para él la comunidad internacional son sus socios y aliados capitalistas?

En su última alocución ante el grupo de los 20 manifestó “Vine aquí con la intención de escuchar, aprender y brindar liderazgo” cuando lo que debió hacer fue excusarse y pedir perdón por lo que sus coterráneos financieros hicieron malévolamente con las finanzas mundiales. Obama no se ha dado cuenta que sus aliados europeos se están desvinculando y deslindando de EEUU. Ya lo habían comenzado a hacer con Bush, pero Obama sigue embelesado pensando en la otrora poderosa alianza atlántica. EEUU no puede y ni Inglaterra ni Francia y mucho menos Italia tienen condiciones para reeditar aquella experiencia anticomunista. ¿Cómo podrían aceptar el liderazgo de un actor que está en quiebra? Definitivamente, Obama está desfasado aunque su personalidad lo pudiera retornar a la realidad.

Si el Presidente Obama leyera por primera vez al gran sociólogo norteamericano y “escucha” ahora a Wright Mills, podrá -al menos- tener una posición digna antes y durante la V Cumbre de las Américas. Anticipándose a su realización, Obama debería pronunciarse abiertamente a favor de que Cuba asista a esa V Cumbre, con todos sus derechos y todas sus prerrogativas. Debería excusarse a nombre del pueblo estadounidense por los daños infringido a Cuba; debería abogar por eliminar el genocida bloqueo, debería aceptar entrar por la puerta que le abrieron Fidel y Raúl, y debería propiciar un encuentro respetuoso con el Comandante Chávez. Ello sería lo más digno de un Jefe de Estado que necesita mayor credibilidad y legitimidad política para alcanzar sus objetivos de cambios y no se vería expuesto al ridículo papel de víctima por impotencia.

Esperar a que se lo exijan los gobernantes latinoamericanos sería una nueva muestra de las limitaciones de Obama para liderar los necesarios cambios y transformaciones que los pueblos latinoamericanos y caribeños necesitan y que llevarán a cabo colectivamente, con o sin el apoyo de EEUU, aunque siempre con el decidido respaldo de la Revolución Cubana, tal y como viene ocurriendo con el ALBA y con los diversos convenios bilaterales. Oponerse abiertamente a la voluntad latinoamericana y caribeña respecto a Cuba, tratar de neutralizar o desconocer los procesos revolucionarios de la región y en particular la Revolución Bolivariana, Boliviana, Ecuatoriana y Sandinista, y promover la división y las contradicciones entre los pueblos latinoamericanos, serían las opciones de Obama más alejadas de los propios intereses del pueblo estadounidense. Estaría condenando su propio futuro político porque el fracaso sería estruendoso.

Obama: deja el éxtasis del triunfo a un lado pues las horas corren muy aprisa, con la misma velocidad con que se deshiela el ártico, y podrías quedar atrapado entre la ineficacia, burocracia y corrupción gubernamental capitalista y el arrebato guerrerista imperialista por el que han pasado los presidentes estadounidenses desde que concluyó la 2da Guerra Mundial y que los ha llevado a convertir a EEUU en un potente deudor, hipotecado, y arruinado, cada vez más claro a los ojos de todos. Ya EEUU no disuade a nadie, y mucho menos atemoriza a nadie. No hace falta mencionarte los casos porque están a diario en la prensa internacional, sobre todo la del sur. Trata de ver Telesur para actualizarte, crea un equipo que te informe objetivamente, y no uno que te lleve al abismo.

Obama ¡escucha a Chávez, aprende de él!, él es el vocero de nuestros pueblos, con poblaciones cuatro o cinco mayores que la de EEUU y con muchos más recursos, con las capacidades ilimitadas de la razón histórica y con el derecho inalienable a la vida, como una espada para lograr la verdadera independencia y alcanzar la plena soberanía, aún ante un imperio más poderoso que el español, porque además, ahora Venezuela no está sola.

¡Escucha Obama, escucha a los pueblos, escucha a tus genes, escucha al menos al viejo Kenyata quien fue un hábil líder para llegar a acuerdos con sus adversarios! ¡Échale una llamadita a Insulza para que te ofrezca alguna alternativa digna!

¡Nuestros pueblos están arrechos, bravos y cabrones por tanta ignominia imperialista contra Cuba!

¡Escucha Obama! pero sobre todo, ¡rompe tus cadenas¡ para que puedas romper la pared elitesca gringa que anda rodeándote para arrinconarte, y luego te obligará a enfrentar la victoriosa espada de Bolívar por América Latina.

wongmaestre@gmail.com

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