Sique
No es ironía, es en serio, no me cabe duda de que algunos están convencidos honestamente de que el voto nulo sirve para algo.
Hoy, en Por Esto! Ricardo Andrade Jardí, con quien concuerdo en muchas cosas, diría yo que en la mayoría, dice que:
La IMPUNIDAD, es la norma de la clase política, la abstención o el voto nulo, es la respuesta de una ciudadanía que ha decidido decirle a los Germán Martínez, a las Beatriz Paredes, a los Chuchos y a todos los demás, que se callen la boca, que estamos hartos de ellos y que ante su incapacidad de ver la realidad concreta que vivimos los ciudadanos de a pie, empezaremos por descalificar un proceso electoral, que tan sólo llenará la Cámara de Diputados y las alcaldías de la misma pandilla de canallas a modo, sin más aspiración que la de seguir saqueando al país, escudados, cobardes que son, en el fuero de la IMPUNIDAD que su democracia les ofrece.
Desde el fraude electoral, hace casi tres años, millones de mexican@s se han reunido en muchas ocasiones y en diversas plazas para decirles a los Germán Martínez, a las Beatriz Paredes, a los Chuchos y a todos los demás políticos corruptos que se callen la boca y que estamos hartos de ellos, y poco hemos logrado. Imaginemos entonces el caso que harán cuando ya ni siquiera digamos nada que es prácticamente lo que se dice con el voto nulo o la abstención. También hemos descalificado el proceso electoral ante el IFE y el Trife y sus instituciones cuando consumaron el fraude en 2006 con multitudinarias concentraciones y así hubo en la Cámara, canallas a modo. Sin embargo, no debemos olvidar que el usurpador tomó posesión en medio de un repudio descomunal visible en todos los medios de comunicación porque sí hubo muchos que, incluso violentamente, se opusieron. Imaginemos entonces ahora que en la Cámara TODOS sean canallas a modo porque no se apoyaron a los pocos que pudieran hacer oposición. Las iniciativas del usurpador pasarán como con mantequilla, justo con el "fuero de IMPUNIDD que su democracia les ofrece".
Continúa Jardí:
Ellos con su democracia representativa; el Despertar Ciudadano con la participación democrática, que es entre otras cosas la construcción de un Contra Estado, ahí donde “el estado oficial” se ha fracturado ética y moralmente, donde las respuestas del sistema son ajenas a las verdaderas demandas de la sociedad.
Primero que nada, la democracia participativa incluye la representativa. Y la idea, sin duda buena, de que el Despertar Ciudadano participe construyendo un Contra Estado en el que haya un sistema que responda a las verdaderas demandas de la sociedad es una utopía muy, pero muy lejana en las actuales condiciones políticas, económicas y sociales del país. Es como querer resolver problemas de cálculo diferencial e integral cuando aún no se sabe sumar y restar.
¿Por qué no empezamos porque la ciudadanía aprenda a votar, aprenda a distinguir a sus representantes sin salirse fácilmente por el lado de que "todos son iguales"? Porque no es posible que piensen que Encinas es igual a Diego Fernández de Cevallos, ni que César Nava es igual a Mario Di Constanzo, etc... ¿verdad? Eso representaría que no tienen ni puta idea de lo que ha pasado en el país y entonces sí ya no importa si se vota si se anula o si se abstienen. Mucho menos podremos considerar la construcción de un Contra Estado que requeriría una conciencia y una cultura ya no digamos política sino cívica y moral que evidentemente no se tiene y faltará todavía mucho para tenerla en una parte significativa de la sociedad. ¿Por qué no al mismo tiempo que se vota se continúa construyendo una organización ciudadana que permita transitar a una democracia participativa? No tenemos porqué limitarnos.
Independientemente de si van a votar o no, aquellos que van a anular su voto podrían al menos acompañar mañana a AMLO a la PGR a entregar la denuncia penal para luchar contra la IMPUNIDAD por los delitos de tráfico de influencias, corrupción, saqueo de bienes de la nación y los que resulten contra Carlos Salinas de Gortari, el espurio Felipe Calderón, Vicente Fox, Claudio X. González, Roberto Hernández Ramírez, entre otros.
Mucho me temo que entre quienes vayamos a acompañarlo seremos mayoría los que sí vamos a votar y que los menos serán los que abogan por el voto nulo y por la construcción de bla,bla,bla.... Porque en el fondo del voto nulo está la nulificación del ser, del hacer y del luchar.
1 comentario:
Yo me siento muy en la tónica de quien esto escribe. No es que quiera anular mi voto en un impulso mediático, pero tampoco me dan muchas ganas de votar y, con ello, legitimar implícitamente al IFE. Si voto, estaría legitimando a la institución mexicana encargada de orquestar fraudes (tal y como lo hicieron en 2006).
Por mi parte, me reconozco lopezobradorista y, con muchísima pena, declaro que el PRD ya no constituye una opción para mí. Yo nunca he militado en partido alguno -no me caso con las ideologías; me caso con la honestidad, con el sentido de justicia, con la conciencia de clase, con la inteligencia-. Siento que en el PRD quedan ya pocas gentes valiosas y que, al seguir allí, reconocen el triunfo del advenedizo Jesús Ortega. La semana pasada, por otro lado, acudió a mi demarcación el candidato a Diputado local por el PT, Armando Martínez. Me ha parecido un hombre limpio, soñador, de mirada buena y -muy importante- INTELIGENTE. Por otro lado, me recuerda un poco el modo de pensar de Tomás Pliego quien, desafortunadamente, no alcanzó a calificar para candidato a diputado federal. Es muy posible que vote por Armando Martínez, me ofrece lo que no he visto en otros.
Hay una cosa, eso sí, de la que estoy muy clara. Mi voto será un voto consciente, pensado y no manipulado. Y, bueno, al emitirlo -dolorosamente- seguiré dando apoyo a ese lugar corrupto llamado IFE.
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