Año 8, número 3144
Miércoles 21, octubre del año 2009
Aunque aparentemente el 1 % que le aumentaron al IVA no es mucho (qué tanto es tantito) en el fondo es, o podría ser un dineral. A menos, por supuesto, que hecha la Ley hecha la trampa, y los empobrecidos ciudadanos se vuelquen a la piratería y al contrabando.
En cuyo caso tendrán que aumentar el precio de los combustibles (el de la energía eléctrica no hace falta, los recibos llegan desde las elecciones con un 40 % de más, en relación a lo que antes se pagaba) con lo que seguramente se iniciaría, como es lógico, siempre ha sucedido, una escalada de precios y una mayor inflación; aunque el Gobierno diga lo contrario.
Pero ni así les va a alcanzar el dinero a nuestros indolentes y repudiados gobernantes, que sin duda continuarán su vida de dispendios y excesos (por no hablar de los peculados) con la que nos han llevado literalmente a la ruina.
De recordar al ilustre Polibio, cuando claramente advirtió que “Las democracias terminan siempre en violencia y anarquía”.
Y sin soslayar al no menos ilustre Montesquieu, cuando crudamente sentenció: “Así como a las monarquías las acaba la pobreza, a las repúblicas las acaba el lujo”.
Y aunque es difícil que el grado de educación y cultura de quienes integran el Gabinete, les permita saber quienes fueron los mencionados personajes, el desconocimiento de los hechos históricos no podrá evitar las consecuencias que, además, ya estamos viendo.
Cabiendo comentar, que en lo relacionado a los medicamentos, debería el Gobierno de haber grabado las utilidades de los laboratorios químico-farmacéuticos que los fabrican, no a quienes tienen que comprarlos, como pretendían hacerlo.
Toda vez que la citada Industria opera con utilidades verdaderamente fabulosas, que bien podrían ser consideradas inmorales al tratarse de la salud.
El que alguien venda el mismo medicamento un 80 % más barato que la competencia, debería de hacer ver la clase de utilidades con las que operan los citados laboratorios, en su mayoría extranjeros.
Y sin omitir a la comida chatarra que, independientemente del daño que les hace a quienes la consumen, el costo de la atención médica por los padecimientos y enfermedades que generan, es verdaderamente de escándalo.
Por citar solo un ejemplo: el 60% del presupuesto de salud, se va en atender a los diabéticos; que son quienes la padecen por, precisamente, comer todas esas porquerías (incluyendo por supuesto a los refrescos)
Y si de cobrar impuestos se trataba, ni que decir de la iglesia católica y sus pederastas curas, que pregonando la moral, lo que no deja de ser paradójicamente desconcertante, pasan por la vida exentos de impuestos, cuando reciben millonadas y millonadas de pesos que encima de todo envían al Vaticano.
Continuando con la tradición de seguirnos saqueando, como lo hicieron desde que llegaron con la espada en forma de cruz y con la cruz en forma de espada y cometieron el más grande genocidio que ha conocido la humanidad.
A tal grado que el mentado holocausto se empequeñece en comparación a los que estos individuos hicieron en toda América.
Pero no, con la nueva “Reforma Fiscal”, para no variar, los ricos pagarán menos y los pobres más. Bonito negocio.
http://www.diariolibertad.org.mx/diario/index.php
No hay comentarios.:
Publicar un comentario