Sedesol, IMSS e ISSSTE se han convertido en auténticas franquicias para quienes desean lucrar con el cuidado de menores de 4 años. Así, la administración calderonista ha changarrizado un elemento esencial de la seguridad social, incluso con la anuencia del DIF para eludir las normas oficiales que deben regular a las estancias y guarderías infantiles.
Convertidas en negocio privado durante el gobierno de Vicente Fox, y consolidado por Felipe Calderón, las estancias infantiles de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y las guarderías subrogadas por el IMSS y el ISSSTE incumplen las normas y los lineamientos fijados para su operación por las mismas autoridades que les permiten seguir explotando un “mercado” de más de 430 mil niños, pese al peligro probado que representan. “Es la changarrización del servicio”, denuncia el académico de la UAM Iztapalapa, Gustavo Leal. “Es un negocio lucrativo. Con estas instancias abrieron la puerta a la privatización del servicio”, sostiene Lydia Sánchez, de la Coordinadora Popular de Madres Educadoras (Copome). El objetivo lucrativo de dichas estancias forma parte del video Curso Inicia tu propio negocio. Guarderías, elaborado por la Secretaría de Economía en 2006 para instruir a particulares que quieran una “oportunidad de negocio en guarderías privadas”. Actualmente la Sedeso tiene registradas 8 mil 315 estancias infantiles, pero algunas usuarias, entrevistadas por Proceso, se quejaron del servicio y las cuotas que les cobran por “cuidar” a sus hijos, dentro de casas de uso común adecuadas para tal fin. En un recorrido por tres estancias infantiles, Proceso constató las malas condiciones en las que operan. Son casas viejas afectadas por la humedad, algunas de uso compartido con familias que tienen perros como mascotas y difunden en la fachada propaganda política a favor de Gabriela Cuevas, jefa delegacional de Miguel Hidalgo con permiso para ser candidata a diputada federal por el Partido Acción Nacional (PAN). De hecho, la tragedia en la que murieron 45 niños en una estancia infantil de Hermosillo se venía anunciando en varias partes del país, donde otros menores han fallecido por falta de capacitación del personal que los atendía: dos en Chihuahua y Sonora, y tres más por desnutrición, problemas cardiacos y broncoaspiración en Tijuana, Texcoco y en la misma capital de Sonora, según el investigador Gustavo Leal. Lo que es peor, las estancias infantiles –a las que él llama “changarros electoreros”– fueron creadas para esquivar la NOM 167-SSA1-1997 que regula a las guarderías. Su antecedente fue el Centro de Atención e Integración Social (CAIS) implantado por la extitular de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota en febrero de 2006. En el mismo sentido, Lydia Sánchez, integrante de Copome, asegura que en lugar de cumplir con esa norma oficial, el DIF nacional hace acuerdos con gobernadores y secretarios de Educación estatales para avalar las estancias mediante la Norma Técnica de Competencia Laboral NCASS007.01, “Cuidado de las niñas y los niños en centros de atención infantil”, del Consejo Nacional de Certificación, dependiente de la Secretaría de Educación Pública. Antes las muertes registradas, la que fuera directora general de Políticas Sociales de Sedesol y principal promotora de este programa, Lía Limón, “respondió que pueden darse siempre estos casos, porque donde hay menores hay más riesgos y que estas cosas sucedían en todos los espacios de atención infantil”, recuerda Gustavo Leal. Este modelo se gestó a finales del sexenio zedillista, el foxismo le dio alas y el calderonismo lo avaló para promover al PAN en el Distrito Federal, principalmente, asegura Lydia Sánchez. En la capital del país, la delegación que tienen más estancias infantiles es Iztapalapa, con 57, seguida por Tlalpan, con 24; Álvaro Obregón, con 22; Coyoacán, 17; Gustavo A. Madero, 15, y Tláhuac, con 12. El resto cuenta con menos de diez. Destacan Miguel Hidalgo, que tiene registradas cuatro, aunque tan sólo en la colonia Observatorio se localizaron tres. En Cuajimalpa sólo hay una estancia, pese a que la demarcación tiene altos índices de marginación.
