Para entender la noticia

ORTEGA CON CALDERON, ¿MARTHA CON QUIÉN?

Por: Benjamín Castro

Fecha: 20 de junio de 2009.

En Iztapala quedaron las cosas todavía más claras por si hiciera falta aclararlas más.

Nueva Izquierda, la corriente que controla el Comité Ejecutivo Nacional del PRD por obra y gracia del TRIFE – o sea de Felipe Calderón ---, se lanzó a arrebatar al triunfo seguro a Clara Brugada.

La decisión de exhibirse así, de forma impúdica y en público en alianza con Calderón la tomaron los Chuchos (el apodo que se la ha puesto a Nueva Izquierda), en un momento de desesperación. Habían perdido la candidatura por la delegación de Iztapalapa, la más grande de la Ciudad de México y tradicionalmente un bastión de esa corriente, no tanto por su fuerza popular sin porque habían dominado el gobierno y su estructura .

La derrota de su candidata Silvia Oliva, significaba que ni con el control del CEN del PRD podían imponerse en esa delegación y que la fuerza de Andrés Manuel López Obrador dentro del perredismo era mucho mayor que la de ellos.

Así que decidieron orquestar una maniobra descarada que los exhibe todavía mas como parte del equipo de Calderón y los aliados de éste como Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón. Por supuesto, el asunto tiene más de fondo.

Calderón y Beltrones quieren mantener el control sobre el congreso federal en sus dos cámaras, la de diputados y la de senadores, en estas elecciones. Para eso preparan todo un dispositivo que les permita asegurar ese resultado.

Sobre quién obtendrá la mayoría en el congreso y las gubernaturas, Beltrones y su grupo pueden tener diferencias con Calderón.

Pero en todo lo demás no. Ambos grupos quieren el control del congreso para imponer ---inmediatamente después de las elecciones; las llamadas reformas estructurales que le exigen en este momento sus amos en Wall Street, el FMI y las calificadoras como Moodys, Standard and Poors etc.

Se trata de medidas como la imposición del IVA a los alimentos y medicinas, la creación de nuevos impuestos, aumentos de tarifas, devaluación de la moneda y, si se puede, la privatización total de PEMEX y el sistema de salud.

Con esas medidas el gobierno de Calderón y sus amos en Wall Street piensan compensar la bancarrota del gobierno que viene como resultado del derrumbe de la economía norteamericana y mundial, la caída de las ventas de petróleo, de las remesas etc.

Obviamente, en este panorama el único riesgo con que corren Calderón, Beltrones y sus patrones financieros; es la presencia de Andrés Manuel López Obrador y su movimiento, que representan una resistencia conciente a todas esas políticas.

Por eso quieren acabarlo.

El negarle a Clara Brugadada su casi seguro triunfo en Iztapalapa es parte de esta estrategia y la sucia maniobra que hicieron en su contra para lograrlo refleja su suciedad moral de esa mafia.

Aquí en Nuevo León, Martha Zamarripa, una mujer que participo en buena parte en la campana de López Obrador y en buena parte de sus acciones de resistencia, participa como candidata a la gubernatura por PRD por obra y gracia de Jesús Ortega y eso se deja ver muy claro pues le ha impuesto la idiotez como estrategia de campaña.

A lo mejor Zamarripa tuvo que tolerar todo eso mientras que Ortega fingiera ser un hombre de izquierda y un disidente de AMLO.

Pero ahora se ha exhibido como lo que realmente es, un instrumento de Felipe Calderón, el peor enemigo de la democracia y demás valores que Zamarripa ha defendido buena parte de su vida.

¿Qué hará al respecto?

JESUS ORTEGA: LA IDIOTEZ COMO ESTRATEGIA POLÍTICA

Por: Benjamín Castro

Fecha: 22 de junio de 2009.

Cuenta el periodista Sergio Sarmiento así como el propio Marcelo Ebrard que la decisión de desconocer a Clara Brugada como candidata del PRD a la Delegación de Iztapalapa fué propuesta al Tribunal Electoral de la Federación por el líder de la Nueva Izquierda René Arce y por el dirigente nacional del PAN, Germán Martínez.

El propósito era simple: Evitar que una figura vinculada a Andrés Manuel López Obrador pudiera ganar la titularidad de esa delegación que es la más grande en población de la Ciudad de México. El TRIFE obedeció la consigna y decidieron proceder con la infamia.

Rene Arce, aunque es una figura menos vistosa que Jesús Ortega o Jesús Zambrano, es para muchos el verdadero líder de Nueva Izquierda, la corriente a la que se le llama también “los chuchos”.

El senador Arce -- porque, es un senador --, tienen un pasado siniestro vinculado a grupos armados y terroristas de los años 70´s y el paso de algunos años en la también siniestra Dirección Federal de Seguridad. Por esta trayectoria dentro de la tenebra más tenebrosa de la política mexicana, algunos vinculan a René Arce con el poderoso senador sonorense Manlio Fabio Beltrones. Ahora bien, en cuanto a sus propios logros personales René Arce tiene en su haber el ser la cabeza del movimiento para la legalización del consumo, producción y comercialización de las drogas, empezando por el de la marihuana, para seguir con todas las demás. El senador Arce quiere convertir las drogas en un negocio del Estado similar al del petróleo, según le parece a él. Como si fuera la misma producir y vender el combustible que mueve la economía, a producir substancias que destruyen la mente de los jóvenes y saquean los ingresos familiares.

René Arce maneja a Jesús Ortega y a otras figuras como Carlos Navarrete o Javier Garza. Todos ellos son chuchos --como dice la gente en el Distrito Federal. Mientras René Arce negocia con Beltrones y con el gobierno de Felipe Calderón los acuerdos electorales, la repartición de puestos y los resultados de la elección del próximo 5 de julio, Jesús Ortega se despliega con una estrategia electoral basada en la idiotez. Es decir, la idea de que la población no quiere saber de problemas, que la gente esta harta de saber sobre las protestas y las movilizaciones de López Obrador, que la gente quiere estar tranquila y pasarla bien “cachondamente” etc.

Por lo tanto --piensan Ortega y demás chuchos--, es mejor hacer una campaña que presenta al PRD como “bien portado”, con una frase inocua como lema y tratando a los electores como deficientes mentales, al cabo que los resultados electorales ya están negociados y su supuesta estrategia no tendrá que demostrar resultados. De semejante idiotez convenció a Martha Zamarripa aquí en Nuevo León. De presentar un mensaje inocuo, que ofende la inteligencia de los mexicanos que sufren a diario el desempleo, el ahorcamiento financiero, la desesperanza de los jóvenes, el regreso de sus familiares de los Estados Unidos arrojados por los despidos de una economía que se desploma etc. y que, sobre todo, acumulan en sus corazones un poderoso resentimiento contra una clase política frívola e irresponsable que no los entiende.