lunes, septiembre 14, 2009

Columna Asimetrías. El Grito: Sentido Distorsionado




14 septiembre 2009

A Irma Macheledt Fernández. Póstumamente. A sus deudos: Juan, esposo; y Marlene y Herta, hermanas.

I

¿Qué hemos estado celebrando desde hace casi dos siglos cada aniversario de lo que conocemos como el "grito" de independencia de México que dió Miguel Hidalgo y Costilla en el atrio de la iglesia de Dolores esa noche del 15 y madrugada del 16 de septiembre?

¿Hemos estado celebrando ese exhorto en sí o la independencia que, a 199 años de identificada como meta de una insurgencia no ha sido alcanzada y sí, por lo contrario, la depedencia de México con respecto a poderes imperiales y neocoloniales externos e internos se ha acentuado?

¿Celebramos o conmemoramos? En la celebración conmemorativa los personeros del poder político del tercer Estado mexicano --los de 1824, 1857 y 1917-- describen un contexto de independencia que lisa y llanamente no existe aunque haya existido fugazmente en ciertos períodos.

Cierto. ¿Somos un país independiente? Si lo fuésemos no habrían habido desde esa madrugada de septiembre las guerras e insurgencias civiles de los siglos XIX y XX ni las que, ya en el el siglo XXI, se libran doquiera nuestro territorio. Es decir, esas luchas continúan vivas, intensificadas. Hoy.

No habrían habido, desde ese exhorto de Hidalgo a la lucha armada y que, luego, tras el fusilamiento y excomulgación de aquél, retomó José María Morelos y Pavón. No habrían habido las luchas históricas del pueblo de México en un "continuum" inacabable, diríase que creciente.

II

Esas luchas que se libran aun hoy son las mismas a las que convocó Hidalgo y prosiguió Morelos y los hombres y las mujeres que les sucedieron y que en esos 199 años han abanderado hasta hoy muchos luchadores sociales y revolucionarios, que siguen la lucha de Hidalgo y Morelos.

Hoy --en éste instante-- unos 240 de los insurgentes, luchadores sociales y revolucionarios de los últimos tres años se encuentran en la cárcel. Uno de ellos, Ignacio del Valle, defensor de Atenco, fue condenado hace algunos meses a ¡140 años de cárcel!

En macabro contraste, criminales --psicópatas y sociópatas reconocidos por sus acciones contra la sociedad mexicana como personeros del poder político del Estado o como paramilitares y militares autores de matanzas (Tlatelolco, Jueves de Corpus, Acteal, Aguas Blancas, etc.) están libres.

Y no sólo eso. Algunos --Gustavo Díaz Ordaz (1964-70), Luis Echeverría (1970-76), Carlos Salinas (1988-94), Ernesto Zedillo (1994-2000) Y Vicente Fox (2000-06)-- se ostentaron garantes de la supuesta indepedencia de México. Todos ellos reprimieron brutalmente ansias independentistas.

Y Felipe Calderón, quien asumió la presidencia del poder político del Estado mediante un golpe que bien tipificaríase delito de fraude, abanderado de la contra-independencia y la contrarrevolución, osténtase también garante de una independencia inexistente. Simular que ésta existe.

Y no sólo eso. Don Felipe incurrió en mayo pasado en la megalomanía de declararse a sí mismo salvador no solamente de México, sino también de ¿la Humanidad toda! Nos salvó a todos del virus de la influenza aviar-porcino-humana A/H1N1 Ya nos dijo que nos volverá a salvar.

III

¡Qué enfermos mentales! A uno de ellos --el señor Fox-- el Vaticano lo declaró demente. Y los otros, antes y después del ranchero mandilón (en enero pasado confesó que quien gobernó en su presidencialado fue su esposa, Marta Sahagún) conformarían un laboratorio psiquiátrico en vivo.

De esos presidentes --unos genuinos, pero los más espurios en gradación variopinrta-- Lázaro Cárdenas (1934-40) exhibió honestidad intelectual y política: dijo en 1938 que la lucha por la Independencia de México convocada por Hidalgo no había concluido. Así expropió el petróleo.

En esa vena de desviaciones de personalidad --mandatarios psicópatas, sociópatas, paranoides, esquizofrénicos, dementes y hasta megalómanos como el inefable don Felipe-- de nuestros mandatarios, sobresale la propaganda calderonista acerca del doble centenario del hito.

En efecto. La fecha bicentenaria se refiere al exhorto de Hidalgo, no a la independencia misma. Y sin embargo, el gobierno del señor Calderón "celebra" y "conmemora" la Independencia como si ésta se hubiese logrado la noche en que se dió el "grito".

Así, se "conmemora" y "celebra" la Revolución Mexicana, como si ésta se hubiese logrado con la convocatoria de Francisco I Madero del 20 de noviembre, 1910, para derrocar a Porfirio Díaz. Madero no quería cambiar la forma de organización política y económica, sino sólo ciertas prácticas.

Y es que ni la guerra de independencia --devenida del "grito" a la insurgencia -- ni la Revolución Mexicana (que se le endilga a Madero) se han consumado. Los objetivos no han sido alcanzados ni con mucho. De hecho, estamos aun muy lejos de lograr esas metas.

Ante ésta descripción historicista de la efeméride, ¿qué va a "celebrar" y "conmemorar" don Felipe? Los pueblos --en plural-- de México están hoy más oprimdos que en 1810 y 1910, por lo que la "celebración" y la "conmemoración" calderonianas son, en realidad, gestos de simulación.

ffponte@gmail.com

www.faustofernandezponte.com

Glosario:

Ansias independentistas: desde Díaz Ordaz a la fecha, las movilizaciones gremiales y populares a favor de una verdadera independencia económica y política de México respecto a los consorcios trasnacionales de Estados Unidos, Canadá y España y la oligarquía mexicana han sido brutalmente reprimidos, con saldo de mieles, en total, de desaparecidos y presos políticos. Ver: www.comitéeureka.com. y Comité "Eureka" en Wikipédia."
Megalomanía: manía o delirio de grandeza.

Lecturas recomendadas:

Estado, gobierno y sociedad: por una teoría general de la política, de Roberto Bobbio. Breviarios. Fondo de cultura Económica.

Fuerzas de presión en la estructura poilítica del Estado, de Roberto Casillas Hernández. Instituto Cultural de Aguascalientes.

¿Qué hacemos con los pobres? La reiterada querella por la nación, de Julieta Campos. Nuevo Siglo Aguilar.
México armado: 1943-81, de Laura Castellanos. En librería.

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