El mercado son los niños
“En México este programa ha tenido buenos resultados, ha construido tejido social y, lejos de privatizar, lo que hacemos es socializar y dar un sentido comunitario al cuidado de los niños”, expresó el secretario de Desarrollo Social, Ernesto Cordero Arroyo, el jueves 11 de junio. Sus dichos, sin embargo, difieren del video Curso Inicia tu propio negocio. Guarderías, elaborado en 2006, pocos meses antes de que tomara posesión el gobierno calderonista, por la Secretaría de Economía, encabezada entonces por el panista Sergio García de Alba, con el apoyo del Centro de Desarrollo Empresarial de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Tlalnepantla y el Fondo Pyme. El “curso” es una guía empresarial, acompañada de un manual “para desarrollar tu propio negocio”, al que también se hace referencia en la página web: http://www.trabajo.com.mx/su_estancia_infantil_o_guarderia_con_la_sedesoll.htm, en un link titulado El cuidado de los niños como negocio: Guarderías. El video aprobado por el extitular de Economía promueve a los padres como “mercado” porque representan una “oportunidad de negocio de guarderías privadas” de las que carece el país y orillan a miles de familias a encargar a sus hijos con “niñeras y personal poco confiable”. A esto, dice el video, se suma la incapacidad manifiesta del IMSS para atender las necesidades de los derechohabientes. Este fue el argumento para impulsar el programa Guardería Integradora, que implica un convenio entre la Coordinación de Guarderías del IMSS y el ISSSTE con guarderías privadas, manteniendo el modelo diseñado por el propio Seguro Social. Es el mismo modelo de las Estancias Infantiles de Sedesol. Para echar a andar “el negocio”, los interesados deberán elaborar un “estudio de mercado” para ubicar a su “guardería en zonas con alto crecimiento poblacional, de preferencia fraccionamientos nuevos donde está el mercado potencial, con los matrimonios jóvenes”. Otro “nicho de mercado” a explotar está dirigido a los padres que ocasionalmente dejan a sus hijos al cuidado de otras personas. El modelo, denominado Guardería Express, les permite recibir niños por sólo unas cuantas horas cada vez. En esta grabación no se manejan costos por los servicios. En cuanto a la infraestructura, indica que la estancia deberá instalarse en un lugar que “se comunique con calles y avenidas importantes”, contar con estacionamiento “o un espacio adecuado para recepción o entrega a los niños” y adoptar como base de operación la norma oficial mexicana NOM-167-SSA1-1997. En cuanto a la seguridad de los menores, el video recomienda adecuar la estancia en una planta baja, con habitaciones iluminadas habilitadas como aulas y áreas verdes para instalar juegos infantiles, así como adaptar “barandales, escaleras y ventanales, cerraduras en la puerta principal, servicios sanitarios, zona de cocina, área de juegos, recepción y enfermería”. No exige equipo contra incendios o para emergencias. Sólo pide “contar con medidas de seguridad, realizar simulacros de evacuación, tener áreas al aire libre, salidas de emergencia y señalamientos”, y seguir la reglamentación del IMSS sobre los requisitos mínimos para instalar una guardería. De acuerdo con testimonios recabados por Proceso entre madres de familia, muchas de estas estancias incumplen con algunos de estos requisitos.
Puro negocio
Con este programa, promovido por Calderón durante su campaña electoral en 2006, se abrió la puerta a la privatización de este servicio, cuyos fines son lucrativos y no sociales, afirma Lydia Sánchez. La Sedesol cuenta con 8 mil 315 estancias infantiles inscritas en el Programa de Guarderías y Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras donde se cuida diariamente a 221 mil 277 niños. Tan sólo en el Distrito Federal existen 205 guarderías privadas de este tipo, que reciben un “apoyo” mensual de hasta 700 pesos por niño menor de 4 años de edad, o incluso de 5 años si tienen alguna discapacidad. Según sus lineamientos, este programa de Sedesol está dirigido a hogares en condiciones de pobreza. Sin embargo, la Secretaría de Hacienda recortó 268 millones de pesos al presupuesto del programa de guarderías y estancias infantiles de la Sedesol, de acuerdo con la revisión de la cuenta pública de 2007 realizada por la Auditoría Superior de la Federación. Entre los requisitos para instalar una estancia infantil, se deberá contar con un lugar que represente dos metros cuadrados por cada niño, ser capacitados por Sedesol y que el inmueble sea valorado y avalado por el DIF. Los niños tendrán un seguro contra accidentes. Quien desee iniciarse en el negocio recibirá un apoyo de 35 mil pesos para adecuar el espacio en el que pretende operar, aunque sólo lo haga por un año; quienes ya tengan una guardería y pretendan afiliarse al programa obtendrán 15 mil pesos para ceñirse a los lineamientos. El 25 de enero de 2007, en una reunión con el Movimiento de Redes por la Educación Comunitaria, la entonces directora general de Políticas Sociales de Sedesol, Lía Limón, les ofreció que instalaran entre 100 y 200 estancias infantiles en el lugar de su preferencia sin cubrir ningún requisito. En esa reunión, Limón –hoy candidata a diputada local en la delegación Miguel Hidalgo– les habría asegurado que Calderón quería impulsar al PAN en la capital del país mediante este programa, para el cual se habían destinado mil 900 millones de pesos. Pese a la falta de controles y supervisión efectivos en las más de 8 mil estancias infantiles de Sedesol, que propiciaron la tragedia en Hermosillo, 860 fueron dadas de baja en 2007 por incumplir la NOM 167-SSA1¬1997. En el IMSS, la coordinadora de Guarderías, Carla Rochín Nieto, presentó un informe a la Coparmex en enero de 2008 en el que reconoció la necesidad de “mejorar la calidad del servicio” en las 142 guarderías administradas directamente por el IMSS y las mil 383 vecinales comunitarias, 26 integradoras y 10 en el campo. Hasta noviembre de 2007, el IMSS contaba con mil 561 guarderías en todo el país, que benefician a 195 mil 559 trabajadores asegurados y atienden a 215 mil 375 niños. Pese a las quejas, en 2006 Calderón se montó en el programa de Sedesol, en plena campaña electoral. El 11 de enero de 2006 recomendó a desempleadas de Chalco “ir adaptando su casa” para cuidar niños de madres trabajadoras y se comprometió a que se supervisaría mensualmente la operación de las estancias y verificarían las instalaciones. El 15 de febrero de 2006 señaló en Atizapán que las estancias podrían ser operadas por abuelitas.
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