22 mayo 2009
“La impunidad de los viejos políticos está protegida por la corrupción de los actuales”.
Arnoldo Kraus.
I
“¿Cómo es que un partido político que se denomina a sí mismo Revolucionario y por añadidura Institucional no es revolucionario, sino francamente contrarrevolucionario?”, pregunta la cara leyente Celeste Vera Rícárdez.
Ítem más: “¿Ante tal discrepancia que ofende mi inteligencia y de todo ciudadano consciente del terrible entorno sociopolítico/económico que nos ahorca podría confiar en candidatos postulados por un partido político con esas incongruencias?”.
Y más aun: “¿Cómo podría uno votar por un candidato de ese partido político que ni siquiera reconoce que hay una crisis muy profunda que pone en riesgo enorme la viabilidad misma de México y no nos presenta propuestas para superarla o atenuarla?”.
Ella misma --la leyente-- se responde: “En esa incongruencia está la esencia misma de la simulación democrática del sistema político mexicano, hoy en pleno proceso, como usted bien dice, de imparable descomposición”.
Subraya: “Yo no votaría y definitivamente no voy a votar por alguien que quiere mi voto no para yo lo envíe a la Cámara de Diputados dizque a representarme y luchar por mis intereses, sino para beneficiarse él o su partido político”.
Elucida: “Yo no le daría mi voto a alguien así, que me pide ese voto bajo premisas falsas, bajo engaños, bajo promesas que él sabe que no tiene la intención de cumplir y que por ello nunca va a cumplirlas; para mí, eso es criminal; no somos pendejos”.
Por esas razones, argumenta la leyente, “me parece que la vía electoral para desasirnos de los políticos y sus partidos que nos oprimen es una vía ilusoria. El tinglado electoral jamás aceptaría alterar o modificar la forma de gobierno”.
II
Doña Celeste afirma que “no es únicamente el PRI el que actúa así; todos los demás partidos políticos mexicanos mayores y menores lo hacen, pues aprendieron de aquél. Todo simulan. Parece patología la incapacidad para hablar y actuar con la verdad”.
Escribe: “La descomposición del sistema político corre pareja a la descomposición del sistema económico y también concuerdo con usted en el sentido de que la descomposición se está dando en la propia sociedad mexicana”.
Subraya la leyente Vera Ricárdez --quien informa leer éstos pergeños en algún periódico de Internet que no identifica— que “hay ya, inclusive, una cultura de la descomposición muy preocupante del sistema político, económico y social de México”.
El sentir de doña Celeste parecería reflejar, temeríase, el de no pocos mexicanos con conciencia clara de que el sistema político, económico y social ha accedido a una fase de disfuncionalidad rampante y, ergo, peligrosísima.
Esa muy peligrosa disfuncional, empero, no parece haber sido advertida por ninguno de los personeros del poder político del Estado mexicano ni de aquellos que aspiran, mediante comicios amañados, incorporarse a dicha élite de poderdatarios.
Citemos al epigrafista Kraus, eminente médico y lúcido escritor y ensayista mexicano: quien, a su vez, abreva en Manuel-Reyes Mate, el filósofo español dedicado a pesquisar la dimensión política de la razón. El hombre es responsable de sí mismo, dice aquél.
Y don Manuel-Reyes, en su turno, redondea la idea: La responsabilidad hacia los humanos debe nacer de los hombres mismos. El concepto es acusadamente moral, sin duda, pero también es político dada la naturaleza de animal político del hombre.
III
En el caso de los gobiernos –escribe don Arnoldo-- no debe haber espacio para la irresponsabilidad. Los políticos, señala, “conocen el significado de las obligaciones que les convienen”. Que les convienen en lo personal o en lo faccioso, añadiríase.
La misiva de la leyente Vera Ricárdez acerca del PRI y los demás partidos políticos y sus candidatos tiene un telón de fondo de nítida y fina resolución: el debate corriente, público y privado, acerca de las vías para salirle al paso a la crisis y superarla.
Ese debate, empero, no ocurre salvo notorias excepciones en los medios de difusión masiva propiedad de la oligarquía y sus afines –televisivos e impresos--, sino en los entornos académicos, sociables y familiares, más no entre los políticos.
