María Teresa Jardí
Escucho en los noticieros de televisión europea que pasan por Cable que el imperio gringo acaba de asesinar a un centenar de civiles en Afganistán. Un centenar, por lo menos, dicen en uno de los noticieros españoles.
Más tarde caigo en la tentación de ver, buscando noticias sobre el tema, uno de los noticieros de la telebasura mexica. Y ahí soy “enterada” por uno (una en realidad) de los a modo del fecalismo panista de que los afganistanos se asesinaron entre ellos cuando salieron a buscar talibanes para matarlos.
Me quedó con la boca abierta. Como les habrá pasado a los que, estando enterados de qué va la cosa, escuchan esa nota.
Incluso por el pitorreo que deben hacer en el mundo, también de los mexicanos, queda claro el trato que recibiremos de aquí en adelante si alguno se olvida y da la mano a otro o, peor aún, será motivo justificable de asesinato si estornuda o tiene gripa; incluso para no hacer el ridículo si no quieren dar la nota deberían callar en lugar de mentir, digo, por si algunos de los noticieros de la telebasura mexicana se exhibe por otras televisoras del mundo.
Luego me imagino a los afganos saliendo todos a una a matarse, con la excusa, innecesaria, me digo de inmediato, de justificarse señalando que en realidad lo que querían era asesinar a los talibanes. Ni que fueran gringos, los afganos, digo de inmediato, ante mi puntada. La estupidez como regla de la telebasura mexicana que igual hace malabares —lo mismo que la radio, hay que decirlo— para justificar la desaparición del virus por arte de magia.
Emulando a su asesino antecesor George W. Bush, de triste memoria para el mundo y más triste aún por la increíble impunidad que lo acompaña, a pesar del cambio esperanzador que Obama significaba, Obama ya suma en su haber, al menos, un centenar de civiles asesinados en Afganistán, con el mentiroso argumento usado por todos los gobiernos asesinos, de que van a por los malos, en este caso, por los talibanes, como si además los talibanes no fueran, como Bin Laden y Saddam Hussein, hechura del impresentable siempre, visto está que entre los gringos también los negros son gringos, gobierno yanqui.
Al leer el POR ESTO! me entero de la justificación, injustificable, del primer gran crimen imputable a Obama. “… Más de 100 personas murieron en un bombardeo estadounidense en Afganistán, en vísperas de la reunión de este miércoles en Washington entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y sus homólogos de Afganistán y Pakistán, para abordar la lucha contra los islamistas en la región… El encuentro se produjo en medio de graves denuncias de la Cruz Roja Internacional sobre la muerte de centenares de civiles por el bombardeo de aviones norteamericanos en la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán, una ofensiva del ejército pakistaní en el valle de Swat, el desplazamiento de miles de pobladores de la zona, creciente preocupación por el arsenal nuclear pakistaní, y aumento del repudio popular a la presencia militar norteamericana…”.
Y al seguir leyendo las notas de la parte internacional de nuestro diario me va quedando aún más claro que entre los gringos los negros también son gringos. “Los abogados del Gobierno del ex presidente estadounidense George W. Bush, que aprobaron la tortura y los métodos de interrogatorio brutales de la CIA, probablemente no serán llevados ante la justicia, según indicó hoy The Wall Street Journal…”.
Y Mientras aquí por arte de magia, como llegó, se da por acabado el virus, FeCal continúa, al igual que la telecracia, haciendo el ridículo ante el mundo, cuando no cuestionando a los argentinos, llamando muertos de hambre a los haitianos. Como si el usurpador mexicano no fuera el responsable de haber convertido a los mexicanos en apestados con medidas exageradas a cargo de un virus utilizado para imponer en México un estado policiaco y como si aquí no nos muriéramos de hambre y de diarrea y de tuberculosis, cuando no impunemente ejecutados, los mexicanos.
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