Año 8, número 3107
Lunes 14, septiembre del año 2009
Sabido es que desde hace tiempo los ferrocarriles son detenidos y asaltados por bandoleros (sobre todo en los cambios de vías donde van más despacio) que, haciendo recordar a los idos tiempos del Viejo Oeste, deben necesariamente ser gente de alguna manera ligada y conocedora de rutas y embarques.
De otra manera no se entiende que principalmente roben alimentos, maíz las más de las veces. Pero ya detenido el tren, los bandidos dejan que los habitantes de las cercanías se lleven lo que puedan.
Haciendo que por aquello del agradecimiento y de las leyendas de bandoleros que repartían el fruto de sus fechorías con el pueblo, se hace más difícil dar con ellos.
Evidenciando con estos significativos hechos que, el pueblo, el que todavía se alimenta de tortillas y frijoles con chile; tiene hambre. Robar alimentos no puede tener otro significado.
Y cuando esto sucede, las armas para iniciar un conflicto llegan solas. Nunca falta quien arme a los pueblos; sobre todo cuando se trata de una nación tan rica y generosa como nuestro México, donde muchos son los que quieren meter la mano.
Pero el fin de semana que pasó han comenzado a robar fierro, además del maíz y otros alimentos. Y todavía nuestras Autoridades no se dan cuenta de que el País está a punto de estallar.
¿Qué necesitarán para darse cuenta de ello? ¿Que estallen granadas en las festividades de la Revolución Mexicana?
Pues ya estallaron el año pasado, solo que por lo visto nuestras Autoridades no acusaron recibo de haberse dado cuenta del significado que tuvieron.
http://www.diariolibertad.org.mx/diario/index.php
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