17 agosto 2009
“La marea me ha llamado, ya me voy (…”
Manuel Alejandro, cauntautor español, en “Amor Marinero”.
I
Allá por los años 30, el ya entonces viejo Felipe Ponte solía narrarle a éste escribidor, a la sazón niño, cosas de la mar mientras le enseñaba, en Puerto México (hoy Coatzacoalcos), las artes de la navegación a vela.
El abuelo Ponte había sido obrero en los astilleros en El Ferrol, Galicia (España) y, cuando no había trabajo en la carpintería de ribera, se faenaba en la pesca de bacalao a vela desde Finisterre, en el proceloso Atlántico del Norte.
A América –do arribó por Veracruz, desde La Habana por accidente, pues iba a Montevideo-- el viejo ancestro trajo consigo las artes de la carpintería de ribera y de la nevegación a vela, que prontamente enseñó a su primer nieto “indiano”.
“Navegar a vela es una metáfora de la vida misma”, decía éste hombre robusto, de tupido bigote, vehemente, intenso, de mirar profundo, que en el trópico del Istmo de Tehuantepec usaba tirantes, chalequillo, sombrero y olía a anís.
El nieto americano, mexicano --portomexicano para más señas— inquiría: ¡”Abuelo, ¿qué es metáfora?”. Y el hombre, paciente, didáctico, amable, cariñoso, respondía: “Cuando lleguemos a casa, consulta el `tumbaurros´ ”.
De allí devendría la fascinación, hoy, del escribidor por las palabras de cualesquier lenguas, su sintaxis, prosodia y ortografía, su semántica y la consulta funcional del diccionario del enriquecido idioma castellano e interés por el náhuatl.
. Y devendría, quizá, esa vocación por el velerismo océanico de éste escribidor a bordo de sus propias “Sandunga” y “Sandunga II” surtas por décadas en Breeze Point, Maryland, en la bahía de Chesapeake, que asoma al Noratlántico.
Don Felipe sentenciaba, también, en su castellano con inconfundible acento gallego –su lengua nativa, “tan española como el castellano o el catalán o el vasco y hasta el bable, el malloruqino o el bable”—lo siguiente:
II
“Aunque vivimos en tierra, somos de la mar. De allí vinimos y allá iremos. La mar es el vientre materno en cuyo amnios vivimos nueve meses. La mar nos llama siempre, dulce, apacible o iracunda, tormentosa. Somos agua.
Ese llamado, decía, “es aullido lacerante si está enojada la mar, pero también es convocatoria sutil; no oímos sus reclamos, sólo los sentimos. Algo misterioso, pero tan cierto como la vida mista, nos lleva hacia ese océano amniótico.
No huelga mencionar --¡oh, manes de la memoria vivencial!-- que vocablos como “amnios” y “amniótico” llevaban al niño al infaltable y cada vez más infalible y pedagógico libraco que “tumbaba” burros.
“Como no oímos las voces de la mar”, precisaba el abuelo Ponte, “y sólo las sentimos, no tenemos conciencia de la dialéctica de esa atracción que nos parece inexplicable. Es un llamado al fuero interno, a la subconciencia, al alma”.
Vuelta al tumbaburros: ¿Fuero interno? ¿Subconsciencia? Nótese que don Felipe era un hombre muy ilustrado tomando en cuenta la ignorancia y los prejuicios de la España de entonces. Pero era versado en ciencia política práctica. Autodidacta.
Organizador sindical, activista anarco-comunista, marxista-leninista, republicano, don Felipe emigró a la América precisamente para desasirse del oscurantismo contextual que –pensaba— no existía en un México revolucionario.
A ese respecto solía hablar de que haber salido de una tierra anquilosada como la España de entonces a un novomundo como Uruguay significaba liberarse de las zarpas del oscurantismo milenario, medieval.
En México descubrió que se intentaba cincelar al nuevo hombre, en un entorno político, económico y cultural incierto. Los mismos revolucionarios mostraban vena contrarrevolucionaria, atavismo del maderismo y el carrancismo.
III
Si viviese, don Felipe se decepcionaría. El PRI abortó desde 1946 todo empeño para cincelar ese nuevo hombre que sería dotado de antídotos contra virus del atraso, ignorancias y prejuicios y libre de opresiones metafísicas y las mafias del poder.
Don Felipe, estrujado por “a morriña galega”, regresó al terruño justo cuando Franco se alzaba con el poder en un baño de sangre y represión bárbara: al poco tiempo fue detenido, fusilado sumariamente y echado a una fosa común. Por “rojo”.
Hubiese el abuelo preferido el amnios del Cantábrico como la mortaja líquida de la fosa abisal de la mar océana y la linfa acuosa de sus abrazos. El retorno al amnios primordial de uno del hijo pródigo atentísimo al llamado maternal.
Esto nos lleva a Vital Alsar, el capitán de Zamná, versión moderna e innovada, mestiza diríase, de los planos experienciales de la construcción ibérica de la nao de Juan de la Cosa en la que Cristóbal Colón llegó en 1492 a La Hispaniola.
Vital, a los 76 años, es un hombre al que la mar impaciente, obstinada y tozuda reclama una vez más. El capitán Alsar, santanderino de nacencia, mexicano por adopción, se va a la mar otra vez. La marea lo ha llamado; ya se va, otra vez.
Y se va a la mar en Zamná, el vehículo hecho de maderas por un genio de la construcción naval, Oscar Camarero, de quien se hacen lenguas de leyenda los carpinteros de ribera doquiera el Golfo, el Caribe y el Pacífico.
El capitán Alsar –cuyo hombre en los libros de las hazañas marítimas y aventuras marinas es legendaria, habiendo abrevado en la proeza del científico noruego Thor Heyerdahl en su “Kon-Tiki”— en 1970 cruzó el Pacífico en “La Balsa”.
Don Osca y el capitán Alsar --la conocencia del escribidor con ambos se remonta al inicio de la construcción de la Marigalante en los 80, realizada, como Zamná, en Alvarado, Ver., sienten, como el abuelo Ponte, los pruritos y acucias de la mar.
Y cada quien (don Oscar construyendo veleros que el capitán Alsar navega) ha vuelto a acercarse al amnios océanico, invocando la deidad de la unión y la paz de los chanes o itzaes de Bacalar y, luego, al mundo maya. Ese es el mensaje de la nao.
ffponte@gmail.com
www.faustofernandezponte.com
Glosario:
Bable: dialecto asturiano.
Do. Apócope de doquiera, dónde.
Franco, Francisco (1892-1975): jefe supremo de un bando militar sublevada en 1936 y en una guerra sangrienta derrotó a las fuerza de la República Española y tomò el poder, el cual ejerció dictaroialmente, con brutalidad. De ideología pronazi-fascista y monárquica, Franco hizo fusiliar a miles de españoles sospechosos (ni siquiera acusados) de republicanismo, socialismo o comunismo. Fanáticamente católico llevó a España a un oscurantismo cultural y político.
Marigalante: nombre de una embarcación tipo nao construida por Oscar Camarero con la que Vital Alsar cruzó el Atlántico y navegó otros océanos. El nombre era el original de la Nao Santa María, la capitana de la expedición que llevó a Europa a encontrarse con los habitantes de las tierras insulares y continentales que después serían denominadas América. La Marigalante fue parte de un proyecto conocido como “Mar, hombre y Paz”, del propio Alsar.
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