De esos debates parecen emerger ciertas certidumbres y convicciones:
Una, la de que no basta sólo con cambiar los personeros del poder político del Estado mexicano mediante la renovación electoral, sino que es necesario modificar al sistema o, de plano, crear otro nuevo. Un nuevo modelo político, otra forma de economía.
Y, otra, la de que no basta sólo con votar porque las elecciones del 5 de julio han sido convocadas por el poder político en nombre del pueblo para recambiar personeros, no para cambiar el ya inviable modelo político/económico actual por uno nuevo.
El aparato electoral del poder político del Estado –IFE y tribunal electoral-- no estaría obligado a acatar el deseo de cambiar el modelo rebasado y obsoleto por uno nuevo, que la ciudadanía le diere a la elección. Habría que buscar y hallar otras vías.
Sí, pero, ¿cuáles serían esas vías? ¿La que abandera Andrés Manuel López Obrador? ¿La indígena zapatista? ¿O la del Ejército Popular Revolucionario y otras instancias político-militares? ¿Huelgas de pagos de servicios e impuestos? ¿Boicoteos?
ffponte@gmail.com
www.faustofernandezponte.com
Glosario:
Epigrafista: que escribe epígrafes o que es citado en éstos.
IFE: Instituto Federal Electoral.
Ítem: del mismo modo; también. Aditamento, añadidura.
Kraus, Arnoldo (1951-): médico clínico y neumatólogo, humanista y escritor; autor de los libros “La bioética” y “Morir antes de tiempo: el tiempo Alzheimer”; fundador del Colegio de Bioética, A. C., profesor de postgrado en la Facultad de Medicina de la UNAM, cirujano en varios hospitales; ejerce práctica privada..
Mate, Manuel-Reyes (1942-) Filósofo nacido en Pedrajas, Valladolid (España). Preconiza propuestas varias acerca de pensar en el idioma español e iniciativas orientadas a consolidar la comunidad cultural iberoamericana; autor de una docena de libros, siendo el más reciente “Luces en la ciudad democrática: guía del buen ciudadano”; director de la Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía.
Oligarquía: pequeño grupo de dueños, usufructuarios u operadores de capital y medios de producción que tienen sus inversiones en la banca, la industria y los servicios, lo que les permite influir en las ramas más importantes de la economía y en las decisiones de política económica.
Arnoldo Kraus.
I
“¿Cómo es que un partido político que se denomina a sí mismo Revolucionario y por añadidura Institucional no es revolucionario, sino francamente contrarrevolucionario?”, pregunta la cara leyente Celeste Vera Rícárdez.
Ítem más: “¿Ante tal discrepancia que ofende mi inteligencia y de todo ciudadano consciente del terrible entorno sociopolítico/económico que nos ahorca podría confiar en candidatos postulados por un partido político con esas incongruencias?”.
Y más aun: “¿Cómo podría uno votar por un candidato de ese partido político que ni siquiera reconoce que hay una crisis muy profunda que pone en riesgo enorme la viabilidad misma de México y no nos presenta propuestas para superarla o atenuarla?”.
Ella misma --la leyente-- se responde: “En esa incongruencia está la esencia misma de la simulación democrática del sistema político mexicano, hoy en pleno proceso, como usted bien dice, de imparable descomposición”.
Subraya: “Yo no votaría y definitivamente no voy a votar por alguien que quiere mi voto no para yo lo envíe a la Cámara de Diputados dizque a representarme y luchar por mis intereses, sino para beneficiarse él o su partido político”.
Elucida: “Yo no le daría mi voto a alguien así, que me pide ese voto bajo premisas falsas, bajo engaños, bajo promesas que él sabe que no tiene la intención de cumplir y que por ello nunca va a cumplirlas; para mí, eso es criminal; no somos pendejos”.
Por esas razones, argumenta la leyente, “me parece que la vía electoral para desasirnos de los políticos y sus partidos que nos oprimen es una vía ilusoria. El tinglado electoral jamás aceptaría alterar o modificar la forma de gobierno”.
II
Doña Celeste afirma que “no es únicamente el PRI el que actúa así; todos los demás partidos políticos mexicanos mayores y menores lo hacen, pues aprendieron de aquél. Todo simulan. Parece patología la incapacidad para hablar y actuar con la verdad”.
Escribe: “La descomposición del sistema político corre pareja a la descomposición del sistema económico y también concuerdo con usted en el sentido de que la descomposición se está dando en la propia sociedad mexicana”.
