EDITORIAL. Atizándole al fuego.

Año 8, número 3020

Viernes 19, junio del año 2009

Por si los antecedentes por todos conocidos no fueran suficientes como desconfiar de las Autoridades en materia electoral, y en consecuencia de la legalidad que pueda haber en las próximas elecciones; aunque ciertamente a estas alturas ya no se puede confiar en nadie.

Doña María del Carmen Alanís vuelve a las andadas, y clava el rejón de muerte a la pseudo democracia que vivimos (aunque todavía pueden haber más, estamos en época de elecciones y faltan unos días que se pueden aprovechar para hacer más cochinadas) al favorecer la ilegalidad en la Delegación de Iztapalapa en el DF.

Y de paso exhibir la profunda división que hay en el PRD, descalificándolo para que otros (léase del Partido que sea, pero siempre y cuando sean contrarios a López Obrador) puedan quedarse con la codiciada Delegación, que de tiempo atrás ha representado todo un botín, no solo político.

Pero les salió mal la jugada, pues aunque sí lograron su objetivo descalificatorio (que además no hacía falta) fortalecieron aún más a López Obrador, quien olímpicamente llamó a votar por el PT, haciendo un enroque que dejó a los analistas de la política con el ojo cuadrado.

Haciendo pensar que si esas manos, las del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, son las que van a decidir las elecciones de Julio, toda vez que desde ahora ya hay motivos suficientes como para anularlas, la intromisión de la Iglesia romana al publicar sus pecados electorales es solo un ejemplo, sinceramente mejor ni ir a votar. No vale la pena.


Al contrario, por eso es que hay que ir a votar y no solo eso, sino cuidar que los votos sean tomados en cuenta.