Subraya la leyente Vera Ricárdez --quien informa leer éstos pergeños en algún periódico de Internet que no identifica— que “hay ya, inclusive, una cultura de la descomposición muy preocupante del sistema político, económico y social de México”.
El sentir de doña Celeste parecería reflejar, temeríase, el de no pocos mexicanos con conciencia clara de que el sistema político, económico y social ha accedido a una fase de disfuncionalidad rampante y, ergo, peligrosísima.
Esa muy peligrosa disfuncional, empero, no parece haber sido advertida por ninguno de los personeros del poder político del Estado mexicano ni de aquellos que aspiran, mediante comicios amañados, incorporarse a dicha élite de poderdatarios.
Citemos al epigrafista Kraus, eminente médico y lúcido escritor y ensayista mexicano: quien, a su vez, abreva en Manuel-Reyes Mate, el filósofo español dedicado a pesquisar la dimensión política de la razón. El hombre es responsable de sí mismo, dice aquél.
Y don Manuel-Reyes, en su turno, redondea la idea: La responsabilidad hacia los humanos debe nacer de los hombres mismos. El concepto es acusadamente moral, sin duda, pero también es político dada la naturaleza de animal político del hombre.
III
En el caso de los gobiernos –escribe don Arnoldo-- no debe haber espacio para la irresponsabilidad. Los políticos, señala, “conocen el significado de las obligaciones que les convienen”. Que les convienen en lo personal o en lo faccioso, añadiríase.
La misiva de la leyente Vera Ricárdez acerca del PRI y los demás partidos políticos y sus candidatos tiene un telón de fondo de nítida y fina resolución: el debate corriente, público y privado, acerca de las vías para salirle al paso a la crisis y superarla.
Ese debate, empero, no ocurre salvo notorias excepciones en los medios de difusión masiva propiedad de la oligarquía y sus afines –televisivos e impresos--, sino en los entornos académicos, sociables y familiares, más no entre los políticos.
De esos debates parecen emerger ciertas certidumbres y convicciones:
Una, la de que no basta sólo con cambiar los personeros del poder político del Estado mexicano mediante la renovación electoral, sino que es necesario modificar al sistema o, de plano, crear otro nuevo. Un nuevo modelo político, otra forma de economía.
Y, otra, la de que no basta sólo con votar porque las elecciones del 5 de julio han sido convocadas por el poder político en nombre del pueblo para recambiar personeros, no para cambiar el ya inviable modelo político/económico actual por uno nuevo.
El aparato electoral del poder político del Estado –IFE y tribunal electoral-- no estaría obligado a acatar el deseo de cambiar el modelo rebasado y obsoleto por uno nuevo, que la ciudadanía le diere a la elección. Habría que buscar y hallar otras vías.
Sí, pero, ¿cuáles serían esas vías? ¿La que abandera Andrés Manuel López Obrador? ¿La indígena zapatista? ¿O la del Ejército Popular Revolucionario y otras instancias político-militares? ¿Huelgas de pagos de servicios e impuestos? ¿Boicoteos?
ffponte@gmail.com
www.faustofernandezponte.com
Glosario:
Epigrafista: que escribe epígrafes o que es citado en éstos.
IFE: Instituto Federal Electoral.
Ítem: del mismo modo; también. Aditamento, añadidura.
Kraus, Arnoldo (1951-): médico clínico y neumatólogo, humanista y escritor; autor de los libros “La bioética” y “Morir antes de tiempo: el tiempo Alzheimer”; fundador del Colegio de Bioética, A. C., profesor de postgrado en la Facultad de Medicina de la UNAM, cirujano en varios hospitales; ejerce práctica privada..
Mate, Manuel-Reyes (1942-) Filósofo nacido en Pedrajas, Valladolid (España). Preconiza propuestas varias acerca de pensar en el idioma español e iniciativas orientadas a consolidar la comunidad cultural iberoamericana; autor de una docena de libros, siendo el más reciente “Luces en la ciudad democrática: guía del buen ciudadano”; director de la Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía.
Oligarquía: pequeño grupo de dueños, usufructuarios u operadores de capital y medios de producción que tienen sus inversiones en la banca, la industria y los servicios, lo que les permite influir en las ramas más importantes de la economía y en las decisiones de política económica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario